EL MATADOR DE TOROS CORDOBÉS SE DOCTORÓ
EL 27 DE MAYO DE 1965 Y FUE LA SEGUNDA QUE SE ATORGABA EN EL COSO DE "LOS
CALIFAS"
Antonio
Sánchez Fuentes, pasará a la
historia del toreo cordobés, aparte de por sus méritos profesionales, por haber
sido integrante del cartel del último
festejo celebrado en la desaparecida plaza de "Los Tejares". Esa
tarde alternó con José María Susoni y Agustín Castellano “El Puri” lidiando
novillos de herederos de Enriqueta de la Cova.
Sánchez
Fuentes nació en el popular barrio de
los Olivos Borrachos. Tuvo en su familia varios toreros- su padre y su tío “Camará II”, su hermano Paco, banderillero notable y sus primos, los Sánchez
Saco (seis hermanos entre novilleros y subalternos).
Antonio
toreó la primera vez en un tentadero en la ganadería Sánchez de Puerta. Contaba
entonces 13 años. No asiste a ninguna escuela taurina, entrena junto a su
hermano Paco y José María Montilla. Se presenta ante el público en una becerrada
en Alcolea, y con apenas media docena de festejos toreados, debuta con caballos
en Cabra (8-9-1959) alternando con Curro Puya y Alfonso Ordóñez. Esa tarde
cortó cuatro orejas y un rabo. En Córdoba se presentó el 20 de noviembre de
1960, junto a Alfonso Gómez Ramiro y
Manuel Sánchez Saco, para lidiar novillos de Román Sorando. Y en Madrid el 19 de marzo de 1964 con
novillos de Moreno de la Cova, completando el cartel “Currillo” y Eduardo Ordóñez. Esa tarde cortó dos orejas y salió en
hombros. Tomó la alternativa en Córdoba el 27 de mayo de 1965 de manos de Diego
Puerta con Paco Camino de testigo. Cortó una oreja al toro del doctorado, de la
ganadería de Monte San Miguel y en el sexto dio una vuelta al ruedo. Confirmó
en Madrid el 11 de julio del mismo año, de manos de Paco Corpas, con José
Martínez “Limeño” de testigo. Esta temporada se han cumplido cuarenta y siete años
de su retirada. Su último festejo lo toreó en Madrid (1968) cortando una oreja
a su primero y dando dos vueltas al ruedo en el segundo.
En
diez años en activo sufrió otras tantas cornadas de las cuales dos fueron
extremadamente graves. Sin embargo reconocía que ser torero es lo más grande
del mundo, aunque conlleve amarguras y sufrimientos, adobados, eso sí, con
éxitos de los que no se olvidan, como las dos tardes que salió de Las Ventas a
hombros, una de ellas cortando solo una oreja.
Cuando
Antonio Sánchez Fuentes deja el mundo del toro, se convierte en un
importante empresario del mundo del
automóvil.