sábado, 15 de mayo de 2010

Una Verónica con Autoridad

No podía ser de otra manera, imposible bautizarle con nombre más bonito y más taurino que el de Verónica. Nombre de la bíblica mujer que mitigara el sudor ensangrentado de nuestro Cristo camino del Calvario hacía el Monte Gólgota y por la que recibe el nombre ese majestuoso lance cuando se realiza en su concepto más puro. Esta Verónica además se apellida Oliva y haciendo honor a su apellido ha elegido lucir un terno “verde oliva con tocado en negro azabache” en lugar de hacerlo de “verde oliva y oro” como quizá hubiera sido lo más natural.
Quiero presentarles esta semana como digo en el título de este articulo a toda una Verónica con autoridad. Como ha quedado reflejado, su nombre es Verónica Oliva y pertenece a una de las dinastías toreras más representativas de la tauromaquia de nuestro país, es hija del “viejo” maestro Emilio Oliva Fornell y hermana de los diestros Emilio, David, Abel y el novillero Isaac Oliva Baro.
Cuando hablé con Verónica se paró el tiempo, no puede negar la sangre torera que corre por sus venas y nos habla con pasión de su dinastía y su pueblo, Chiclana (Cádiz), cuna de una de las grandiosas figuras que ha dado la tauromaquia en toda su historia, Francisco Montes “Paquiro”, quien en su época allá por los años 1830 y a pesar de haber vivido solamente 46 años abriera horizontes a la Fiesta y al porvenir de los diestros que le sucedieron.
Su padre el maestro Emilio Oliva, que se presentara en Madrid como novillero un día de Santiago Apóstol de 1960 para estoquear reses de Buendía con Paco Herrera y Facultades. Tomó la alternativa en una corrida nocturna celebrada en el Puerto de Santa María el 11 de agosto de 1962, su padrino fue ni más ni menos que el maestro de Ronda Antonio Ordóñez y de testigo actuó el no menos figura del toreo Jaime Ostos. La confirmó en Madrid un año después precisamente el día en que ahora su hija Verónica celebrará con todo orgullo el día de su Patrona la Virgen del Pilar, 12 de octubre –bonito día para recordar dicha efeméride- su padrino Pepe Cáceres, el testigo Rafael Chacarte, los toros pertenecientes a una de las ganaderías más emblemáticas de la provincia de Jaén, los Flores Albarrán que pastan en la Sierra Morena de Andújar, ya saben ustedes, Santacolomas, por entonces aún no se había creado la “factoría Domecq” y los toreros se medían de verdad, Madrid, confirmación con Santacolomas, y gravísima cogida, alguien da más.
Crónicas añejas de Don Ventura adjetivan a esta figura de la década de los 60 como un valiente donde haya otro. Siendo novillero sufrió una gravísima cogida en Algeciras el año 1961 y al confirmar en Madrid un 12 de octubre de 1962, un sobrero de El Jaral de la Mira le infirió otra herida gravísima en la región peritoneal de tal gravedad que le puso en las puertas de la mismísima muerte, los médicos temieron lo peor y llamaron a un sacerdote para que le administrara el último sacramento. O más bien el penúltimo, porque tras la cornada tuvo lugar su matrimonio “in artículo mortis” con Antoñita, su novia. Quien después de esto siguió vistiendo el traje de luces, puede dar lecciones de valentía al más pintado. De tan improvisada boda nació un hijo al que pusieron también de nombre Emilio, igualmente buen torero y con un buen cartel en la década de los ochenta.
Los aficionados madrileños recuerdan a Emilio Oliva Fornell como un torero valiente. Allá por los años sesenta, el chiclanero toreó mucho en Las Ventas para matar las corridas más duras, de esas que por edad, pitones y peligro las figuras no querían ni ver. Torero catalogado de valor; cuanto más difíciles eran sus enemigos, más se crecía él, y a veces parecía importarle poco cortar una oreja a cambio de una cornada. Fue un torero muy castigado por los toros.
Pienso, estando convencido de ello; que pocos han sido los homenajes que se le han brindado a este matador de toros chiclanero, aunque bien es verdad que en El Puerto de Santa María, plaza emblemática para el maestro donde actuó 11 tardes, cortando 13 orejas y abriendo la Puerta Grande en 3 ocasiones, recibió un merecido homenaje por parte de la Peña Francisco Montes “Paquiro” de su ciudad natal el mismo día que se cumplían 40 años de su alternativa en esa misma plaza ante el toro “jazminillo” cortándole las dos orejas.
En breve, su bella hija Verónica tras haber superado con favorable nota sus estudios formativos en la Academia de Guardias y Suboficiales de Baeza, lucirá públicamente un terno que al igual que el que llevaron los suyos resultan ser lo más representativo de nuestro país, España; pues sin lugar a dudas se puede decir con orgullo que no hay nada más representativo y español que una montera y un tricornio.
Por último quisiera agradecer a Verónica el día tan agradable que me brindó junto a mi familia, compartir una jornada con la representante de una de las dinastías toreras de más solera y poder hablar de toros con verdad y sentimiento, considero es todo un lujo para cualquier aficionado, verdaderamente la experiencia personal ha sido del todo gratificante y nunca la olvidaremos.
Desde estos medios de comunicación le deseamos mucha suerte y lo mejor en esta nueva etapa de su vida próxima a comenzar. Que la Virgen del Pilar junto a la Virgen de los Remedios Patrona de su Chiclana natal estén siempre a su lado y como el deber obliga, a buen seguro sabrá mantener el apellido Oliva con el mismo honor y grandeza que lo han hecho los tuyos.
Verónica, suerte y al toro; y como dicen los toreros al inicio del paseíllo que en pocos días tu comenzarás, que Dios reparta suerte, nosotros te la deseamos.