lunes, 16 de abril de 2018

AMISTAD EN UNA TARDE DE TOROS


En principio una tarde más, una tarde que como otras tantas me disponía a realizar mi trabajo periodístico para el periódico Úbeda-Baeza Comarcal y el programa taurino Tendido Diez de Televisión de Úbeda.
Patio de caballos, fotos, entrevistas y un buen rato de disfrute entre tantos toreros, con muchos de ellos a estas alturas poseyendo una amistad personal. Finalizo y como la mayoría de las tardes de toros me acomodo en un tendido, apartado de ese lugar donde muchos dan su vida por tal de que les vean ocupando un burladero en el callejón.
Como siempre el toro fue el principal protagonista de un encuentro con unos aficionados singulares, entendidos, viviendo el toro tan intensamente como natural, no en vano uno de ellos, el amigo Antonio Andrade “Carambito” tenía a un hijo en el ruedo en las labores de torero de plata, podrán imaginar como he dicho que les catalogue de aficionados no ya singulares, sino especiales.
Si a esto le agregamos que son naturales de una de las ciudades más bonitas y taurinas donde precisamente el gran José Gómez Ortega dejó una frase que pasará a la historia “Quien no ha visto toros en El Puerto, no sabe lo que es una tarde de toros”, podrán ustedes imaginarse el nivel taurino de estos que ya puedo llamarles amigos.
Hay veces como esta tarde de toros que uno se encuentra con gente tan honesta y sincera, donde uno se da cuenta que utilizan la experiencia en mejorar su propia personalidad y calidad humana como fue el caso ¿Y qué ocurre entonces? Pues sinceramente, que encontrándose personas así llega un momento en la vida en que aprendes a saber quién eres, a encontrar ese sitio tan importante en la vida como es el pedestal de la amistad; y todo conseguido trabajando en silencio, sin esperar nada, viendo fehacientemente que cuando uno trabaja y se esfuerza, finaliza llegando la recompensa, si, una recompensa muy valiosa para mí como es la sincera amistad.
Muchas cosas feas se hablan de nuestra Fiesta de Toros, es verdad, pero hay otras muchas muy importantes que la Fiesta posee, tener el privilegio de encontrar personas como Manuel García de Quirós, encargado de la Puerta de Cuadrilla y Antonio Andrade “Carambito”, Jefe de Personal de la Plaza de Toros del Puerto de Santamaría, a los cuales les tengo que estar muy agradecidos, porque del mismo modo captan la atención de la gente de en rededor atrayendo a más aficionados, algo importantísimo para la Fiesta.
Tarde de Toros en Jaén, tarde de charla entre amigos como si estuviéramos en animada Tertulia Taurina, pendientes en cada momento lo que sucedía en el ruedo, sobre todo de la mano del Torero de Plata “Carambito” y su jefe de filas, el Matador de Toros Daniel Crespo ¡Qué bien vestido iba este torero! ¡Con que elegancia lo hizo todo! ¡Qué finura andando ante la cara del toro!, Puerto de Santa María, Andalucía la baja le llaman, profunda la llamaría yo, profunda como esa tinaja de vino que cría y madura uno de los mejores vinos que poseemos en este nuestro querido país que es España, la grande, la virtuosa, la generosa, la soleada, la tierra más bonita de Europa, la tierra donde por desgracia muchos quieres aunque no lo conseguirán, destruir; porque una edificación bien construida por hombres forjados en lo más duro de otros tiempos, los cuales supieron cimentar por y para los siglos; como del mismo modo lo hizo para el toreo el grandioso José Luís Feria Fernández, José Luis Galloso en los carteles, quien me explicaron llevó 80 autobuses llenos desde El Puerto a Madrid toreando una tarde siendo por entonces aún novillero ¿se puede ser más grande como torero?. Y es que hablar como fue el caso de ese capote de genial Galloso, de esa maestría la cual posee y de su bonhomía, créanme, no tiene precio.
Tarde de toros, muchas tardes de toros vividas, ya pensaba que mi emoción había llegado al límite, me equivoqué de pleno, aunque muchas tardes me he emocionado en los tendidos, esta tarde de Jaén ha sido crucial en mi vida, reconozco que me falta un buen trecho para considerarme un buen aficionado a los toros; por eso cuando uno se encuentra con aficionados de este nivel, verdaderos entendidos en toros, le penetra en el alma la seducción capaz de traspasar cualquier frontera y por lo tanto, un carácter particular que en muy pocos momentos de la vida te encuentras; sobre todo si a todo ello le unimos la riqueza cultural que entre personas de distintos lugares se comparten, una amistad comparada al puro “barroquismo”.
No me extiendo más, solamente agradecer el haberme encontrado con estas grandes personas y sus acompañantes, me queda una cuenta pendiente, y es, hacer un viaje a El Puerto de Santa María y poder disfrutar de una buena tarde de toros, cante, buen vino fino y por encima de todo disfrutar de lo más grande que un hombre puede poseer, la amistad sincera de unos grandes amigos.