lunes, 3 de junio de 2013

Granada, Feria del Corpus. Diego Ventura a hombros

Se han lidiado, para esta última de feria, toros para rejones de Luis Terrón, de buen juego en conjunto.

Hermoso de Mendoza, oreja y ovación

Diego Ventura, oreja y dos orejas

Manuel Manzanares, silencio tras aviso y palmas tras aviso.

Ventura. Pleno trance. Llena y transmite; a veces sin artificio
Con la más floja de las entradas del muy reducido cartel del serial de la presente edición, ésta del 2013, Corpus en Granada, ha tenido lugar la Corrida de Rejones; en la que anunciados los dos bastiones de la Torería de a Caballo, Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, vino a completar el cartel Manuel Manzanares de alternativa reciente y bajo la capa protectora, de su preceptor el maestro Pablo. Las reses han sido de la ganadería de Luis Terrón. 
Me permito sugerir, una vez más y si me permiten hasta exigir qué, a partir de cierto nivel en la categoría de las plazas, el toro para rejones en el escalafón superior, deberá presentarse en puntas. Una corrida, como ésta del Corpus, sin tener un arreglo desmedido, se le aminoró de tal forma el trapío, que la emoción trascendía a los tendidos más los caballos que por el Toro en sí; y se quiera o no, se llama también Corrida de Toros. Por otra parte, se acallarían criterios justificados de las ilustres plumas de la información –las bien “pagás”- sobre el tema del despuntado -mutilado dicen- de las reses para Rejoneo.

Esto de Don Luis Terrón Díaz, murube procedente de Carmen Lorenzo Carrasco o séase Capea, ha dado la sensación en la Frascuelo de salirse de la línea murubeña pura. Será por aquello de la personalidad que cada ganadero va imprimiendo a sus reses: encornadura amplia y blanca; más caja y aleonado generalizado, pese a faltarle remate en cuanto a presentación. Vimos las canales en el desolladero y apreciamos que no tenían ni un ápice de grasa; tampoco lo es bueno, un engorde excesivo que aminore movilidad, y por tanto, rendimiento en su lidia. Todos los Toros dijeron, desde el primero al último, por lo que ninguna de las lidias aplicadas resultaron anodinas, simples o fuera de lugar; salvo si exceptuamos, la que por desconocimiento e ineptitud a su primero, ejecutó Manuel Manzanares.



Manuel Manzanares, mira a través de la ilusión. EL REJON

Continuando con Manuel Manzanares, ligando el párrafo anterior, he de decir que se le vio, lo mismo que a Sabinas, falta de oficio –poco trabajo- preparación, y muy desafinado de instrumentación, coro y voz  (Sabinas es un caballo de matar, bonito y muy joven, no apto para ciertas empresas); Pablo Hermoso le sale raudo al quite y le cede en ambos toros para matar a su segunda línea, de matar, Dante, ya preparado para dar la cara en el momento en que su par centauro lo exija.

Dante prestado. A Manzanares le falta para estar en los clásicos. Dante lo está

Un lote desigual en edad y hechuras: El primero cinqueño pasado, caja para algunas arrobas más, muchos pies y reservón que no se dejó castigar, aunque la lidia contraria –no aplicada- pudiese haber sido la solución; mal en todos los terrenos y ejecuciones. Arrebato se le niega. Mazzantini puede, pero el poco sosiego de Manzanares, anulan su buen arte y oficio. En su segundo, lo mejorcito del encierro, tras no ser corrido adecuadamente, ni por delante ni en redondo, le descubre “el punto de partida”, y para con Tomatito colocar tres de los mejores palos de la tarde, de poder a poder, dejándose ver y pasando el pitón con soltura (oasis del desierto) y qué, de haber acertado con el primer rejón, le hubiese supuesto una oreja. Aplaudido en ambos y  aviso a su vez en cada uno.



Don Pablo se siente feliz en Granada. No es nuevo
 
Don Pablo, al que vimos en Madrid perfecto; ayer, tal vez un poco saturado de las largas campañas, tanto española como en América, sin lapsus de descanso, corta la oreja del primero, tras un rejonazo algo trasero para sin puntilla. Ha sido con Napoleón, por delante y en recortes de salida; y las fuerzas vivas de Van Gost, algo bajo de forma-; Icaro una vez, colocando la cara sin pasarse, para traducir en virtud lo que en otras manos pudiese resultar defecto (cosas de Don Pablo); y Pirata, una vez más y en los dos toros, entrando más cómodo dando el pecho en la suerte suprema que en caracoleos, ruedas o ruletas de la mentira. La “liesón” de Churumai, Disparate y Manolete, porqué la hubo, de no ser por el fallo a espadas, pese al mejor Pirata y en el tercio, hubiera supuesto la Puerta Grande. Los tres pinchazos y el rejón muy trasero y perpendicular, dejaron el premio en saludos.


Par Centauro. ICARO-PABLO, a más. La imagen es para recrearse

Habría de ser Diego Ventura, quién abriese la Puerta Grande de la Monumental de Frascuelo en su cierre de Feria del Corpus. La Cigarrera de la Puebla se presenta en Granada para parar en un palmo de terreno, y castigar ofreciéndose, al sumiso de Terrón; Chalana, hermano de padre de Nazarí, debuta en Granada dando paso a las Piruetas de Ordoñez; y nuevamente repitiendo y mejorando la labor de las Ventas en San Isidro La Milagros qué, luce en quiebros de poder a poder, da las ventajas para pasar el pitón al temple y cargando la suerte (prodigio de yegua) para deleite de una plaza en la que se conoce el caballo; aunque trasero el rejón, lleva muerte y se le concede una oreja. Es en el segundo, con el que son las dos orejas, las que inevitablemente la Presidencia algo reacia, por lo trasero y perpendicular del efectivo rejonazo, se ve obligada a su concesión, so pena de un mitin. Todo esto sucede porque Buenavíbora es puro arte y eficacia en redondo; Nazarí, responsable de afinar la lidia, realiza una gran labor corriendo de costado, a dos pistas, por delante, y unos cambios de paso al tranco ligados desde algún galope de costadillo, con entrega y ajuste en los embroques, no ya al estribo, sino muy por delante; y ese Remate a cortas, dos manos y suerte suprema, que debe encararse a su matador para exigirle que mate con ortodoxia, pues en ello encontrará el mejor mérito de la suerte suprema; que para ello, ya se lo hacía El Califa y ahora le ha tocado a él. Dos orejas, que le valen la Puerta Grande.


A dos manos con REMATE. Nos hace soñar con la Suerte Suprema
 
Fuente José Olid. Colaborador de Granada Costa para De Catafalco y Oro.
 

San Isidro 2013. La cámara indiscreta de Javier Salamanca XI


 21º y con gabardina, manda huevos

 Mulillero y señora

 A este se lo cargaron Paco Plaza y su jefe Fernando Robleño

 Aqui  mando yo

 El rizos preparado para descargar su "cuadris"

 Gaspar no suelta el puro ni a tiros

 Grada del 7, alli si dan ceera

 La nueva cuadrilla de Castaño

 Quien son estos

 Samuel, criador de toros bravos

Todos firmes, llega Toño Matilla

Fotos Javier Salamanca. Colaborador de la Comunidad de Madrid para De Catafalco y Oro.

El subalterno Antonio González Padilla, posible ictus tras actuar en Las Ventas

Aplausos 1862    3 de junio de 2013

El subalterno a las órdenes del rejoneador Álvaro Montes pasa la noche en observación del Hospital Gregorio Marañón en Madrid

Por Ángel Berlanga 
"No sentía ni la cara, ni el brazo ni la pierna del lado derecho de su cuerpo", afirma a APLAUSOS el mozo de espadas del torero a caballo.
El subalterno Antonio González Padilla, de la cuadrilla del rejoneador Álvaro Montes, ha sido trasladado esta tarde al hospital Gregorio Marañón de Madrid tras sufrir una parálisis que le ha afectado a distintas partes del lado derecho de su cuerpo.

El de plata, que no quiso pasar a la enfermería hasta que su jefe de filas no completara su actuación de hoy en Las Ventas, podría haber sufrido un ictus, posibilidad que están estudiando a estas horas en el citado centro médico.

Según ha confirmado a este medio Pepe, el mozo de espadas del rejoneador, "Antonio se sentía mal desde esta mañana, que tenía el ojo medio cerrado por una parálisis que ha ido agravándose conforme avanzaba el día. A la hora de la corrida ya prácticamente no sentía la cara pero aun así ha hecho el paseíllo y a pesar de la preocupación no ha querido ir a la enfermería hasta que Montes no acabara con su actuación. Cuando se ha ido para adentro comenzaba a no sentir ni la pierna ni el brazo del lado derecho y los médicos han decidido trasladarle directamente al hospital, donde pasará la noche en observación a la espera de conocer el resultado de todas las pruebas que están efectuándole", afirma, y adelanta: "No hemos podido hablar de nuevo con él, pero sabemos que no ha llegado a perder la consciencia y que los síntomas que presentaba eran propios de un ictus".