miércoles, 25 de septiembre de 2013

MUJER Y AFICION

Reivindicar un afecto desmedido por la Fiesta de los toros, renunciado a la idea de la diferencia entre géneros, pero contando con la presencia mayoritaria masculina en el orbe taurino, resulta tarea complaciente si partimos de las siguientes premisas:

Si nos exalta la aparición solemne en los ruedos, de un animal único, sagrado.

Si nuestras voluntades pierden la cordura por ver Torear con mayúsculas, empleando los cánones fundamentales de Mando, Poder, Inteligencia y Gracia. Conduciendo e imponiendo la voluntad del hombre frente al fiero animal, con lidias completas, donde la emoción sea protagonista única.

Si morimos por ver citar a un Toro de lejos, cruzarse al pitón contrario, cargar la suerte...
Si manifestamos, incansables, nuestra perplejidad y rechazo ante la presencia de un animal "colaborador", consecuencia de una alquimia consentida y concertada.
Si soñamos con mejorar en la vida y en el Toro, aún desde bitácoras osadas, desdeñando corrientes de opinión decididas a medrar cómodamente yacentes sobre un colchón acribillado por el infundio...
No somos pues tan diferentes: Somos aficionad@s y punto!.

Atrás dejamos la presencia ornamental, decorativa, la apariencia por la honestidad y el disfrute por el respeto.

Y, aunque sigamos pisando terrenos "pantanosos", no hayamos sido capaces de "ponernos delante" o "bajar" a la arena, tenemos alma torera!.

Sirva pues, como reconocimiento a quienes persiguen un sueño, mantienen un legado con agallas, lejos de sucumbir ante el desánimo y la indiferencia. Con la esperanza en la lucha por una idea romántica de vida y muerte.
Y a UDS. Señores, que nos comprenden tan bien!

Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Región de Murcia para De Catafalco y Oro.