José, José Cisneros, ¿por qué no te estás quietecito y
te quedas en tu casita? ¿No tenías otra cosa que hacer que fotografiar a unos
toros en los corrales, y volver a las andadas una vez salen para ser lidiados
en la plaza? Anda que no habrá cosas para aprovechar el tiempo.
Cómprate la Wii y juega al tenis, o aprende a hacer
rosquillas de las monjas o mejor, cómprate diez euros de bosque y piérdete.
Pero no, tenías que estar ahí y joder a
los “salvadores de la fiesta”.
Si es que vosotros, los que os creéis aficionados sois
peores que los anti-taurinos, porque estos se limitan a encadenarse a las
puertas del cielo y ya, o se ponen en pelotas tirados en el suelo. Pero no, tú
y otros de tu cuerda estáis ahí, ahí, sacando punta a las cosas. ¿A quién le
importa que se eche para atrás una corrida y se ponga otra? ¿A quién le importa
que las actas de reconocimiento estén donde ordena el reglamento? ¿Q quién le
importa que toros le han tocado en suerte a cada torero? ¿No os enteráis que
eso da igual, que lo importante es que se dé el festejo y que la gente se
divierta? Que esto no es lo que queréis una panda de nostálgicos exigentes.
Seguid sacando todas estas cosas y al final acabaréis con todo. Y esa panda de
fariseos que tanto te han felicitado, ya les querría yo ver en estas
circunstancias, pero claro, no son capaces de ponerse en la piel del prójimo.
Pero, ¿dónde vamos a llegar? Si es que al final va a
haber que montar ferias en pueblos con toros y toreros que interesen al aficionado.
Si es que esto es el fin. Hay que ayudar a la Fiesta, cada uno tiene que poner
su granito de arena; los toreros a ponerse delante del toro, las figuras del
mojicón con cuernos que les echamos; los ganaderos a traer animales y más
animales y si se les echa la corrida para atrás, pues a callar y a tragar y
además, a esperar para llevárselos a la finca, no vaya a ser que hagan falta y
aun rechazados y todo, haya que tirar de ellos de nuevo y; lo de pagarles, pues
ya se verá, que no todo va a ser dinero. ¡Será por dinero! Pero no, siempre
está el que se pone a contar las cosas feas. Así esto se hunde, ¿no os dais
cuenta? Pero claro, seguro que don José se levantó enfadado y lo paga con el
señor presidente de esta o aquella plaza de toros.
¿Qué culpa tendrá el hombre? Vistas las fotos, tengo
que decir que la capa de los toros, ese gris tan soso, no combina bien con su
entorno. Que os rompéis la cabeza pidiendo a los cárdenos y no, si es que no
pegan con nada, los ven los extranjeros y no saben si son toros de verdad o de
mentira. En cambio, los otros, aunque sean de mentira, parecen de verdad. Y el
precio, ¡puff!!, en el precio sí que no hay color. A ver si ahora uno va a
tener que pagar el que haya ganaderos que
echen de comer al ganado. Que no les den de comer, que no pasa nada, que ya se
ha comprobado que pueden estar más de un día sin comer, ni beber y no se
mueren; por poco, pero no se mueren. Así que don José, que los señores presidentes
no tienen la culpa de que usted quiera ver una corrida de toros y vea salir por
la puerta de toriles seis sardinas enlatadas. ¿No se ciscaría usted en la
palabra dada y que le dieran por ahí a la dignidad y honradez? Pero seguro que
sí, que se ajustaría a esa palabra y preferiría seguir siendo honrado a vender
gato por liebre.
¡Joer tanto honrado! Si hasta habrá rechazado dinero
por no publicar esas fotos, si sólo pretendería que se supiera toda esta
historia para ayudar a que la Fiesta fuera más honesta y con más verdad, si
seguro que se ruboriza ante tantas felicitaciones y enhorabuenas. No me
extrañaría que hasta dejara ya esto de lado para seguir contando sus historias
de campo bravo.
La verdad es que uno, tras ver este listado de
sucesos, hasta está pensando en felicitarle, aunque me fastidie. Pero no lo
haré y, ¿sabe por qué? Porque si cunde el ejemplo, lo mismo entre unos cuantos
más José Cisneros, nos hunden el negocio y nos obligan a volver a aquella
integridad del pasado, porque la gente ya no se dejará engañar. Veeeenga, vale,
enhorabuena y reciba usted mis felicitaciones, pero que sepa que no me hace ni
pizca de gracia tanta honradez. Pero, Joselito, niño… deja ya de joder con la
pelotita.
Gracias Enrique, como has podido apreciar en este pais de libertades ya no se puede ni siquiera llamar a las cosas por su nombre, por lo menos asi nos lo tienes prohibido a algunos, por lo que gracias por tu colaboración. Seguiremos en la lucha aunque tengamos que cambiar de estrategia. Un saludo y muchas gracias.
Texto adaptado de Enrique Martín para De Catafalco y Oro.
Fotos.- José Cisneros.
Toros lidiados en la Plaza de Toros de Ubeda
Grandes aficionados de Linares, desencantados entre el cemento
Estas imágenes no necesitan pie de foto porque
en este Blog entran aficionados de verdad aunque alguna vez se cuele algún tonto de baba