Sevilla, 5 de mayo de 2014.
Toros de JANDILLA para SEBASTIÁN CASTELLA, MANUEL ESCRIBANO Ye IVÁN CASTELLA
SEIS TOROS Y UN FUNERAL
Funeral para enterrar la casta y la fuerza de seis animales de
los que dicen que son toros, pertenecientes a la ganadería de Jandilla y que
esta tarde se lidiaron en Sevilla.
Funeral para denunciar el fraude en el cual están empeñados en
desarrollar estos taurinos en boga para hacer desaparecer de la plaza de
Sevilla la suerte de varas. Esta tarde las doce varas fueron mentira.
Funeral para tres toreros jóvenes que se dejan aconsejar por
sus mentores para anunciarse con estos animalejos aborregados.
Funeral por una autoridad que permite aprobar toros sin trapío
para Sevilla como el primero, tercero, cuarto y sexto de esta tarde.
Funeral para Castella que sin merecerlo se anuncia varias
tardes en este abono y nos obsequia una tauromaquia vulgar con muletazos por
alto, sin temple, tirones y enganchones a toros almibarados de peluche carentes
de emoción y riesgo.
Funeral
para Escribano que aún poniendo en el albero la casta que faltaba a sus
oponentes, no es suficiente para rematar una tarde y todo ello por girar su
trayectoria profesional hacía posiciones más cómodas que sin duda no le
beneficia.
Funeral
para Fandiño, que se encuentra en una situación similar a la de Escribano.
Necesita enfrentarse a toro encastado y este toro de mentira le perjudica mas
que beneficia.
Funeral
por una Fiesta en Sevilla a la que el aficionado de verdad ha dado la espalda y
la plaza ha sido tomada por gente ocasional muy apropiada para jalear su
decadencia.
Funeral
por tanto propagador de esta tauromaquia descafeinada que justifica hasta la
saciedad sin querer o no poder darse cuenta del daño que hace. Solo basta cada
tarde mirar los claros de los tendidos y comparar con temporadas anteriores
para comprender la realidad de la nefasta situación.
Lo
dicho, seis toros para un funeral.