jueves, 1 de noviembre de 2012

Un "Haloween" muy español


En esta época otoñal el ambiente campero al igual que su entorno, cambia de color. Un ambiente cubierto de colores cálidos y tonos ocres, nos confiere un paisaje que aun careciendo de la luminosidad primaveral no deja de ser una delicia para los sentidos. Llegado este tiempo, los días se acortan siendo la luz más tenue, es cuando los árboles se desprenden de sus hojas cambiando su atuendo habitual disponiéndose para el duro invierno.

Paradójicamente el ganado bravo barrunta también la estación venidera e igualmente se prepara vistiendo un “abrigo” que aunque deslucido por su tosquedad y conocido en el argot taurino como “pelaje de invierno”, se desprenderá de él a la llegada de la primavera para volver a lucir esa piel fina, tersa y brillante que caracteriza a las reses de lidia. Resulta paradigmático observar como Dios -a pesar de que según el anuncio de aquel autobús “probablemente no exista”- aparte de hacer las cosas perfectas hizo que tuvieran sentido. Antes de que ese tiempo vuelva a dar savia nueva y esplendor tanto al campo bravo con su olor a jara, menta o tomillo así como a las reses que en el pastan, aprovechamos estas agradables temperaturas otoñales para seguir disfrutando del toro bravo de una manera diferente.

La Garza, aparte de ser un enclave perfecto para curarse de males, es toda una delicia para charlar de toros, entre otras cosas porque si eres un poco fino de olfato, te llega el olor a toro bravo que se cría a pocos metros del lugar, además de poder divisar la finca ganadera de don Ramón Segura.

Cualquier fecha es ideal para charlar de toros con el maestro Bautista, pero en estas fechas resulta especial al ser unos días donde podemos degustar de nuestras tradiciones y su “anti producente” gastronomía, y como si de otra religión se tratara adoramos al TORO ¡Viva el carácter español! el auténtico, el genuino y, no el que muchos quieren implantar con ese haloween yanqui.
  

Seguramente moriré de un infarto y cargado de colesterol, pero moriré con mis tradiciones y mi fe, si ocurriera por estas fechas lo haría harto de “gachas, buñuelos, huesos de santo” y buen aguardiente y por encima de todo, con mi afición a los toros. Ni quiero ni espero ningún Mrs. Marshall.



 Preparando la barbacoa

 Tertulia de amigos en el bonito salón del chalet
Este es el mejor termómetro para saber como funcionamos de salud.
Por lo tanto, fenomenal.
¡Que buen dia de Todos los Santos!

MADRID: FIRMADO NUEVO CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE ESCUELAS TAURINAS DE MADRID Y SAN CRISTÓBAL, Y CÍRCULO BIENVENIDA  ESPAÑA Y VENEZUELA.


La Concejal Paloma García Romero, presidenta del Patronato, y el director de la Escuela el diputado de la C.A.M. Tomás Serrano, firman el Convernio con Juan Lamarca, Nelson Hernández y Nilson Guerra / Fotografías la Loma/
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Ingresa en la Escuela el alumno tachirense Jesús Enrique Colombo
 FIRMADO NUEVO CONVENIO DE COLABORACIÓN ENTRE ESCUELAS TAURINAS DE MADRID Y SAN CRISTÓBAL,  Y CÍRCULO BIENVENIDA ESPAÑA Y VENEZUELA
El finiquitado anterior acuerdo trajo a España al novillero Fabio Castañeda

 Acto formal de la firma del Convenio

La Escuela de Tauromaquia de Madrid ‘Marcial Lalanda’, la Fundación Escuela Taurina de San Cristóbal (Venezuela) y las secciones del Círculo Bienvenida de España y Venezuela han suscrito hoy un convenio de colaboración por el cual alumnos de ambos centros cruzarán ‘el charco’ para formarse durante el curso 2012/2013 en España y en el país caribeño, respectivamente.
El acuerdo, promovido y canalizado por el C.T.A.D.B., oficializa el “intercambio de estudiantes para la preparación del arte del toreo, potenciar y fomentar la profesionalización de la Tauromaquia en ambas plazas, e incrementar los lazos de fraternidad entre todas estas instituciones”.
Ambas escuelas se comprometen a financiar durante este curso los estudios de los alumnos que se intercambien, así como “los soportes técnicos y didácticos necesarios para su preparación”. De momento los beneficiarios de esta iniciativa son dos aspirantes a toreros, uno por escuela, “pero se trata de un primer paso de lo que esperamos sea una creciente y fructífera colaboración”, afirmó Paloma García Romero, concejal del distrito de Tetuán y presidenta del Patronato de la Escuela de Tauromaquia de Madrid ‘Marcial Lalanda’ por delegación de la alcaldesa de Madrid.
“Es una especie de programa ‘Erasmus’ para toreros, aún modesto, pero fundamental para intercambiar experiencias y enriquecer ese patrimonio común que es el arte del toreo”, añadió durante la firma del convenio en la Venta del Batán (Casa de Campo), sede de la ‘Marcial Lalanda’. Rubricaron también el acuerdo Nilson Guerra Zambrano, en nombre y respresentación del ausente Manuel A. Ordóñez Rincón presidente de la Fundación de la Escuela Taurina de San Cristóbal, y los representantes de las secciones española y venezolana del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida, Juan Lamarca López y Nelson C. Hernández Ramírez, respectivamente.
Fueron testigos de este importante acto le director de la escuela Tomás Serrano Guío, los profesores Joaquín Bernadó y José Luis Bote ,y los directivos españoles Felipe Díaz Murillo -anterior director de la Escuela de Madrid- y Gustavo Blázquez.
Al mismo se sumaron los alumnos Jesús Enrique Colombo y Jesús Mejías.

 Nelson IHernández impone la Insignia de Círculo a Paloma García Romero

  Nelson IHernández impone la Insignia de Círculo a Tomás Serrano
 El niño Colombo ya es alumno de la Escuela de Madrid
 La Presidenta del Patronato de la Escuela de Tauromaquia se dirige a los asistente
Colombo, Nelson Henández, Tomás Serrano y Javier Hurtado
 Nelson Hernández junto a los alumnos y el maestro Bernadó
 El directivo Gustavo Blázquez siempre con la muleta y el fundó  a mano
junto al alumno Jesús Mejías y el director Tomás Serrano
 Felipe Díaz Murillo, ex-director de la Escuela y directivo del CTADB
con Juan lamarca, Nelson Hernández y Javier Hurtado
 Felipe y Bote grandes artífices de la escuela con el niño Mejías
 Magníficas instalaciones


Nelson Hernández, Joaquín Bernadó, Paloma García Romero, Juan Lamarca, Nilson Guerra y Gustavo Blázquez
Juan Lamarca con el maestro Bernadó