Se celebró con un resultado
extraordinario el último tentadero de esta temporada con la tienta de tres
becerras y dos machos que se probaron para sementales.
El torero invitado en esta ocasión fue Diego Silveti,
miembro de la cuarta generación de toreros de este nombre, ya que es bisnieto
del León de Guanajuato, nieto de Juan Silveti, sobrino de Alejandro e hijo del
Rey David, por supuesto nos referimos a David Silveti, quien fuera ídolo
indiscutible de la afición mexicana.
También estuvieron invitados los hermanos José Mª y
Antonio Garzón Mergelina, empresarios de la Plaza de Toros de Badajoz, apoderados
del torero mexicano y ganaderos del Hierro de Hnos. Garzón Mergerina, reses que
pastan en la Finca Barbuan, del término municipal de Morón de la Frontera
(Sevilla).
Extraordinarias las tres becerras tentadas, aunque
sobresaliendo para el torero esta primera donde vemos tanto al diestro mexicano
Diego Silveti como al resto de intervinientes en el tentadero, su banderillero
Vicente Varela, los hermanos Garzón y quien les escribe, dando unos muletazos a
una becerra que no se cansó de embestir y la cual solo veía muleta,
desplazándose, eso sí, con la dulzura que como denominador común tiene esta
ganadería.
Las becerras en los corrales
Los dos novillos en las corraletas
Diego Silveti las pone en el caballo
Asi de bien embistieron al caballo y picó Santiago Sánchez
Quite del maestro mexicano
Diego Silveti con la muleta
El ganadero José Mª Garzón
El ganadero Antonio Garzón
Unos muletazos mios
El banderillero Vicente Varela
En segundo lugar se tentó un bonito novillo
chorreao, con cara, presencia y unos pitones acaramelados y limpios. Un novillo
que entró repetidas veces al caballo de largo a la voz del picador Santi
Sánchez, que como siempre hace las labores de tienta en esta finca. En la
muleta demostró del mismo modo bravura y sobre todo mucha nobleza, Diego
Silveti lo entendió muy bien y estuvo sensacional con este ejemplar de Iñigo
Garzón. Del mismo modo que con la vaca anterior, tanto el banderillero Vicente
Varela como yo, tuvimos la ocasión de dar unos muletazos, disfrutando mucho
delante de la astifina cara de este buen novillo de Garzón.
En tercer lugar tentó una becerra el ganadero D.
Iñigo Garzón, que como saben todos los que siguen este Blog, es uno de los
ganaderos que forman parte de ese grupo, el cual, como antiguamente se daban
bastantes casos, gustan torear sus ejemplares; uno de ellos y del cual el
propio ganadero nos ha hablado en varias ocasiones por la amistad que le une a
este otro grandioso ganadero, es D. Javier Arauz de Robles.
Esta becerra, como podemos ver en las imágenes, fue
otro ejemplar bravo y con nobleza donde D. Iñigo Garzón pudo estirarse en unos
buenos naturales y demostrar ese toreo tan puro y campero que atesora.
Nuevamente en esta becerra pude dar unas tandas
donde me sentí sensacional ante la dulce embestida de la misma.
Y vamos con el protagonista de la tarde. Este
novillo, de una de las mejores ramas de la ganadería, como era de esperar, no
falló, he de decir y no lo digo a toro pasado, que cuando vi los dos novillos
en las corraletas apartados, fue el que más me gustó, su comportamiento, mirada
y otras observaciones respecto al novillo chorreao, así me lo hizo presagiar y
así fue; algo que como aficionado y después de llevar varios años acudiendo a
esta casa ganadera, me alegro de haber, creo, aprendido algo.
Pues como digo, este novillo fue excepcional en
todos los aspectos, aunque como declarara tras su prueba tanto torero como
ganadero, fue un novillo exigente, trasmitía unas sensaciones que llegaban a
todos los que allí estábamos, como dijo el propio Silveti, a pesar de su
nobleza, no era el típico novillo que de salir a una plaza de toros podría
decir cualquiera “yo me pongo delante de ese toro”. Bravo, noble este novillo
pero nunca alcanzando esa nobleza convertida en sosería, sino que el novillo,
el cual pedía todo por abajo, fue cada vez a más, entregándose como se entrega
un toro bravo, con nobleza, bondad y luchando hasta el final.
Otro novillo al cual tanto el banderillero Vicente
Varela como un servidor de ustedes, tuvimos la ocasión de dar unas tanditas de
muletazos disfrutando de un animal extraordinario.
Midiendo la bravura de este bonito ejemplar
Diego Silveti rematando una buena serie
El ganadero D. Iñigo Garzón ante su novillo
Aprendiendo a torear
Vicente Varela en una buena tanda
La última becerra fue José Mª Garzón el encargado de
su tienta, una becerra que ya declinando las luces del día y a punto de
aparecer esa antiguamente llamada “chivata”; fue del mismo modo brava en el
caballo y noble en la muleta, una becerra que fue cada vez a más en sus
embestidas, tomando la muleta con el hocico por el suelo, desplazándose larga y
dejando al ganadero colocarse para citar de nuevo y ligar tandas de hasta seis
y siete muletazos. La verdad, puede decirse que este año hemos vivido unos
tentaderos de auténtica calidad, ahora queda saber cuántas de las becerras
tentadas serán aprobadas para madres por el señor ganadero para continuidad de
la ganadería y ver sus productos en una Plaza de Toros.
Para finalizar esta temporada de tentaderos, como es
costumbre en esta casa, el señor ganadero ofreció un suculento ágape a todos
los invitados, dando lugar a una tertulia taurina que como siempre estuvo llena
de ese sabor y saber taurino tan distinto al que normalmente se siente en las
sedes taurinas a principios de temporada. Aquí todo es distinto, desde el
matador de toros, pasando por el picador, banderillero y el propio ganadero, te
hacen ver las condiciones de las becerras o novillos tentados. Vivir el sabor
taurino en el campo es distinto a todo, es algo indescriptible, solo puede
sentirse, y eso…….., es tan personal.
El ganadero Garzón y el maestro Silveti comentando
Con Diego Silveti
Disfrutando de una agradable velada entre amigos
Pues hasta aquí los tentaderos de este año en
Cerropelado, ahora disfrutaremos de alguna que otra visita en el campo y
esperar hasta el otoño, época que empezaremos con el herrado de las reses que
hayan nacido durante este año ganadero que acaba de finalizar, pues como todos
los aficionados saben, el mismo comprende los meses que van de junio a junio
del año siguiente y que serán herrados con el guarismo cuatro. Hasta entonces,
un cordial saludo a toda la afición desde esta tierra ganadera por excelencia
que es Jaén.