Ya pasó la Nochebuena con su Misa del Gallo. Nochebuena, parte de esos días de Pascua, días en lo que de todo hay, días agridulces, de alegría, también de tristeza como no, de ambiente gélido en las calles -hoy ya llueve y el frio se hace presente- de regresos a casa, de turrones y mazapanes, tiempo de lotería -aún nos queda la esperanza del Niño-, de reencuentros, de amigos y cenas. Es un retomar a la infancia ya lejana, tiempo de ilusión para el año venidero en el que esperamos con ilusión la llegada de unos familiares muy especiales, nuestros queridos Reyes Magos.
Las Navidades son las fiestas más importantes y gozosas del año en todo el mundo cristiano. Son una acumulación de fiestas y tradiciones muy antiguas que abarcan desde la fiesta de Navidad propiamente dicha que empieza en la Nochebuena, hasta la fiesta de los Reyes Magos, quedando en medio las fiestas de los Santos Inocentes, la de Nochevieja y, Año Nuevo.
Seguramente que la pasada noche muchos niños vieron colmados sus deseos en cuanto a petición de regalos a Papa Noel, algún familiar o amigo conocido, se encargaría de disfrazarse de "gordo Barbudo", con unos mofletes rojos, debido más a lo que bebe que al frio que pasa volando en el trineo y, presentarse trás la cena para gozo de algunos niños.
Lo siento Papa Noel, los míos y yo, nos quedamos con nuestros queridos Reyes Magos y a pesar de tu leyenda, anglosajona -algo que no me gusta- en estas fechas tan significativas para todo aquel que es y se siente cristiano, me quedo con un precioso cuento de Navidad de un mejicano llamado Federico, el cual dice así:
En pleno Siglo XXI, los Tres Reyes Magos quisieron darle un regalo muy especial a la humanidad:
Melchor: Otorgó la Justicia, pues la ambición del ser humano ha sido tan mezquina, que sin importar la sangre derramada ha invadido, asesinado y violado, para apoderarse de los que por derecho natural a otros pertenece; a la Paz, una de las mayores aspiraciones de muchos pueblos, que padecen la codicia y la tiranía de unos cuantos seres virulentos que han pisoteado los derechos humanos y la Verdad.
Gaspar: Quiso entregar a la humanidad la virtud de la Fraternidad: Un mundo sin divisiones y sin fronteras, sin estructuras jurídicas y solo unido por el amor, por ese sentimiento de solidaridad de quien le duele la pobreza y la miseria de sus semejantes, de quien no tolera el llanto de un niño abandonado, la soledad de un inválido o el olvido de un anciano, un mundo para compartir, no importando la nacionalidad, raza o color.
Baltasar: Otorgó la Libertad, una igualdad que aún hasta nuestros días no es una realidad; la ofrendó para que los seres humanos comprendieran al fin que el color de la piel no hace ninguna diferencia, que la verdad está en el espítiru humano, el cual no se distingue por tinte alguno, siendo el don de la libertad un derecho que hasta Dios respeta.
Los Tres Reyes Magos discutieron sobre la forma de hacer llegar esos presentes a todos los seres humanos, quienes a pesar de haber sufrido guerras, hecatombes y desastres aún no han comprendido los valores universales que deben regir a la humanidad. Finalmente decidieron colocar estos regalos en una estrella en el firmamento que con su luminosidad guiara a los idealistas de nuestros tiempos, para seguir el camino del amor y de la bondad y pidieron a Dios que tocara el corazón de los soñadores: hombres, mujeres, paladines comprometidos con su misión histórica para forjar la Paz de un mundo mejor y ser el origen de una nueva generación.
Habiendo leído esto me pregunto si la insistencia de instituir a Papá Noel en España será debido a que dé una imagen menos religiosa pero del mismo modo más consumista que nuestro queridos Reyes Magos.
Anticristos y antitaurinos deberían saber que el camello está hecho para aguantar varias jornadas sin beber por el desierto, haciendo su viaje hacia el Portal de Belén sin el mínimo maltrato, dejando los niños hierba fresca y agua para que cuando nos visitan en nuestras casas recobren energías.
En cambio los renos de Papa Noel no están hechos para volar y este personaje canoso, barbudo, vestido de rojo, les obliga a ello a pesafr de que uno sufra de vértigos, cometiendo con ello un maltrato animal sin precedentes.
Por otro lado me choca que despuès de haber prohibido en algunas ciudades actuar en los espectáculos taurinos a los enanitos toreros; se apoye masivamente a la figura de Papa Noel, personaje viejo, rechoncho y tirano, que para hacer felices a los niños con sus regalos, quienes trabajan duramente y sin descanso para que este personaje se lleve todos los honores, son precisamente enanos, "Elfos" les llaman y, por si fuera poco, los alimentos que dejan en las casas que visita, al contrario que hacemos con nuestros Reyes Magos, no son para los pobres renos; sino que se los zampa él solito ¡vaya un gordo pachón, soplagaitas!
Los cristianos sabemos que no en vano un pesebre, es la Luz del mundo y que la Estrella que ponemos en todo lo alto del árbol de Navidad con tanta luminosidad significa algo más que un adorno navideño.
La tradición cristiana sigue repitiéndose y los Reyes Magos siguen visitando a todos, niños y mayores de buen corazón, recordándonos que existe el Niño Jesús en nuestros corazones y que además nació Torero, el mejor de los Toreros. Ahora me explico la "cruzada" que se traen algunos en contra de la Cruz y la Fiesta, pero a los enanitos de Papa Noel nadie los defiende de su duro trabajo ¡ver para creer!
Y con permiso de mi gran y buen amigo D. Juan Lamarca, aquí dejo el Villancico "Jesús Torero" del poeta Manuel Benítez Carrasco, grabado en exclusiva para el Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida en la voz de Primitivo Rojas (2009) con la música del pasodoble español "Suspiros de España" del maestro paisano nuestro de Martos (Jaén) Antonio Alvarez Alonso. No he encontrado nada mejor para ambientar este post.
Las Navidades son las fiestas más importantes y gozosas del año en todo el mundo cristiano. Son una acumulación de fiestas y tradiciones muy antiguas que abarcan desde la fiesta de Navidad propiamente dicha que empieza en la Nochebuena, hasta la fiesta de los Reyes Magos, quedando en medio las fiestas de los Santos Inocentes, la de Nochevieja y, Año Nuevo.
Seguramente que la pasada noche muchos niños vieron colmados sus deseos en cuanto a petición de regalos a Papa Noel, algún familiar o amigo conocido, se encargaría de disfrazarse de "gordo Barbudo", con unos mofletes rojos, debido más a lo que bebe que al frio que pasa volando en el trineo y, presentarse trás la cena para gozo de algunos niños.
Lo siento Papa Noel, los míos y yo, nos quedamos con nuestros queridos Reyes Magos y a pesar de tu leyenda, anglosajona -algo que no me gusta- en estas fechas tan significativas para todo aquel que es y se siente cristiano, me quedo con un precioso cuento de Navidad de un mejicano llamado Federico, el cual dice así:
En pleno Siglo XXI, los Tres Reyes Magos quisieron darle un regalo muy especial a la humanidad:
Melchor: Otorgó la Justicia, pues la ambición del ser humano ha sido tan mezquina, que sin importar la sangre derramada ha invadido, asesinado y violado, para apoderarse de los que por derecho natural a otros pertenece; a la Paz, una de las mayores aspiraciones de muchos pueblos, que padecen la codicia y la tiranía de unos cuantos seres virulentos que han pisoteado los derechos humanos y la Verdad.
Gaspar: Quiso entregar a la humanidad la virtud de la Fraternidad: Un mundo sin divisiones y sin fronteras, sin estructuras jurídicas y solo unido por el amor, por ese sentimiento de solidaridad de quien le duele la pobreza y la miseria de sus semejantes, de quien no tolera el llanto de un niño abandonado, la soledad de un inválido o el olvido de un anciano, un mundo para compartir, no importando la nacionalidad, raza o color.
Baltasar: Otorgó la Libertad, una igualdad que aún hasta nuestros días no es una realidad; la ofrendó para que los seres humanos comprendieran al fin que el color de la piel no hace ninguna diferencia, que la verdad está en el espítiru humano, el cual no se distingue por tinte alguno, siendo el don de la libertad un derecho que hasta Dios respeta.
Los Tres Reyes Magos discutieron sobre la forma de hacer llegar esos presentes a todos los seres humanos, quienes a pesar de haber sufrido guerras, hecatombes y desastres aún no han comprendido los valores universales que deben regir a la humanidad. Finalmente decidieron colocar estos regalos en una estrella en el firmamento que con su luminosidad guiara a los idealistas de nuestros tiempos, para seguir el camino del amor y de la bondad y pidieron a Dios que tocara el corazón de los soñadores: hombres, mujeres, paladines comprometidos con su misión histórica para forjar la Paz de un mundo mejor y ser el origen de una nueva generación.
Habiendo leído esto me pregunto si la insistencia de instituir a Papá Noel en España será debido a que dé una imagen menos religiosa pero del mismo modo más consumista que nuestro queridos Reyes Magos.
Anticristos y antitaurinos deberían saber que el camello está hecho para aguantar varias jornadas sin beber por el desierto, haciendo su viaje hacia el Portal de Belén sin el mínimo maltrato, dejando los niños hierba fresca y agua para que cuando nos visitan en nuestras casas recobren energías.
En cambio los renos de Papa Noel no están hechos para volar y este personaje canoso, barbudo, vestido de rojo, les obliga a ello a pesafr de que uno sufra de vértigos, cometiendo con ello un maltrato animal sin precedentes.
Por otro lado me choca que despuès de haber prohibido en algunas ciudades actuar en los espectáculos taurinos a los enanitos toreros; se apoye masivamente a la figura de Papa Noel, personaje viejo, rechoncho y tirano, que para hacer felices a los niños con sus regalos, quienes trabajan duramente y sin descanso para que este personaje se lleve todos los honores, son precisamente enanos, "Elfos" les llaman y, por si fuera poco, los alimentos que dejan en las casas que visita, al contrario que hacemos con nuestros Reyes Magos, no son para los pobres renos; sino que se los zampa él solito ¡vaya un gordo pachón, soplagaitas!
Los cristianos sabemos que no en vano un pesebre, es la Luz del mundo y que la Estrella que ponemos en todo lo alto del árbol de Navidad con tanta luminosidad significa algo más que un adorno navideño.
La tradición cristiana sigue repitiéndose y los Reyes Magos siguen visitando a todos, niños y mayores de buen corazón, recordándonos que existe el Niño Jesús en nuestros corazones y que además nació Torero, el mejor de los Toreros. Ahora me explico la "cruzada" que se traen algunos en contra de la Cruz y la Fiesta, pero a los enanitos de Papa Noel nadie los defiende de su duro trabajo ¡ver para creer!
Y con permiso de mi gran y buen amigo D. Juan Lamarca, aquí dejo el Villancico "Jesús Torero" del poeta Manuel Benítez Carrasco, grabado en exclusiva para el Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida en la voz de Primitivo Rojas (2009) con la música del pasodoble español "Suspiros de España" del maestro paisano nuestro de Martos (Jaén) Antonio Alvarez Alonso. No he encontrado nada mejor para ambientar este post.
Felices Fiestas Navideñas a todo el mundo taurino, alentándoos a todos a inculcar y seguir con nuestras tradiciones y que el Nuevo Año sea para todos de Puerta del Príncipe.