jueves, 7 de mayo de 2015

FINCA CERROPELADO. DONDE EL BUEN TOREO SE APODERA DE LOS SENTIDOS


Hierro ganadero de D. Iñigo Garzón

La placita de tientas en perfecto orden

In crescendo, esta es la palabra correcta que hay que utilizar si queremos hablar de la verdad con la que se toreó ayer el tentadero en esta finca ganadera jienense.

El tentadero corrió a cargo del propio ganadero D. Iñigo Garzón y el novillero albaceteño Diego Carretero a quien acompañaba el Matador de Toros Luis Rubias y el joven empresario Juan Manuel Rodríguez Pintor.

Unas becerras extraordinarias que fueron bravas en el caballo que como siempre monta el extraordinario mayoral y picador de toros Santiago Sánchez, yendo a más durante la lidia y un toreo con mucha expresión, cadencia y naturalidad fue el vivido ayer en las estribaciones de Linares.








A gran distancia, galope, fijeza y humillación, así embistieron las becerras tentadas.

El ganadero D. Iñigo Garzón, volvió a demostrar una vez más ese vínculo existente con las reses que cría, toreando con ese gusto campero que solo los buenos ganaderos saben dar a las faenas camperas cuando llevan el toreo dentro. Llegado este punto después de varios años viendo a Garzón manejar las telas, no sería descabellado que en la provincia de Jaén se organizara un festival taurino compuesto por ganaderos-toreros, donde los cuales aportaran una res de su Hierro, en fin, aquí queda la propuesta.









Al novillero Diego Carretero, una jovencísima promesa de Albacete,  le vimos suelto y con desparpajo, anduvo muy bien con las telas, dando a cada momento los terrenos necesarios a las becerras para que estas con una suavidad y humillación característica, las tomaran con bravura, sin violencia y llegando hasta el final de cada muletazo.









Al final de cada faena, tanto el Matador de Toros Luis Rubias como el novillero con picadores Manuel Rodríguez, un novillero a tener en cuenta y; en menor medida por la seriedad de las becerras, quien les escribe, también pudimos disfrutar de esa bravura criada a pocos pasos de Linares, ese encaste Núñez del Cuvillo, dulce como la mejor miel de flores del campo jienense.

EL MATADOR LUIS RUBIAS










EL NOVILLERO MANUEL RODRIGUEZ











MI MINUTO DE GLORIA










Finalizado el tentadero, he de decir que la habitual tertulia estuvo muy animada, pues como aficionado con más edad de los presentes y el saber de toros, tanto del señor ganadero como del empresario y apoderado Juan Manuel Rodríguez, disfruté lo indecible escuchando hablar de toreros como Juan Mora, Curro Durán, Paco Ojeda, Currillo, así como también de otros grandes profesionales a caballo y criadores de toros, dígase D. Luís Valdenebro.



Aquí y así es como se hace afición, aquí y así es como se aprende a respetar al toro, al mundo que le rodea, a los profesionales sea de la índole que sean; aquí en escenarios camperos como el descrito y así es como esta Fiesta tan singular y tan nuestra tendrá larga y respetable vida.
Hoy hubiera sido el día de la presencia en el tentadero de dos grandes maestros míos, los recordé, José Olid y Agustín Hervás, con ellos presentes, el nivel ya de por sí alto, hubiera alcanzado el Olimpo Encastado que la Fiesta merece.