ALFREDO DI STÉFANO
'SOCIO DE HONOR' DEL CÍRCULO TAURINO AMIGOS DE LA DINASTÍA BIENVENIDA
(Año 2003)
"...había sido futbolista porque en Argentina todo niño se encuentra al nacer con una bola a
la que darle patadas y de esa forma va creciendo, pero que de haber
nacido en España y se hubiera encontrado con una becerra en el campo
seguro que habría soñado con ser torero..."
Sentencia del Papa Negro a su hijo Juanito:
Sentencia del Papa Negro a su hijo Juanito:
¡Qué buen torero se ha perdío...hijo!
Juan Lamarca Madrid, 7 de Julio de 2014.- Y ahora ya para siempre perdiendo el inexorable partido contra la muerte. Buen aficionado a los toros fue la Saeta Rubia, aunque no pudiera prodigarse tanto por esas plazas, pero sí que nos expresó su admiración por la Fiesta cuando, con ocasión del homenaje que le rindiera el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida con Ángel Luis a la cabeza y rodeado de figuras de su tiempo, hace más de una década, comentara en su discurso de gratitud, que él se hizo aficionado en Bogotá cuando jugaba en el equipo del Millonarios y por entonces hacía furor la pareja de Aparicio y Litri en la Santamaría, y con los que trabó amistad
Añadió de forma muy
emotiva que naturalmente él había sido futbolista porque en Argentina
todo niño se encuentra al nacer con una bola a la que darle
patadas y de esa forma va creciendo, pero que de haber nacido en España y
se hubiera encontrado con una becerra en el campo seguro que habría soñado con ser torero.
Pues bien,
aproveché la ocasión y le rogué a Ángel Luis Bienvenida que recordara la
famosa anécdota con la que tantas otras veces habíamos disfrutado al
oírsela en nuestras tertulias de los Jueves, y que me permito reproducir
desde la emoción en el recuerdo y veneración a estos dos grandes
hombres ejemplares en todo y para todo, Ángel Luis y Alfredo.
Pues así fue: Alfredo Di Stéfano había llegado para hacer grande al Real Madrid, el mejor club de futbol del siglo XX, y hacía las delicias de Ángel Luis y Juanito Bienvenida, merengones y grandes aficionados al fútbol pero con la dura oposición de su padre, Manuel Mejías Bienvenida, el Papa Negro del toreo, que sentía aversión por aquel espectáculo de "tíos corriendo en carsonsillos pegándole patáaas a una pelota, sobre un campo que mejor estaría sembrado de patatas".
Aquello era el
balompié que había irrumpido en España en su época joven y veía como se
llevaba a los públicos de los tendidos de las plazas de toros a las
gradas futboleras.
Sin embargo, cierto
día, estos jovencitos de Bienvenida consiguieron llevar a su padre, muy
receloso aun, a ver un partido de fútbol en Chamartín, asegurándoles
que vería a un astro argentino fuera de serie con el 9 a la espalda,
llamado Di Stéfano.
Y allá que se fueron, al estadio que ya aclamaba al mejor futbolista de la historia. El Papa Negro sentado entre sus hijos,
inmutable con gesto adusto y severo, sus manos sobre el bastón y mirada
fija sobre la hierba, recibía las disimuladas y temerosas miradas de
reojo de sus hijos para ver como reaccionaba. Pero ná de ná.... ahí seguía Don Manuel con el rostro impenetrable y sin abrir la boca en todo el partido; sólo antes del pitido final, el tímido y precavido Juanito Bienvenida, le preguntó:
Bueno, padre ¿no dices nada? ¿Qué te ha parecido el 9? a lo que el Papa Negro respondió serio y sentencioso: Osúu, hijo ¡qué buen torero se ha perdío....!
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Recuerdo a Alfredo Di Stéfano
El Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida rinde homenaje al "Primer espada" del balón
Publicado en Madrid, el 27 febrero de 2003
Por Juan Miguel Núñez (EFE)
El
futbolista Alfredo Di Stéfano ha recibido un homenaje hoy en Madrid por
parte del mundo del toreo, que le ha dado tratamiento de "primer espada
del balón", aunque él reconoce que "quizás es más importante la quietud
frente al toro que la velocidad en la cancha".
Di Stéfano se
estremeció en varios momentos del multitudinario acto por los elogios de
que fue objeto, fundamentalmente "porque son dedicatorias de
reconocimiento y cariño de seres tan extraordinarios como los toreros.
Ellos sí que son importantes".
Locuaz y con un
lenguaje divertido, el homenajeado recordó su infancia en Argentina,
donde su padre tenía una ganadería de vacas y toros, "naturalmente de
manso", pero advirtiendo: "De haber sido en España, seguro que al menos
hubiera intentado ser torero".
"Ya es más difícil
saber hasta dónde hubiera llegado, pues para mí, ya lo han visto, me fue
más fácil desarrollar la velocidad que quedarme quieto", expresó.
Antes que Di
Stéfano hablaron de él varios personajes, uno de ellos, Angel Luis
Bienvenida, para referir una anécdota familiar en torno a la figura del
homenajeado. "De todos es sabido la afición que tenía mi hermano Juan
por el fútbol -dijo Angel Luis-, tanto que un día se empeñó en llevar al
Papa Negro, nuestro padre, hasta el estadio de Chamartín, algo insólito
pues no era nada partidario del balón. Pero consiguió llevarlo".
"Ese día jugó
Alfredo Di Stéfano, como siempre, genial -precisó Bienvenida-, y a la
salida del campo, dado que el Papa Negro no se pronunciaba, le inquirió
Juanito: ¿qué le ha parecido?"
La respuesta no
pudo ser más elocuente. "Una pena que este hombre no se haya dedicado al
toreo, porque hemos perdido una figura de época".
También un torero
de renombre, Santiago Martín "El Viti", expresó su admiración por el
futbolista homenajeado, "un gran hombre y más, un genio. Fue líder
porque supo hacer a todo un equipo. Y eso es lo importante, tanto en los
toros como en el fútbol: ser líder".
El acto, celebrado
en un hotel madrileño próximo a la plaza de toros monumental de Las
Ventas, estuvo organizado por el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía
Bienvenida, entidad que le nombró Socio de Honor. El presidente de la
misma, el doctor Fernando Claramunt, le hizo entrega al efecto del
diploma acreditativo, placa e insignia correspondientes.
Actuó como
moderador el secretario del Círculo y presidente de la plaza de toros de
Madrid, Juan Lamarca, quien hizo un paralelismo entre la vida de los
futbolistas y los toreros, al tiempo que resaltó la lucha y el coraje en
una y otra actividad, "la gloria en suma de unos y otros".
Otros
intervinientes fueron el periodista Rafael Campos de España, que hizo
una bella glosa poética de Di Stéfano, "máxima figura por su pundonor";
el presidente de "Los de José y Juan", Antonio Tejerina, que se refirió a
la maestría de los titulares de su Peña al compararla con la del
homenajeado.
Y entre los
presentes, muchos famosos. Dos futbolistas coetáneos de Di Stéfano:
Ignacio Zoco y Enrique Pérez "Pachín". Más toreros, como Pablo Lozano,
Diego Puerta, Miguel Báez "Litri", Julio Aparicio, Victoriano Valencia,
Juan Antonio Alcoba "Macareno" y José Manuel Inchausti "Tinín". Los
ganaderos Juan Pablo Jiménez Pasquau y Javier Sánchez Arjona. El gerente
del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, José Pedro
Gómez Ballesteros. Empresarios y apoderados como Pablo Martín Berrocal y
Luis Alvarez. Y varios centenares de aficionados. EFE