BELMONTE
Y MANOLETE. DOS TOREROS ANARQUICOS
Como sigue siendo habitual desde hace catorce años, Baeza comienza su Feria Taurina con un brillantísimo acto como es el Pregón Taurino.
Pregón Taurino que este año ha estado a cargo del escritor ecijano D. Francisco Laguna a quien acompañó a la guitarra en alocuciones convertidas en poéticos pasajes, su hijo Miguel.
El patio principal del Palacio Fortaleza Sánchez
Valenzuela se convirtió el domingo 29 de julio en una velada llena de arte,
noche de pasmo, noche de embrujo. Dos toreros, Juan y Manuel. Juan Belmonte el
“Pasmo de Triana”, Manuel Rodríguez “Manolete” el “monstruo” y “Califa” de
Córdoba. Dos ciudades, Sevilla y Córdoba, cuna de grandes toreros y verdaderos
artífices de la Tauromaquia.
D. Francisco Laguna acompañado a la guitarra por su hijo Miguel
Abogó en primer lugar Francisco Laguna que para dar
un Pregón Taurino, lo primordial es ser un amante a la Fiesta de los Toros. Les
puedo asegurar que el señor Laguna convirtió en verdad sus palabras.
Una ciudad, Baeza; donde como aseguró, había que
venir un día sí y al otro también; donde dar un Pregón Taurino es mucho más
para todos aquellos que amamos la Fiesta de los Toros; y hablar de toros en
Baeza es como la guinda final que adorna un pastel.
Baeza, ciudad de tradición taurina muy arraigada, un
ruedo del que se podía estar hablando día y noche. Poseedora de muchos
recuerdos de toreros cordobeses, su Plaza de Toros fue inaugurada el 18 de mayo
de 1892 por dos Califas del Toreo como fueron Rafael Guerra “Guerrita” y Rafael
Molina “Lagartijo”, Manolete toreó en los años 1941, 42 y 43, como también es testigo
de la fatalidad de la muerte de “Bocanegra”.
Francisco Laguna recibe los Honores del C.T.B.
de manos de su Presidente Manuel Calvo
Un Pregón Taurino donde el asistente pudo disfrutar
de unas amplias biografías de Juan Belmonte y “Manolete, dos toreros que “no
nacieron para parecer, sino para ser”. No pasó por alto el recuerdo de otros grandes del Toreo como “Lagartijo”,
“Guerra”, Cañero y el más actual Califa cordobés Manuel Benítez; hijos
literarios todos ellos, al igual que sus otros cinco hijos naturales; sin
olvidar a otros grandes artistas vinculados a la tauromaquia como fueron
Picasso, Antonio y Manuel Machado -quien dijo que Manolete algo tenía en su
mano izquierda además de la muleta- o el escultor Mariano Benlliure.
Francisco Laguna felicitó a Manuel Torres, el cual va
a marcar desde esta taurina ciudad, en antes y un después en la cartelería
taurina, como también agradeció la asistencia de Juan Lamarca, persona que no solo
desde el Palco de Las Ventas, sino en coloquios y sobre todo desde el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, realiza una importante labor en
defensa de nuestra Fiesta.
El Pregonero -en el centro- acompañado del Presidente del C.T.B.
D. Manuel Torres, Juan Lamarca y Gustavo Blazquez, directivos del Círculo Taurino Amigos de la Dinastia Bienvenida, venidos expresamente de Madrid
El señor Laguna resaltó que en la vida nos
encontramos con muchos impedimentos, pero tenemos la Fiesta de los Toros, la
Fiesta por antonomasia. Una Fiesta con una Historia del Toreo que es mágica y a
la cual debemos defender como Patrimonio nuestro que es, no habiendo peor
cobardía que dejarnos quitar algo del mismo, algo que ha pertenecido a nuestros
mayores.
Francisco Laguna, hombre católico y de fe, aseguró
que cuando se reza y además se canta, se reza dos veces. Laguna no cantó pero
recitó acompañado por las notas a la guitarra de su hijo Miguel, la dedicatoria
que Manolete tiene grabada en su mausoleo y que todo aquel que haya visitado el
Cementerio de la Salud de Córdoba, ha podido leer.
Finalizó el acto con unas palabras que si ya de por
sí la noche rebosó sentimientos, torería y pureza, con estas puso broche de oro
a un Pregón Taurino que difícil será olvidar:
Quiero dejar con este Pregón Taurino en esta de por
sí Ciudad Monumental, otros dos monumentos, los de Juan Belmonte y Manolete.
Apiádate Señor de Juan Belmonte y si ha muerto
Manolete, ¡Gloria a Manolete!
Fotos del acto.- J. Cisneros