He de reconocer y así lo hize público, los “alamares” que tanto el Excmo. Señor Alcalde de la Ciudad, don José Robles Valenzuela y el señor Presidente demostraron con las declaraciones publicadas en el periódico Jaén.
El señor Robles declaró, que el elegido Presidente “haría cumplir todas las normativas vigentes” ya que conoce muy bien el reglamento, así como ratificó el señor Presidente que esperaba estar a la altura puesto que experiencia no le faltaba; puntualizando y esto es lo más importante, cumplir con su obligación “aplicando los mandatos de reglamento”. Al respecto escribí reconocer que era un verdadero regalo para todo aquel aficionado que acude a las Plazas de Toros a sentir, a emocionarse, a llorar si es preciso, viendo como un hombre se juega la vida con verdad ante un animal, el TORO, del cual se está tan ayuno en los últimos tiempos.
Me equivoqué porque como se sigue observando, la mano del hombre sigue haciendo estragos allá por donde pasa, siendo la madre naturaleza y sus animales como el toro víctimas propiciatorias.
Así no señor Alcalde, así no señor Presidente. Tenemos que concienciarnos y conseguir entre todos el cumplimiento del artículo 30º, que esto se nos va con mucha rapidez, no sean parte de ese cáncer interno del que adolece la Fiesta. Luego lloraremos como le está pasando a la afición de Barcelona. Juzguen ustedes mismos.
Me equivoqué porque como se sigue observando, la mano del hombre sigue haciendo estragos allá por donde pasa, siendo la madre naturaleza y sus animales como el toro víctimas propiciatorias.
Así no señor Alcalde, así no señor Presidente. Tenemos que concienciarnos y conseguir entre todos el cumplimiento del artículo 30º, que esto se nos va con mucha rapidez, no sean parte de ese cáncer interno del que adolece la Fiesta. Luego lloraremos como le está pasando a la afición de Barcelona. Juzguen ustedes mismos.
CORRIDA DE D. SALVADOR DOMECQ
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