EN EL RECUERDO
El mundo del toro rinde tributo a una de las figuras más grandes
cuando se cumplen doce años de una efeméride que se le llevó a la hora
taurina por excelencia.
Familiares de Julio Robles junto a su estatua y el alcalde de la ciudad, Alfonso Fernández Mañueco (Chema Díez)
12/01/2013.- Salamanca evocó la figura de Julio Robles doce años después
de su muerte (14 de enero de 2001) con un merecido tributo en la busto
que preside laplaza de toros de La Glorieta con el fin de reivindicar de
nuevo el arte, al libertad y la cultura de esta fiesta.
Así, el alcalde de la ciudad, Alfonso Fernández Mañueco, quiso sumarse
al homenaje a Julio Robles resaltando la figura del torero, “en su
Glorieta, en su plaza, con los más grandes como Pedro Gutiérrez Moya o
El Viti, su majestad”, dijo.
Mañueco calificó la vida de Robles como de “libertad, de arte y de toros
y por eso respaldamos a este grupo de amigos y aficionados porque la
fiesta de los toros significa libertad y es un derecho de todos los
españoles, independientemente de colores políticos y ubicaciones
geográficas”, señaló.
Para el alcalde de la ciudad, la fiesta de los toros también es “arte y
cultura y por eso apostamos por el reconocimiento de Patrimonio de la
Humanidad y así lo hemos hecho de manera unánime los dos grupos
políticos, siendo la primera capital de España y la segunda ciudad
después de Toro”, apuntó.
También sirvió como reivindicación la importancia dentro de la economía
de este sector, que cuenta con muchos profesionales trabajando en el
mismo, muchas ganaderías y “muchos puestos de trabajo y hoy aquí hay que
reconocer el mundo de los toros y animar a todos los que creen en él
para que apuesten en una línea positiva y creativa, una fiesta por la
que Julio Robles dio su vida”, concluyó Mañueco.
En este homenaje estuvieron presentes, además del alcalde de la ciudad,
toda la corporación municipal con miembros del PSOE liderados por
Enrique Cabero, junto a Santiago Martín El Viti, El Capea, aficionados,
amigos, y como no, los familiares del matador fallecidos hace doce años,
para reivindicar una fiesta que significa “libertad”.
El acto se celebró, como ya es tradición, junto a la estatua que le
recuerda, a las puertas de la plaza de toros de La Glorieta, obra del
artista Salvador Amaya, acompañado de varios pasodobles interpretados
por la Banda Municipal de Música.