domingo, 26 de junio de 2016

NOVILLADA EN NAVAS DE SAN JUAN EN EL TOREO NO EXISTE LA CASUALIDAD


Ayer se celebró la novillada prevista en la Feria de Navas de San Juan, una bonita localidad perteneciente a esa parte de Jaén denominada El Condado.


En la misma se lidiaron 6 novillos de las ganaderías jienenses de Juan Pablo Jiménez Pasquau (1), el lidiado en primer lugar, “El Cotillo” (3) los lidiados en 2º, 4º y 5º lugar) y Enrique Ponce (2) los lidiados en 3º y 6º lugar.
En cartel los becerristas Juan José Romera que sustituía al anunciado Alfonso Ortiz, Pedro Gallego, Curro Castillo, Juan Melchor y Antonio Luís Risoto.
Extraordinarios los novillos lidiados, muy bien presentados de cara, con trapío y cuajo. Algo de menos juego el lidiado en primer lugar de Jiménez Pasquau aunque del mismo modo que el resto, tuvo nobleza. Los de la ganadería de Hnos. Collado con el Hierro de “El Cotillo” bravos y nobles pero eso sí, no siendo en ningún momento lo tan conocido dentro de la torería como es “el tonto el bote”, fueron novillos exigentes que pidieron en todo momento a los novilleros estar en el sitio adecuado, medir las distancias y sobre todo hacerles las cosas por abajo y con mucha suavidad. De los dos de Enrique Ponce, mejor el lidiado en último lugar, un novillo que a diferencia del resto de los lidiados, este sí dejó que lo toreasen a placer, siendo bravo, muy noble y poco exigente, aunque bien es verdad, al final de la faena quiso rajarse.  
Pues sí, en el toreo las casualidades no existen, por eso hoy quiero hacer una crónica, no crítica, del festejo de Navas de San Juan. Y no quiero hacer crítica por la sincera razón de que a mi edad, habiendo y siguiendo poniéndome delante de una res cualesquiera cuando me es posible, tenga que escuchar, resumiendo, que hago críticas que no se ajustan a la realidad; por lo que hoy y sin ejercer de periodista, ya que eso no es otra cosa que escribir y que se lea lo que algunos no quieren escuchar, me limitaré a hacer un resumen de lo acontecido desde el punto de vista de aficionado, resaltando lo mejor y obviando lo que no fue.
Ya les he descrito lo que fueron las reses lidiadas ayer en Navas de San Juan, en resumidas cuentas una novillada de lujo que en manos de auténticos chavales que quisieran ser toreros de verdad, hoy estaríamos hablando de un acontecimiento de indudable suntuosidad; pero no fue así.
Los dos únicos chavales que demostraron querer ser toreros fueron Juan Melchor, de Vilches y Antonio Luis Risoto de Navas de San Juan; y así hay que decirlo hoy, en un breve plazo de tiempo será este mismo quien nos dé la razón de lo que estoy diciendo, aún con las dudas lógicas que puedan ocasionar los dos triunfadores de ayer, que también pudiera pasar en este difícil mundo del toro.
Tanto Juan Melchor, un chaval que lleva muy poco toreado y que tantas eran las ganas de triunfo que estuvo en novillero; y esto cualquier aficionado sabe a lo que me estoy refiriendo, tan en novillero estuvo que el pánico en la plaza se hizo presente cuando al entrar a matar a su novillo fue prendido y al caer sobre el albero, quedó inerte, sin conocimiento, tendiendo que ser sacado del ruedo auxiliado por las cuadrillas y dejando un run run que como digo, no sonaba nada bien. Rápidamente fue atendido por el magistral Dr. Fuentes y Juan Melchor muy aplaudido por el público le vimos aparecer en busca de las dos orejas que se había ganado a ley ante el novillo nada fácil de “El Cotillo”.
A este novillero de Vilches, aunque por su poco rodaje y experiencia no pudimos verle cuajar una faena ligada al uso, le vimos detalles muy toreros, tiene quietud, sentido del temple y la distancia y sobre todo seriedad en lo que hace, algo muy importante, habrá que seguir viéndole en otras actuaciones para ver que lo de ayer no fue casualidad.














Lo que no es casualidad es lo de Antonio Luis Risoto, cada tarde que hemos visto torear a este jovencísimo torero de Navas, henos podido constatar que su entrega y forma de concebir el toreo va en aumento, despacito pero sin pausa, como debe ser.
Ayer Risoto volvió a demostrar su quietud, su rápida visión de la distancia que hay que tomar frente a los novillos, torea con templanza y corre la mano con una suavidad poco frecuente en un novillero que ha toreado tan poco, pero lo que más me llama la atención es la forma tan natural que tiene de desarrollar su toreo, esa naturalidad señores, esa naturalidad no se aprende ni con el mejor de los maestros, esa naturalidad se lleva, es innata en la persona y quizá sea esa, la virtud que hace que este chaval haya dado en Navas la ilusión de que puede haber un torero grande.


















Destacar también a las estupendas cuadrillas que ayer acompañaron a todos los novilleros, “Niño de la Yedra”, “Perucha”, Mario Campillos, “El Ruso”, Antonio Olivencia, “Ecijano”, David Lorente y el resto de componentes que estuvieron en todo momento muy pendientes y bien colocados sobre el albero, algo que hay que destacar y hacer constar, ellos también forman parte muy importante, a veces hasta del triunfo de los chavales por su forma de lidiar a los novillos, así que un aplauso para todos ellos.










Para finalizar decir que, nos quedamos en Navas sin festejos con caballos a causa de una normativa nefasta como es el Reglamento de Andalucía, que como siempre, la mayoría de cosas que toca esta clase llamada “política”, lo corrompe, pero bueno, como aficionado espero que la buena clase, la taurina, llegue a ese momento de dar un golpe sobre la mesa y ponga las cosas en su sitio como así la sociedad española del mismo modo ponga a estos “servidores de la sociedad” que se creen “Reyes Midas”, entonces será cuando esto funcione de verdad. De todos modos decir que en Navas, como aficionado que es como he dicho y he hecho esta crónica, hemos asistido a un festejo que ha valido la pena, felicidades.