Hoy quiero homenajear a unos compañeros muy
especiales. Ellos son los trabajadores de Paradores Nacionales de Turismo, a
todos aquellos con los que compartí trabajo al igual que mucha diversión por
toda la amplia y fantástica geografía española allá por la década de los 70-80.
Los Paradores Nacionales de Turismo, a los que hoy
se les niega la palabra “Nacionales” en su denominación, se remontan a 1926
cuando el Marqués de la Vega Inclán impulsó la construcción de un alojamiento
en la Sierra de Gredos, que se convertiría en el primer Parador de la red. Los
siguientes en abrir sus puertas fueron los de Oropesa (Toledo) y Úbeda (Jaén)
en 1930, Ciudad Rodrigo (Salamanca) en 1931 y Mérida (Badajoz) en 1933. El
mayor proceso expansivo se produjo en la década de 1960, coincidiendo con el
importante desarrollo turístico que vivió el país. En esos años, la red de
Paradores pasó de 40 a 83 establecimientos.
Mi incorporación a tan importante Red hotelera tuvo
lugar un 16 de septiembre de 1973, por lo que este año serán 40 de los 54 que
cumpliré una semana antes, los años que llevaré cotizados. Cuarenta años
cotizando para que como me descuide tenga que abonar una “tirita” que necesite
en Urgencias.
Este fue mi primer Parador, mi primer trabajo:
Plantilla del Parador Año 1974. Yo en el centro
En una Cena de Gala en los jardines del Parador.
Año 1976. Yo el primero de la izquierda
Con Paula y Eusebio Martínez, hoy pastelero en Bailén
En un Concurso Gastronómico. Con Rafael Nájera, yo de Aprendiz y él de Pinche. En la actualidad Jefe de Cocina en Olite.
En esta ciudad fue donde me vestí por primera vez de
corto para torear un Festival Benéfico para Cruz Roja Española.
Algo borroso, pero al final se aprecia mi nombre
8 de Mayo de 1976. Festival Cruz Roja Española
Estas son de un 6 de agosto de 1976. La torero Mª Carmen Zaldívar "Carmela", a la que alguna que otra vez se le ha podido ver de asesora en el Palco del Coso de la Misericordia de Zaragoza
Llegado el momento, no como en la actualidad que
directamente se ingresa en una Escuela de Hostelería y tras un periodo de
tiempo se sale con la titulación de Ayudante de Cocina, en la Red de Paradores
Nacionales cuando el Jefe de Cocina -no el Chef, ya que por esos entonces no
estábamos tan “extranjerizados”- consideraba a un pinche de cocina lo
suficientemente preparado, este era enviado al desaparecido Albergue Escuela de
La Bañeza en León, allí durante seis meses en grupos de 16 cocineros y otras
tantas Camareras, éramos preparados, perfeccionados para continuar nuestra
carrera en la Red de la mano de un experto Jefe de Cocina llamado Luís
Benavides Monje, el cual una vez cerrado el Albergue Escuela pasó a prestar sus
servicios en el Parador de Segovia y ahí le perdí la pista.
Cocineros de la Red de Paradores. Promoción de 1978
Con nuestro Jefe de Cocina. Luís Benavides
En el Parador de Villafranca del Bierzo
Langosta Bellavista en parigüela
Un Sant Honorette de postre
Parte de los platos del menú de la inauguración del Parador de Argómaniz, donde los alumnos de la Escuela de la Bañeza fueron los responsables.
Del Albergue Escuela y con ganas de conocer la
variada cocina del territorio español, mi siguiente destino fue el Parador de
Villafranca del Bierzo en León:
De Villafranca del Bierzo a Argómaniz en Alava.
De Argómaniz
a Olite en Navarra:
En este Parador Nacional de Turismo, terminé mi
etapa de cocinero en la prestigiosa Red. Otro de los Paradores donde en su
ciudad tuve la ocasión de torear en un Festival Benéfico, este para el Club de
Futbol de la localidad el Erri Berri (Pueblo Nuevo), donde el resto de
actuantes y sus cuadrillas eran propios futbolistas.
Teruel y Olite, por ser dos lugares ubicados en
regiones de las más taurinas de España, fueron las que más huella dejaron en
mis años en Paradores Nacionales.
Las casualidades de la vida, Teruel, primer destino
y primer festival benéfico, Olite, mi último destino y mi último festival
benéfico. Aunque no pierdo la esperanza de intervenir en la actualidad en algún
otro que se me presentara.
Historias mil sobre mi vida en Paradores podría
relatar, pero haría interminable este post dada la actividad -propia por
cierto- entre las edades de 14 a 22 años.
Otros Paradores visitados por tener alguien conocido aunque no haya trabajado en ellos son los de Bailén, Ubeda, Cazorla, Jaén, Ciudad Rodrigo, Salamanca, Avila, Calahorra, Santo Domingo de la Calzada, Sos del Rey Católico, Benicarló, Carmona, el San Marcos de León, Ceuta o Chinchón. Buenos recuerdos y buenos amigos que como se decía por entonces cuando preparábamos el desayuno, comida, merienda o cena; se decía que era el desayuno, comida, merienda o cena de la "familia", hoy creo que le dicen del "personal", en fin, cuestión de gustos o de cambios en los tiempos. De todos modos este post está dedicado a mis compañeros de los años 70-80, los que preparábamos la comida de la "familia".
Muchos amigos, muchos compañeros, con
los que aún mantengo relación, muchos de ellos Jefes de Cocina en importantes
establecimientos de esta prestigiosa Red que en la actualidad, como tantas otros
Patrimonios, quieren en parte fulminar.
Suerte para todos estos trabajadores que empezaron siendo niños en esta prestigiosa Red de Paradores Nacionales de España, dieron su vida y su juventud trabajando y hoy por motivos que todos sabemos, los mismos de siempre, algunos puedan verse donde muchos de los que disponen deberían verse.
Perdonad la mala calidad de algunas fotos, pensad que en aquellos años con lo que se ganaba, solamente daba para una cámara Kodak de aquellas que el carrete era de una sola pieza con la pelicula dentro y el flag para la noche eran de cuatro disparos y una vez usado había que tirarlo, algunos saben la cámara que digo.
Gracias a todos los que conformais mis amigos en estas dos grandes pasiones, una profesional y la otra como aficionado. Personal de la Red de Paradores Nacionales y Profesionales del Toro, gracias a todos por hacerme feliz en las dos cosas que junto a mi familia, más amo en esta vida.