lunes, 10 de febrero de 2014

José Ortega López 'Orteguita', una vida entera en los ruedos

Esperanza Ortega Almanza, es una buena amiga de facebook, persona de buena fe, creyente y taurina por los cuatro costados.
Esperanza me habla de un tío suyo que fue torero y del cual dejo aquí una pequeña información para todos aquellos aficionados que unos, lo hayan conocido y los que asi no sea, puedan ahora conocer a este torero de Cádiz.

Último de Filipinas del toreo gaditano y criado en el barrio de Santa María, se han cumplido las bodas de oro de su presentación en la plaza de Cádiz en 1962.


José Ortega López es uno de los últimos toreros de Cádiz y cumple cincuenta años desde su presentación en el coso gaditano.


Hijo de un remachador de Astilleros, Ortega nació en la viñera calle Trinidad, pero con apenas un año emigró al barrio gitano y torero, Santa María: "A la calle Botica 22, donde los estraperlistas. De niño oía eso de que tiene más dinero que un torero y desde entonces me apunté a ser torero".

Orteguita, primero de la derecha

En Cádiz no había otra escuela que el Matadero "allí toreaba yo por las noches con Falingui y Antoñito Rubio, cuñado de Chano Lobato". Y por España los capeos. "me puse por vez primera delante en Niebla en 1948. En los capeos salían gordas y luego dábamos el mango pasando el guante" cuenta mientras enseña su primer dinero ganado en aquellas talanqueras: un billete de dos pesetas.

Fue compañero de fatigas en los capeos de El Nono, hoy Andrés Vázquez. Como estaba siempre buscando oportunidades por España no pudo debutar en Cádiz hasta 1962. Incluso por esos ruedos toreó vestido de indio con el Chino Torero para poder dar unos muletazos: "por fin en Cádiz me puso el delegado gubernativo que era Antonio Reina Oporto, y Nicolás Lucero, del Bar Lucero rifó un reloj para ayudarme". 

Hasta que decidió hacerse banderillero y se estableció en Madrid: "en la calle Victoria, donde se caía una moneda de cinco duros y se perdía hasta el ruido. Dice que siempre toreaba con Villegas; ¿Qué Villegas? "El primero que llega". Porque Orteguita tiene ángel, esa salada gracia antigua de Cádiz: "Ser de Cádiz es un privilegio. Yo siempre de Cádiz, en todas partes, Orteguita de Cádiz".

Y una larga carrera en los ruedos de España y América, hasta que toreó la última en Riaza en 1987. Centenares de tardes, tanto de tercero como de lidiador, hasta terminar de auxiliador en las corridas de rejones: "es que con cincuenta años ve uno un par de banderillas y es como si viera al diablo" Por eso estuvo los últimos cinco años con Curro Bedoya.

Es más fácil preguntarle con quien no ha toreado; ha ido con muchos, desde Aparicio padre hasta El Platanito, pasando por Antoñete, Fernando Tortosa, Vioque, Manili, Currillo, Mendes, los Girones, Fuentes, Curro Luque, Cruz Vélez, Antonio José Galán que fue con quien primero toreó en América... 

Desde entonces, todos los inviernos a América con la empresa de Jerónimo Pimentel: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú... "A México solamente he ido a llevar sementales, pero he vivido el toreo allí".

Solamente calla y se emociona cuando se le pregunta cómo ve el futuro taurino gaditano y evoca sus primeros tiempos: "yo me puse delante con mucho valor cuando quería ser torero. Me cogió la explosión de Cádiz en el Cine Delicias, viendo una película de Charles Boyer, Otra vez juntos. Me caían las vigas alrededor ardiendo y tuve suerte. Después de aquello ponerse delante de un toro no podía ser peor. Tuvimos que dormir en el Campo del Sur".

Tras medio siglo de su presentación en Cádiz, con Rafael Jiménez Márquez y El Giraldeño, cuarenta años en los ruedos, evoca sus vivencias en Madrid con Carlos Miranda, Pericón padre e hijo, Manolo Brihuega, Antonio Lorena, Manolo Bernal "Bahía", Cigarrito, Caramelito, Luis el Compare, Manolo el Flecha o el clown Popey, embajadores en la corte de una forma de ser de Cádiz que ya se ha perdido para siempre.

A Orteguita se le mojan los ojos y se le quiebra la voz sabedor de que el toreo en Cádiz ha naufragado y no hay profesionales que rematen en los carteles su nombre con un "De Cádiz". Tu has tenido ese privilegio José.


HERRADERO DE “ARRANES” EN LA GANADERÍA DE FERNANDO MADRAZO ARRANZ

Mañana fría en el Campo Charro, la noche anterior, agua a cantaros en “El Gustal de Campocerrado”, allí quedan unos pocos “Arranes” descendientes de aquellos que dieron tardes de Gloria al campo bravo Salmantino en otros tiempos, ahora las modas van por otro lado, Don Fernando Madrazo Arranz y su familia los cuidan con mimo y mucha afición.
 @cartujanillo pone el hierro

 Alexis Sendin, novillero charro

 El fotógrafo, mi pastor atento

 El ganadero y la señal de oreja

 El Hierro ganadero en el cajón

 El Rizos, en plena faena

 El veterinario, J. Escudero

 Hierro de Fernando Madrazo Arranz

 Los tios de la vara

 Mañana nublada en Campocerrado

 Mirada desafiante

 Rodri el mayoral con los hierros

Torocharro, tomando notas en su famosa libreta

Treinta animales han sido marcados con este hierro Charro, uno de los pocos que tiene esta sangre en la cabaña brava Española, ayudando familiares y amigos, entre ellos el novillero Alexis Sendín y no podía faltar un seguidor de esta sangre @torocharro que tomaba buena nota de todos los movimientos de los Arranes, antes y después del momento de ser herrados, alguno incluso se revolvía tras salir del cajón contra los que antes le habían marcado.

Deseamos toda la suerte del mundo al ganadero y esperamos que siga con los Arranes por mucho tiempo.

Fuente y Fotos.- Javier Salamanca.- Colaborador de la Comunidad de Madrid para De Catafalco y Oro.

VALDEMORILLO: EL BUEN TOREO DE PAULITA