La
Peña Taurina “Carnicerito de Ubeda”
Presente
en la 1ª Conferencia Taurina de la Peña “Los de José y Juan”
LVI
Cursillo de Conferencias Taurinas
Plaza
de Toros de Las Ventas
Aula
José Mª de Cossío
Un año más y ya se cumplen cincuenta y seis
ininterrumpidamente, fieles a su compromiso con la afición, la Cultura y nuestra
incomparable Fiesta Nacional, la Peña Taurina “Los de José y Juan” celebran su
Ciclo de Conferencias. Representantes de la Peña Taurina “Carnicerito de Ubeda”
han podido estar en la primera de ellas.
Este pasado fin de semana compartimos tiempo taurino
en la Villa y Corte de Madrid asistiendo a varios actos, uno de ellos fue el
pasado sábado en la Plaza de Toros de Las Ventas al 56º Cursillo de
Conferencias Taurinas de la Peña “Los de José y Juan”.
Esta 1ª conferencia estuvo a cargo de D. Eduardo
Miura Martínez, uno de los dos legendarios ganaderos que junto a su hermano
Antonio son los responsables de esta antiquísimo hierro. D. Eduardo bajo el
título “Miura en la época de José y Juan”, disertó sobre aquella brillante
etapa del toreo.
El acto fue presentado por D. Alberto Fernández
Torres, socio de “Los de José y Juan”. D. Eduardo estuvo sencillamente
magistral haciendo un recorrido general por su ganadería prácticamente desde
que la fundara Juan Miura allá por el año 1842.
Si tuviera que poner un titular a la Conferencia, lo
haría diciendo “Ya no hay broncas en las Plazas de Toros”.
D. Eduardo Miura con ese singular acento tan
sevillano y con una voz templada como el buen toreo, el toreo de verdad, dijo
entre otras cosas las siguientes:
.- El miura de ahora no es como el de antes, todo evoluciona, pero sigue
siendo Miura.
.- Los
toreros de antes no ponían tantas pegas a la hora de torear ciertas ganaderías,
hoy día hasta en las tientas ponen pegas si el terreno está en unas condiciones
que se resbala un poco de nada a causa de la lluvia.
.- Nosotros
hay cosas que ya no hacemos como antes, pero hay tradiciones que nos gusta
mantener, respeto a los mayores y ciertas cosas que nos acercan a nuestros
antepasados.
.- Los toros
que vayan a Sevilla los elegimos nosotros, quien los toree eso no es cosa
nuestra, no los vamos a cambiar porque este uno u otro en el cartel.
.- Sobre
Madrid, por unas y otras cosas la cosa no encaja, a veces el dinero, otras no
hay toros suficientes, nosotros ahora mismo primero nos debemos a Sevilla y
Pamplona, no tenemos tantos toros para plazas de primera.
.- Ya no hay broncas en las plazas como antes, todo forma parte del espectáculo,
tiene que haber de todo, algo de polémica no viene mal.
.- El toro
tiene que tener chispita, moverse, la sosería no es buena, eso creo yo vamos, y
en nuestra casa así ha sido siempre.
D. Eduardo
aún sin lidiar una corrida de toros el pasado sábado, estuvo como si lo fuera,
conversación firme y fluida, dejando su nombre en un pabellón bien alto, así
como la historia de su ganadería. Me llamó la atención en su manera de hablar
que lo hacía desde un punto más como aficionado que como ganadero de renombre
que lo es, algo que le honra ya que los aficionados presentes -pocos a mi
entender tratándose de Madrid- así se lo agradecieron.
D. Eduardo
hizo un recorrido intenso por la historia de la ganadería y sus familiares en
las distintas etapas de la misma. Se decantó por el toro con casta y bravura y
sobre todo por lo que más defendemos muchos aficionados, la emoción, emoción
que puede sentirse en una faena corta si esta es buena.
Se habló de Bombita
y Machaquito y de la posible encerrona de El Juli, algo de lo cual a la casa
Miura aún nadie le ha comunicado, aunque dejó claro que tiene para Sevilla ocho
toros elegidos y que son los que irán a la Maestranza. La casa Miura es la que
decide lo que se embarca en Zahariche. Hay palabras que son sentencias y creo
que aquí D. Eduardo dio en la tecla frente a esos otros ganaderos que visitan
su casa el ciento y la madre para luego decidir el menos indicado que toro debe
o no lidiarse en una plaza de toros.
D. Eduardo
Miura me ha transportado a otros tiempos, aquello tiempos donde el ganadero era
el señor ganadero, quien encabezaba el cartel y como tal tenía la importancia
que merecía ¡Qué bonito debía ser entonces sentirse ganadero! Hoy no es igual, pero creo que hay ganaderos como
los Miura que deben sentirse del mismo modo que sus antepasados, y eso; el
aficionado lo capta engrandeciéndose también de tener esta afición que muere
con la propia persona.
La majestuosidad de una Plaza de Toros
En una de sus terrazas
D. Andrés Amorós
Enrique Martín, gran aficionado de Madrid
Una lámina de Enrique Martín. Inconfundible su encaste
D. Joaquín Moreno Silva
D. Eduardo Miura
D. Rafael Cabrera
En gran compañia junto a Enrique Martín y Javier Salamanca
Fotos.- Javier Salamanca