No cabe la menor duda que la situación planteada es grave y preocupante
desde la óptica del aficionado, el cual es consciente del daño que la empresa
Pagés con su actitud altiva, prepotente, dictatorial y negada al diálogo, ejerce
con respecto a empleados, abonados, público en general y toreros. A lo largo de
estos últimos años esta conducta de la empresa se ha manifestado en muchas
ocasiones y la gota que rebosa el vaso la aportan los toreros al lamentar en
sus comunicados muchas de las reivindicaciones que únicamente la Unión Taurina de
Abonados de Sevilla ha venido planteando desde hace varios años.
Por la reunión mantenida y las conclusiones que se obtienen de la
misma, resulta triste aseverar que la Unión Taurina de Abonados de Sevilla seguirá en
solitario presentando ante la empresa Pagés y la opinión pública la única
posición crítica y razonada respecto a su gestión.
Quienes prefieran seguir de escuderos de la empresa están en su
perfecto derecho, pero luego que no se quejen, porque entonces tenemos lo que
merecemos».
Sevilla 9 de febrero de 2014