No
es pueblo porque es ciudad, ha nacido un gran torero, se llama Antonio Millán y
es hijo de un carnicero. Quien le dio la alternativa fue un gran torero de
España, se llama Antonio Ordóñez hijo del Niño de la Palma. Granada mora y
torera donde mató los miuras, donde miró su figura Carnicerito esperó
y
demostró ser una gran figura.
Con
este precioso fandango de Mercedes, hermana del conocido cantautor ubetense
Paco Ortega, quiero recordar a uno de los toreros más grandes que tuvo España
en la década de los setenta.
Hoy
4 de noviembre de 2014 se cumple el 38º aniversario de la muerte de un gran
torero que lo fue y que siempre estará en el recuerdo de todo aficionado que lo
viera torear, treinta y ocho años y parece que fue ayer cuando por tierras de
Aragón como todas las semanas me acercaba al kiosco de prensa a recoger mi
número de la revista “El Ruedo”, se trataba
del nº 1.689 de fecha 9 de noviembre de 1.976, en ese número venía la
trágica noticia.
Hay
que ver las vueltas que da el mundo, hoy, pecando de inmodestia, decir que me
siento muy orgulloso de haber ingresado como socio nº 868 y en la actualidad
ser el socio nº 3 de su Peña Taurina, la segunda más antigua de la provincia de
Jaén que aunque compartida por su sobrino el también matador de toros Juan
Antonio Millán que como todos sabemos lleva su mismo apodo “Carnicerito de
Úbeda”. Del maestro Antonio aún conserva su nombre y seguirá manteniéndose como
dicen los cristianos por los siglos de los siglos, al igual que su memoria.
Hablar
de “Carnicerito de Ubeda” en la ciudad que le vio nacer, es convertir el aire
renacentista de sus calles y monumentos en aroma de torería. Antonio Millán
Díaz, torero
Como
dijera en unos versos Rafael Duyos; Antonio Millán “Carnicerito de Ubeda”,
dictó frente a los toros lecciones de belleza, poniendo en pie de hosannas, la
multitud sonora. Hizo embestir a mansos y dominó a los bravos. De las viejas
escuelas ligó todos los cabos, dando a la norma suya las rancias alegrías. Fue
serio, fue galante, fue honrado, fue valiente, y dio al traje de luces un regio
señorío.
Ubeda,
ciudad taurina donde las haya, se quedó huérfana en el toreo, ya solo queda tu
esencia y tu recuerdo. Ya no hay guitarra que te cante, no hay solea que te
nombre, no hay son de palmas que diga lo lento de capote y el natural de frente
que nos dejaste.
Antonio
Millán Díaz “Carnicerito de Ubeda”. Tu Peña Taurina, tu pueblo y el mundo del
toro te recuerda. Descanse en Paz un torero grande.
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