Con más de tres cuartos de entrada se han lidiado toros de: Jandilla, Garcigrande, Miura, Victorino, Capea y Hermanos García Jiménez, de distinto juego y presentación. Como único matador David Fandila “El Fandi”.
David Fandila “El Fandi”, oreja, oreja, dos orejas, ovación, silencio y dos orejas.
GLORIOSA. La Puerta Grande
No
les suene a despectivo el título que coloco en esta tercera del Corpus
en Granada. Sencillamente, puede dar la sensación, para quién no
estuviere en la Frascuelo en tan importante tarde, que pudiesen proceder
el mal de la “orejitis”; y sin embargo, fueron ganadas a pulso, con un
Fandi sobrado de conocimientos y facultades, con las ideas claras y la
firmeza de quién sabe cual es su lugar en la etapa de la Tauromaquia que
le ha tocado vivir, y que se exige a sí mismo con toda intensidad.
Recuerdo
una Tertulia Taurina en la que actué de moderador, una pregunta
-capciosa- en el que un interviniente me pedía le informara del tipo de
combustible usado por El Fandi, si gasolina o gasoil; reaccioné
intuitivamente y le respondí al ocasional e irónico preguntador: “a
queroseno”. Tal es mi concepto de la intensidad que el Fandi pone a su
Toreo. Justo reconocer que me gustaría, cuadrase en banderillas y sin
saltos. Ni sobresaltos, los que me origina a la salida de los cuarteos
sobre el pitón derecho, en los que cualquier toro le coloca los pitones
en la misma cara; riesgo que el Fandi supera sin dificultad, pero que me
oprimen de miedo.
Expectación
inusitada, aunque predecible, al contar la Tercera del Corpus en la
qué, como único espada, con todos los ingredientes para ser considerada
de tarde grande. El Fandi, Benéfica, Goyesca y en el día de más
ambiente de la Feria granadina; y de ahí el entradón en la Plaza de la
Real Maestranza de Caballería, y la Frascuelo para más nombre.
Acta del orden de lidia
Debió
respetarse la antigüedad de las distintas ganaderías para establecer el
orden de lidia. Se hizo de forma aleatoria, ya que con ello no se
perjudicaba a nadie; y si a la forma de entender la marcha del festejo a
efectos de su único matador; razonable pues considerarlo; y sobre todo a
raíz de los resultados obtenidos. Orejas muchas, seis en total; y hasta
peticiónes de rabo e indulto. Gran confianza en las facultades y
conocimientos de El Fandi para acometer, en memoria al gran Frascuelo,
el vérselas con seis de distintas ganaderías. Seis toros bien
presentados y mejor escogidos; con el único lunar del “parao” del Capea
tras banderillas, comportamiento que nos hizo recordar a los murubes de
rejoneo.
Largas
cambiadas de El Fandi al de Jandilla, abriendo plaza. Luce su mejor
repertorio de capote en quites. Gran nobleza, normal y propio en los de
Don Borja Domecq; aunque mejor decir “tonteza”, era manso y huidizo.
Faena sobre ambas manos sin ligazón ni unidad. Se adorna con
manoletinas; estocada caída y descabello para oreja.
Pepín
Liria y Domingo López Chaves reciben conjuntamente el brindis del
segundo de la tarde de nombre Cadenito, y perteneciente a Garcigrande.
Ganadería esta que recupera casta a pasos agigantados; derribó -cada día
más frecuente en los pupilos de Domingo Hernández- a Agustín Navarro
originándole un traumatismo del que necesitó asistencia clínica. Otra
oreja para el esportón, tras estocada sin hacer la suerte correctamente.
MIURA. La suerte centrada, arrastradita, mando e intensidad
Destacar
de David Fandila 'El Fandi' la lidia a un Miura, que hizo tercero,
perfecta de concepción y orden; algo así como si los estuviese toreando a
diario. Cierto que tras la primera serie de tanteo -sobre la silla,
reverdeciendo viejos tiempos- ya le dice al cárdeno oscuro, Amargado
de nombre, quién manda allí; aunque alguna huída hacia los medios nos
diera a entender algún síntoma de rajado; más no era esa la
circunstancia, el “miura” también disfrutaba embistiendo, pese a saberse
podido. Faena completa y estocada de la que tarde en echarse. Dos
orejas
Brinda el Victorino Martín Andrés, de nombre Estudioso,
a su apoderado Antonio Matilla, ambos sentados en el estribo comparten
-ellos sabrán- temática íntima. Matilla, siempre Matilla, me dijo un día
El Fandi. Fue el lidiado en cuarto lugar; todo perfecto hasta ese
momento, tanto en quites como en banderillas, de lo que variedad y
repertorio no faltó a lo largo de la tarde. Con la muleta, al rematar la
primera serie de tanteo, y obligando con un pase por alto ajustadísimo,
el matador no percibe que en este lance hay un instante al expulsar por
debajo de la axila, se le pierde la cara; y el muy tobillero
“Victorino” aprovecha para infrigírle una cornada, que de haber pasado a
la enfermería, posiblemente no hubiese sido autorizado a continuar la
lidia. Tenía su gravedad.
Portagayola
para el que hace quinto en toriles, donde también le ejecuta un lanceó
rodilla en tierra a la verónica, cómo Verónica era el nombre con que se
lidiaba años atrás esta ganadería, junto al nombre de su hermana Carmen.
Tras la habitual exhibición en banderillas -demasiadas- el de Carmen
Lorenzo Carrasco se apaga; y ahí termina su lidia en esta gran tarde de
El Fandi.
Con
el toro de la casa, negro de pelo y Filósofo de nombre, el de Garcia
Jimenez, sus apoderados, El Fandi construye una completísima faena, la
intención era lucirlo, estaba claro. “Maremagnum” de pases de todas las
marcas, cuidando al máximo la ligazón y armonía; los tendidos rugen,
Granada se siente orgullosa de su Torero, los viejos aficionados sonríen
admitiendo que ha habido Toreo. Tras estocada y descabello, dos orejas.
Aquí las peticiones de rabo e indulto, a todas luces injustificadas..
Fotos: Cortesía de Pablo Cobos.Fuente.- José Olid. Colaborador de Granada Costa para De Catafalco y Oro.