Como dice este gracioso gato, este año para muchos,
hipocresía barata es verdaderamente decir Feliz Navidad o quizá sea la
costumbre, una que al menos nos queda de las tantas que poco a poco y por
desgracia van desapareciendo.
El caso que este gatito me ha hecho recapacitar con
la Navidad y a pesar de todo, aunque sea hacerlo por costumbre, quiero desear
una Feliz Navidad:
Feliz Navidad a esa generación, que nació
en los 60. A la que llaman década prodigiosa.
Feliz Navidad para todos aquellos que aunque no
quisieron cursar estudios superiores se forjaron una profesión desde muy
jóvenes y desde muy jóvenes llevan cotizando a la Seguridad Social para que
ahora quieran privatizarla y aunque a primera vista parezca ser solo privatización
en cuanto a su dirección y administración, a la larga como ha pasado con tantas
otras privatizaciones, pueda ocurrir que tengan que pagar hasta una “tirita”
que les haga falta, después de llevar al menos 40 años cotizados a fecha de hoy, quedándoles aún más de una
década para poderse jubilar.
Feliz Navidad a esa generación que solo supo
trabajar y ahorrar a pesar de su bajo salario y teniendo como consejeros de los problemas laborales a un único sindicato, aquel que llamaban “Vertical” y al que a diferencia de hoy, no había que abonar cuota alguna -claro que para el caso es lo mismo o peor, porque hoy te echan a primeras de cambio- así y todo supieron salir adelante con sus alegrías, sus fracasos y todos los problemas laborales que el que más y el que menos tuvo que padecer.
Feliz Navidad a esa generación que aunque jugaron
con las peligrosas flechas hechas de varillas de paraguas, canicas de cristal,
policías y ladrones, espadas y escudos de madera, cometas hechas con papel de
seda y caña; así como a mucho futbol en plena calle aún sin asfaltar, con
porteros entre dos ladrillos de cualquier obra cercana o a la maquinita de
bolas si eras un poco afortunado aunque solamente costara 1 peseta la partida.
Muchos y variados juegos, muchos menos con las “muñecas” porque era y es cosa
de niñas, aunque hoy lo quieran disfrazar y dejémoslo aquí. Esa generación ha
sabido ponerse a la altura de las circunstancias y del mismo modo en la
actualidad “tocan” las nuevas tecnologías a pesar de que algunos a sus 50 años
y poco más, ya les llamen “viejos” en sentido despectivo ¡ay si supieran el
valor de la palabra “viejo” por mayor, “maestro” por profesor y tantas otras
que harían interminable la lista!, pero bueno, tendrán razón, hoy verdad es
que……… se está mejor preparado.
Feliz Navidad a todos los que en contra de lo que
pasa en la actualidad, disfrutaron de la compañía de sus padres hasta los 4 o 5
años.
Feliz Navidad a todos los que la Real Academia
Española de la Lengua, les enseñó que el género masculino no tenía nada que ver
con el “sexismo” y se pluralizaba utilizando ese género, cuando la palabra
“padres” incluía a padre y madre, “compañeros” tanto a hombres como a mujeres,
etc., etc. Eso sí en una presentación se comenzaba con Señoras, Señores y
hablando de usted, algo que precisamente hoy ha desaparecido en general por
culpa de la evaporación de los estrados en las aulas.
Feliz Navidad a todos aquellos que mientras Vietnam
estaba en guerra, ellos seguían jugando a las canicas y hoy después de pasados
50 años y mucha organización “pacifista”, además de seguir las guerras, son sus
propios hijos los que forman parte de esos mortales escenarios.
Feliz Navidad a aquellos que tras cada entrada y
salida del instituto -cuando se iba a clase por las tardes- se fumaban sus
primeros cigarrillos, Mencey, Bonanza, Goya, Rumbo, Fetén, Mecánicos, el rubio
Bisonte o los Celtas cortos sin boquilla a peseta los tres cigarrillos, el
paquete de 20 cigarrillos costaba un duro, 5 pesetas o lo que es lo mismo, 20
reales, sin que nadie les dijera que el tabaco mataba, como mucho, cuando uno
tosía mucho, se le decía en son de guasa… ¡Fuma, fuma!
Feliz Navidad a quienes no preguntaron a sus padres
lo que era la “prima de riesgo”, el IBEX 35 o lo más penoso, un desahucio; y
solo se preocuparon de jugar y estudiar -aunque solo fuera con un solo libro- o trabajar llegada la edad, para
forjarse un futuro, un futuro que a muchos, hoy se lo están dilapidando a pesar
de abonar las cotizaciones más altas.
Feliz Navidad a todos los que como yo pertenecemos a
la llamada “Década Prodigiosa” y no a la década de pérdida de valores que nos
han traído, no solo los políticos…………
Es Navidad, hagamos un pequeñísimo examen de
conciencia a pesar de estar del mismo modo la religión por los suelos y, con
toda seguridad obtendremos una respuesta.