lunes, 18 de agosto de 2014

LA GUARDIA CIVIL EN DEFENSA DE UN NOVILLERO SIN PICADORES POR AGRESION

El empresario Juan Arias agrede al novillero Christian Canano.

En Mijas, donde también Íñigo Fraile, abogado de la UT, recibió cortes y golpes

La vergonzosa realidad del submundo que envilece el toro se hizo presente ayer en Mijas, donde el empresario Juan Arias, con la colaboración de Manuel Cuevas y el banderillero apodado El Bolo, agredieron brutalmente al novilerro Christian Canano y al abogado de la Unión de Toreros, Íñigo Fraile, quien hizo acto de presencia para defender al novillero.
 
Los hechos se produjeron a la hora del sorteo, según narra el propio Canano, quien acudió a cobrar sus mínimos -amparado por la ley- en compañía de Fraile, quien acompañó al novillero, previa solicitud de éste, para asesorarlo en la defensa de sus derechos. Cuando el novillero solicitó el pago de sus emolumentos -que ascienden a 1.584 euros- el empresario montó en cólera, arremetiendo contra él y contra el abogado. "Fue un momento muy tenso", dice Christian, que aún no comprende que puedan suceder estas cosas entre las gentes del toro. "Me dijo que no me iba a pagar y yo a él que lo denunciaría. Entonces comenzaron a pegarnos los que estaban allí con él y tuvimos que salir por pies. Fuimos a poner la denuncia y entonces nos acompañó la Guardia Civil. Delanmte de ellos nos pagaron los mínimos con las retenciones aplicadas, un total de 1.286 euros".
Con la liquidación firmada y la situación contractual en orden, el novillero acudió por la tarde a la plaza para torear. Hizo el paseíllo junto al sobresaliente, Lázaro Escalona, puesto que el novillero anunciado, de la Escuela de Salamanca, no acudió, avisado de la calaña que gobierna en Mijas. "Nos esperó la Guardia Civil a la entrada del pueblo", explica Christian, "y en la plaza había otros dos coches. Si no llega a ser por ellos, no sé qué hubiera pasado, porque tuvieron que estar custodiándome hasta en el burladero del callejón".
Banderilleros, mozos de espadas, personal de plaza y hasta la señora de las cocacolas comenzaron a increpar a Canano desde que llegó al patio de cuadrillas. "A mi mozo de espadas no le dejaron entrar y tuve que ejercer yo mismo de mozo de estoques mientras los banderilleros del otro chico no sólo no cortaban, sino que me echaban al novillo encima". El otro chico, Lázaro Escalona, incluso le brindó el novillo al empresario asegurando que le apoyaba porque "estos hijos de puta se están cargando el toreo", palabras textuales.
Así se cuenta la historia de una fiesta gangrenada en sus entrañas, con gente que se aprovecha de la ilusión de los novilleros sin caballos para ganar dinero a su costa, que no con ellos. El problema es que no existe organismo alguno que regule y ampare a los que empizan y sufren a los carroñeros del toro que no saben hacer otra cosa que amenazar de muerte a un chaval por defender la profesión y dignificar un traje de luces.
Fuente.-   http://cultoro.com/Noticias/25868/empresario-juan-arias-agrede-novillero-christian-canano#.U_IYSRKkq1E.twitter


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