domingo, 19 de agosto de 2018

IV MEMORIAL MANUEL TROYA


En la tarde noche de ayer sábado de conmemoró el IV memorial del grandioso aficionado de Linares componente que fuera de la Peña Tercio de Varas, Manuel Troya.
El acto estuvo rebosante de sentimiento en un ambiente de lo más taurino al cual puso las notas de color la Agrupación Musical 1875 de Linares, la cual fue fuertemente ovacionada, unas ovaciones que con toda seguridad recibiera el homenajeado allá desde donde estuviera contemplando la gratitud con la que el lleno del recinto, un bonito lugar como es la Estación de Madrid en pleno corazón de la ciudad como es el Paseo de la Virgen de Linarejos, estuvo concurrido.


En el acto, familiares como su madre, esposa, hija y hermana muy emocionados pero con la entereza y satisfacción de recordar a un hijo, a un padre, a un esposo, a un hermano tan querido por la ciudad que le vio nacer. Buenas personas todos ellos, no puede ser de otra manera.

Tanto es así que quisieron ofrecer un reconocimiento a uno de los profesores de la sensacional Agrupación Musical, Javi Hurtado, el cual fue el artífice del pasodoble que lleva su nombre, creador de unas notas que inconfundiblemente salen del alma y son tan gráciles, que siempre que son interpretadas con la sensibilidad que lo hacen estos profesores músicos, llegan al alma de Manuel.









Merecido homenaje a un grandioso aficionado a la tauromaquia, porque Manuel Troya lo era en toda su extensión. Manuel Troya no podía entender la tauromaquia sin la búsqueda de la creación artística, la pasión y la verdad tanto del toreo como del toro, entendiendo ésta como la emoción generada ya sea por medio de la bravura, el peligro, el arrojo, la belleza o el dominio, pero principalmente por la sublime e indescriptible vibración que brota de las entrañas del torero y del público cuando se concibe arte en el ruedo ante un toro de verdad.

Prueba de todo ello fue la asistencia al acto de Matadores de Toros como Paco Bautista o José García "El Doctor" y los Toreros de Plata José Luís Díaz o Valentín Rivas, siempre presentes en cuantos actos taurinos se celebran en esta torera ciudad. 
Son sólo algunos aficionados como Manuel, quienes tienen  el privilegio de haber nacido con el don de comprender el arte, Manuel fue uno de ellos, porque Manuel Troya tenía como ideal en el torero precisamente dominar al toro generando emoción, la cual trasmitía a quienes estábamos a su alrededor, siempre, todo ello desde el máximo respeto a nuestra grandiosa Fiesta de Toros.
Decía que había quienes torean bonito y generan placer visual, los había quienes emocionan por el arrojo y valor, pero que torear con arte era otro tema de mayor profundidad tanto en el concepto como en el sentimiento. Que el arte en el toreo duele, es atemporal, desgarra e hipnotiza, a unos los toma por sorpresa, benditos, ya que tienen la sensibilidad y con el toreo la descubren. Hay quienes lo saben y están en la constante búsqueda de esa sensación única, que no se puede reemplazar, no se puede confundir y no se puede tomar a la ligera.  Que el toreo es una profesión muy selectiva en cuanto a la dureza del oficio.
Manuel, tú atesorabas todos estos conceptos y lo más importante; los trasmitiste a quienes te conocimos.
Por todo ello desde este programa de Tendido Diez, nuestro recuerdo y agradecimiento a tu afición, a tu dedicación; pero sobre todo, a tu persona, a la gran persona no que fuiste, sino que eres, porque los que son queridos y recordados jamás se marchan de nuestro lado. Para ti, torero.