jueves, 5 de mayo de 2016

SE PUEDE SENTIR EL SER TORERO DESDE EL TENDIDO


Este post va dedicado a todos esos amigos míos que me entienden porque han probado suerte y al ver acertadamente el duro camino y otras razones en las que no quiero entrar, se con toda certeza que me comprenden perfectamente, prefiriendo obviar el hablar de los motivos.
En cierta ocasión escuché decir a una figura del toreo que se podía ser y sentirse torero desde el Tendido. Con el tiempo he podido comprobar que el maestro tenía toda la razón en sus palabras.
Yendo al grano directamente y sin preámbulos, diré que esas palabras en la actualidad deberían de asimilarlas muchos chavales que por varios motivos los cuales obviaré para no herir sensibilidades, juegan a ser toreros cuando en realidad jamás alcanzarán esa difícil meta.
Quejarse de alguna crítica hecha respecto a sus actuaciones o decir que todo aquel que escribe u opina del mundo del toro debiera ponerse delante de alguna res, es algo que un torero, por muy principiante que sea, si en realidad es torero, sobran esos comentarios, pero bueno, ya sabemos en la actualidad el cambio que ha dado el toreo en muchos aspectos y claro, no hay que asustarse de lo relatado, mucho menos cuando los comentarios puedan venir de quienes que como he dicho con anterioridad no alcanzarán esa difícil meta.
Algunos de estos “toreros” debieran haber estado presentes en cierta ocasión cuando en una Plaza de Toros de grandes éxitos y cartelería, poco a poco convertida entre unos y otros en Plaza de Talanqueras, escuché las quejas de un grandísimo aficionado en cuanto al trapío del encierro que se iba a lidiar por la tarde después de ver la corrida en los corrales.
En ese momento se cruzaba el empresario el cual al escuchar las palabras del referido aficionado, le dijo: “Póngase usted delante de esos toros”; a lo que el aficionado raudo y sin pensárselo un segundo contestó: Oiga usted, yo donde me tengo que poner es delante sí, pero de la taquilla; de los toros, quien tiene que ponerse delante es el torero, pero vuelvo a repetir por si usted no se ha enterado, delante de toros, no de lo que hay apartado en los corrales.
Dicho empresario, el cual por respeto obviaré el nombre, marchó del lugar como suele decirse: “con el rabo entre las patas”.
Claro y brillante ejemplo de lo comentado, solo que desde el terreno de la honradez es quien en su día intentara recorrer ese difícil camino y se apartara por varias motivos; es el caso del novillero Pepe Biedma, un chaval que a pesar de su afición, su honradez y sobre todo la poca ayuda prestada en Escuelas Taurinas -mejor no hablar de algunas de estas instituciones- luchó intentando salir adelante y en su justo momento decidir fría y valientemente dejar el camino emprendido cuando tenía muchísimas más posibilidades que otros muchos.
El amigo Pepe Viedma sepan ustedes que a pesar de haber dejado ese camino, es torero, se siente torero y sabe vivir en torero, porque como ya dije en uno de mis torpes artículos, se puede ser torero sin vestir el “chispeante”, claro que sí, porque una de las bases fundamentales para ello es respetar al toro y por encima de todo respetar al torero y tanto Pepe como su familia sigue y seguirá respetando a quien le ayudó; sigue y seguirá llamando “maestro” a quien con tantas tardes compartió capote, muleta y carretón en aquellos tiempos de sueños ya dejados casi en el olvido y, digo casi, porque esos sueños jamás se olvidan.
Aquí no vale quejarse de la opinión de la prensa profesional, no vale quejarse de la opinión de la afición, se ponga o no se ponga delante de res alguna; aquí el único Juez Supremo es el Toro, es el único que da, quita y te pone en tu sitio, las quejas hay que plasmarlas en las Hojas de Reclamaciones Oficiales, en el Toro no sirven para nada, aquí hay que apretarse los machos y callar, callar y callar; y cuando se alcanza esa oportunidad tan ansiada, demostrar lo que uno es y; eso solo se consigue a base de sacrificio, tesón, humildad, nobleza y por encima de todo, con muchísima afición.
Por eso hoy personalmente y siguiendo como he hecho toda mi vida con esto del toro que no es otra cosa que “jugar a ser torero”, quiero auto-criticarme por una pésima tarde, tarde debida al poco entrenamiento a pesar de poder hacerlo diariamente con un grandioso torero, al poco cuidado dietético, a la poca dedicación y porque no decirlo, a la edad que ya no va perdonando y solo te permite estirarte cuando sale esa becerra llamada “la tonta del bote” que te permite sentirte como el más grande. Pero si diré algo, a pesar de todo esto seguiré intentando dar un muletazo mientras me mantenga en pie, por respeto a quienes me enseñaron a coger una muleta, por quienes me inculcaron esta afición, por quienes me enseñaron el respeto que hay que tener tanto al toro como a los profesionales de esta bonita disciplina artística que no oficio ni profesión como llaman algunos, por todos ellos, por mi buen amigo Pepe Viedma que decidió tomar con mucho orgullo acertadamente ese camino que yo hace cuarenta años ni tan si quiera inicié y; porque aunque no profesionalmente se ejerza de “plumilla” hay que hacerlo con verdad y honestidad, aquí tenéis una tarde donde a pesar de haber salido de dos a tres personas por delante a la misma vaca -ya que un grandioso maestro me enseñó a dejar primero a quienes intentan ser toreros- no se ven las cosas claras, pero tampoco se deja de soñar aunque después de esto se pase un día dolorido, pero también pensando en que pronto llegue la nueva ocasión de ponerse delante.









EL NOVILLERO MARIO SOTOS. UN TOQUE DE ATENCION POR LAS TAPIAS JIENENSES


Muchos son los -con todo mi respeto, lo digo por la edad- chavales que he visto por estas tierras de Jaén, ir de tentadero en tentadero para asistir como “tapias” y poder dar unas tandas de muletazos a las reses que se tientan en alguna de las ganaderías de la provincia.
En verdad y sin desprestigiar a nadie los que más me han llamado la atención han sido los chavales de Albacete, entre otras cosas porque denotan una gran afición, algo creo, lo más importante para intentar llegar a ser alguien en esto tan difícil como es el toreo. Estar varios días por los campos de la provincia orientándose donde puede haber un tentadero y asistir a él con la incertidumbre de poder dar unos muletazos es algo que entra dentro de la grandeza que es el toreo, de la grandeza de muchos de estos chavales que luchan y duro por conseguir esa meta tan difícil de alcanzar.
Ayer tuve la oportunidad de ver al novillero con picadores Mario Sotos, un joven natural de Hinojosa (Cuenca), pero que se incorporó a la Escuela Taurina de Albacete a la edad de ocho años. Sotos debutó con picadores en una novillada que se ofrece en Albacete para San Juan, por lo que el 24 de junio de 2013 debutó con los del castoreño ante reses de Juan Manuel Criado y alternando junto a Sergio Felipe y Curro de la Casa.
Diré algo sobre este torero. Todo aquel que me conoce sabe que ni entiendo de toros, ni mucho menos se ver a un chaval cuando puede ser alguien en esta difícil disciplina artística, no me gusta decir profesión, para mí no lo es; solo me mueve mi afición de toda la vida, la cual he llevado al terreno práctico por intuición, sin entrenar, sin ejercitarme, ni nada de lo que se deba hacer, motivo, el que he dicho, solamente soy un humilde aficionado que escribe eso sí, con sentimiento cuando el toreo que percibo me llega a lo más profundo como ayer ocurrió en el tentadero de Cerropelado de la mano de Mario Sotos, el cual del mismo modo y esto ocurre solamente cuando algo interesante ocurre en la placita de la ganadería, el propio ganadero jalea y alienta al chaval que está haciendo las cosas como deben hacerse.
Mario Sotos toreó una becerra a la cual había que hacerle las cosas muy bien, no dudarle, templarla, darle su distancia y llevarla muy embebida en la muleta, la cual tomaba templada y con recorrido cuando esa muñeca y cintura del torero eran las que estaban toreando y Mario lo hizo en todo momento, de hecho aquí les dejo un buen reportaje de fotos de lo que estoy diciendo.
Todo el que es buen aficionado sabe que estos chavales torean cuando el maestro o novillero invitado al tentadero da por finalizada la faena, momento en el cual y después de haber toreado a placer o no a las becerras, esta ya se encuentra en unas condiciones que unas veces pueden ser favorables y otras pueden ser todo lo contrario debido al comportamiento o condiciones de la res. Ayer Mario Sotos ante una vaca nada fácil para el torero y complicadísima para cualquier aficionado como el que les escribe, estuvo sencillamente sensacional; con todos mis máximos respetos hacia quien fuera el mejor torero de todos los tiempos toreando de frente con la mano izquierda como fue el malogrado Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda”, este chaval de Albacete logró unos muletazos toreando con ese concepto que a buen seguro muchísimos paisanos suyos vieron aquella tarde albaceteña donde “Carnicerito de Úbeda” cortara cuatro orejas y dos rabos y en la que con toda seguridad le vieron torear de esa manera tan peculiar que tenía el torero de Úbeda.
Como aficionado a los toros digo con todo conocimiento de causa que todo lo que no sea salir a la plaza estando de tapia de las formas en que estuvo este joven torero albaceteño, es mejor que se quede sentado en la tapia o que piense en estudiar o buscarse un trabajo ahora que aún tienen muchos edad para ello; en los muchos tentaderos que llevo en mi vida de aficionado puedo decir que cuando más he vibrado ha dado la coincidencia que el propio ganadero ha ensalzado al torero al igual que lo hace cuando en una plaza de toros una de sus reses está siendo brava de verdad. Por ese motivo he de decir que ya son dos los toreros, José Ignacio Rodríguez y Mario Sotos los únicos que me han hecho “sentir” haciendo un buen toreo sobre el minero albero de la placita de tientas de Cerropelado.
¡Enhorabuena chaval! ¡Enhorabuena torero! espero volver a verte algún día en un nuevo tentadero por estas tierras; ya que a buen seguro el próximo año el señor ganadero tendrá en cuenta a estos dos buenos novilleros albaceteños. ¡Suerte torero!

MARIO SOTOS EN CERROPELADO






























CARLOS CORRADINI VALDENEBRO. EL PROGRESAR DE UN TORERO


Buena tarde de tentadero como siempre en la ganadería de D. Gregorio Garzón Valdenebro. En un ambiente muy familiar y acogedor se celebró ayer un nuevo tentadero donde pudimos ver a un Carlos Corradini con un buen progreso desde la última vez que lo vimos en esta misma ganadería. La verdad que Carlos después de su andadura por el primer escalafón donde entre muchas actuaciones pudimos ver en las novilladas de Canal Sur, ayer fue una grata sorpresa poder ver la maduración que ha adquirido este joven torero sevillano perteneciente a una grandiosa familia ganadera donde tanto el toro como el caballo de rejoneo han sido protagonistas principales.
Tarde interesante para el aficionado y es de suponer que también para el ganadero, pues las becerras tentadas han demostrado bravura y nobleza como es normal en esta casa, pero también han exigido mucho, por lo que los toreros han tenido que demostrar tanto su capacidad, preparación y el estado anímico del momento, el cual ha sido extraordinario.
Carlos Corradini como he mencionado, lo hemos visto muy puesto y ya mentalizado para dar el salto al siguiente escalafón donde ya se verá las caras con ese toro que ha de ponerlo en el sitio que merece. Carlos atesora un toreo sobrio, clásico, nada festivo y que llega al buen aficionado, de hecho las críticas recibidas de parte de los propios profesionales del toro cuando ha tenido la oportunidad de estar frente a uno de ellos con cuajo e importancia han sido del todo favorables.










Como digo ayer fue un tentadero familiar donde Antonio María Garzón, ganadero, empresario y apoderado, también tuvo la ocasión de medirse ante las becerras y en verdad hay que decir que estuvo sensacional, me encantaron una serie de naturales con mucho sentimiento que hizo arrancar más de un ¡ole! de los presentes.








Por otra parte y como es habitual en esta casa ganadera, el propio ganadero D. Iñigo Garzón tentó alguna de sus becerras y de nuevo pudimos ver ese toreo campero que no se ve por obviedad en las plazas de toros, además con la peculiaridad de ir explicando las condiciones de la becerra y porque le hacía esto o aquello, demostrando que los conocimientos que tiene sobre el toro y la manera de llevar su ganadería son muy personales y acertados.















Volvimos a ver de nuevo a un Santiago Sánchez pletórico, demostrando su gran preparación a lomos del caballo de picar, citando y proporcionando unos puyazos en su sitio para que las becerras queden en un punto óptimo para la faena de muleta.












Francisco Tornay tuvo también oportunidad de pasar a las becerras en algunos pares de banderillas y ponerse a punto para las nuevas actuaciones en esta temporada.






Capítulo aparte merece un chaval de Albacete del que haré un post personal dadas sus maneras ante las becerras.
Muchos que siguen este modesto Blog pensarán: “Este no habla hoy de su minuto de Gloria”, pues si, hablaré también en capítulo aparte, quien me conoce sabe que no suelo "taparme" como se dice en esto del toro, todas las tardes no se dan bien y esta ha sido una de ellas además de haber aprendido mucha cosas y, como digo, en esto del toro me enseñaron a ser sincero y humilde, por lo que como digo daremos cuenta en capítulo aparte, largo y tendido, merece la pena y verán ustedes el porqué, dadas las conversaciones con un profesional del toro, no les adelanto nada más.



Pues nada más, un tentadero muy interesante con el que de nuevo se ha disfrutado y a la vez aprendido mucho que al fin y al cabo es lo que importa. Un saludo amigos.