Mucho se ha escrito y hablado sobre la vida artística y la muerte de Francisco Rivera “Paquirri” desde aquel fatídico 26 de septiembre de 1984. Todavía hoy cuando se cumple el 27º aniversario de su muerte continúa originando polémica sobre si se hubiera podido evitar la trágica muerte de un hombre en las circunstancias que aconteció su mortal cogida y las imágenes sobrecogedoras de un hombre poniendo orden ante la mismísima cara de la muerte con unas palabras que siempre quedarán en la historia: «Mi experiencia profesional me dice que esta cornada tiene, al menos, dos trayectorias... una 'pacá' y otra 'pallá'... Hagan lo que tengan que hacer... estoy en sus manos. Tranquilos, ¿eh? Quiero un vaso de agua».
Para qué decir nada más de este torero, sus últimas palabras son suficiente ejemplo para explicar la clase de torero y de hombre que era Paquirri. Que Dios lo tenga en su Gloria, maestro.