Noche de cante flamenco, noche de bohemia y llegado
el punto también de pasión, una pasión ya casi perdida y recobrada por algo tan
maravilloso y que a veces tan poca importancia le damos como es la amistad.
Noche de Arte, Toros y Flamenco, Flamenco y Toros,
bellos momentos compartidos con libertad y expresiones puras salidas del alma. Toros, bellas mujeres, vino fino y cante grande ¿Nos
puede deparar la vida algo mejor para el corazón de los que nos sentimos
Toreros sin serlo? Noche de luna sin horario ni límites fijados, letras
y sentimientos que como los mejores amantes, se forjan de día y se entregan de
noche, artistas que cantan al sol y la luna plateada bajo las estrellas, cante
salido del alma y nacido de lo más profundo de la tierra como fueron las
Tarantas interpretadas por el torero y cantaor linarense Enrique Soto.
Peña La Taranta ¿Qué abandoné en ese lugar? miles de
recuerdos y muchos momentos que recordar y si con el corazón hay que hablar,
también varios momentos para suspirar, suspirar un lamento interno, sollozo
emocional cuando el sentimiento no aflora pero fluye por las venas como ceniza abrasadora.
Peña La Taranta ¿Qué hay de mi en ese lugar? si
algún día acudes y cierras los ojos comenzando a soñar, me sentirás en
silencio, escuchando olas como estando frente al mar.
Peña La Taranta ¿Qué se siente en ese lugar? las
esperanzas locas de poderte abrazar, de poder percibirte una mañana al
despertar con esos cantes mineros para decir te quiero cante flamenco, te
quiero cada día más.
Peña La Taranta, mis emociones en tu escenario he
dejado para que por siempre perduren y, si algún día llegaras a echarme de
menos, no es que desistí de tenerte en cuenta no, eso jamás, porque te podría
lastimar.
Bulería, Taranta o Seguiriya, qué más da, todas con
cuerpo de mujer; agradezco habernos encontrado, porque enamorarse de tu sonrisa
o tu lamento, de tu ternura, de tu forma de ser, muestra esa fuerza apasionada
que no todos los humanos tienen y que al ser inalcanzable, teniéndote tan cerca
ya es imposible dejar de amarte, porque dejar inerte un espíritu de alegría,
vida, sueños y fantasías, muere. Gracias cante grande, gracias por haberme
permitido entrar en tu vida, porque sentimiento y vida eres, porque tu entraste
a la mía para jamás ausentarte y, aunque es difícil expresarte al estar hecha
solo para gentes especiales y en tu conjunto amarte, me conformo con esos
placenteros instantes de sublime pasión de arte que en tu rasgado sentimiento
compartes.
Fandango, Granaína o Soleá, te quiero y en tus
entrañas quisiera entrar, sin tiempo, sin espacio, sin si quiera espectadores,
solos tú y yo, acompañados de tus desgranados quejíos y la tenue voz de una
guitarra, así te quiero y así permanecerás en mi recuerdo, en mis sueños,
porque te amo y te amaré en silencio para los demás por siempre.
A ti, mi sentir, a ti que eres cante puro.