Buenas noches, un saludo para
todos. Vaya por delante mi agradecimiento por esta amable invitación del amigo Luis Pino, no exenta de cierta osadía en aceptarla por mi
parte. Quiero agradecer también al amigo José
Mª Moreno su cariñosa y amigable presentación de este simple aficionado
emeritense, así como quiero presentarles a Domingo
Fernández Málaga, gracias amigo Domingo, por tu presencia en esta mesa,
Domingo es arquitecto, también “cuadriadicto” como yo, y cuando Uds. vean
fotografías, buenas ¡eh!, que lleven la firma “Costillares”, es él, aquí podéis
ver una pequeña muestra, ya me dirán; ambos pertenecemos a la Asociación
Cultural Taurina “Cerro de San Albín”, de quienes les trasladamos un abrazo y
la felicitación por el ímprobo esfuerzo, con la que está cayendo, de organizar esta
semana cultural un año más y van XVII ya.
Como verán traigo papeles. Debo decirles que me
infunden Uds. un imponente respeto. Podría haber traído una chuletita y hablar
y hablar. He preferido escribir lo que les estoy y voy a leer para acotar, para
no perderme y perderles, y así decirles
lo que quiero transmitirles. Por ello,
mis disculpas. Si a Uds. les parece bien, el desarrollo vamos a hacerlo con una
exposición por mi parte y a continuación un charlita debate, un coloquio, de
acuerdo?
Siento que D.
Fernando Cuadri por motivos de agenda no haya podido estar aquí, espero,
así es mi deseo, estar a un, al menos, aceptable nivel, si no es así se que D.
Fernando me disculpará, pues el reto es muy elevado. Por otra parte les informo
que Adolfo Martín (hijo) y el
mayoral de la ganadería José Antonio
Navarro, por motivos diversos no han podido asistir como hubiera sido su
deseo, desde aquí un cordial saludo. Quiero dedicar un cariñoso y amigable
recuerdo a D. Adolfo Martín Escudero,
que va recuperando ya en su casa de Madrid, sabemos que sus “grises” de esa
casta albaserrada que los cría D. Adolfo en nuestra tierra, cerca de aquí, en
los Alijares, a imagen y semejanza de su casta humana y su sencillez. ¡¡¡Ánimo
y adelante ganadero!!!. (aplauso
cerrado)
Quiero sumarme al homenaje que el Club Taurino
Trujillano rinde en esta semana cultural al histórico político, buen aficionado
a la Fiesta de los toros y que fue miembro del Club Taurino Trujillano, D. Juan
Bazaga Sánchez, oriundo de Trujillo, aunque la mayor parte de su vida
transcurrió en Cáceres, que falleció el 29.12.2011 a la edad de 78 años.
Persona sobradamente conocida en la región, fue uno de los padres de
la Junta de Extremadura y su primer presidente en funciones hasta 1982. Su
trayectoria política no se centró solo en la administración regional, sino que
también fue vicepresidente de la Diputación Provincial de Cáceres desde 1971
hasta 1979 y concejal en el Ayuntamiento de Cáceres durante 25 años. Quienes le
conocieron en estas lides dicen que fue un político "de regate corto, de
talante abierto, que quería llevarse bien con todo el mundo, con vocación de
servicio al ciudadano”. Fuera del ámbito de la política fue uno de los
fundadores de la Asociación de Consumidores de Extremadura (ACUEX). Por último
en el campo taurino tuve el privilegio de compartir el trabajo, junto con Luis
Carlos Franco y otros pocos más, que desembocó en la creación de la Federación
Taurina de Extremadura de la que fue su primer Vicepresidente. ¡Va por Ud.
amigo Juan!.
Para marcar el camino a seguir, ateniéndonos al título
“Cuadri, el honor de una divisa”, en
primer lugar quiero expresarles que bajo el paraguas de este título quiero incluir
a todos aquellos ganaderos y ganaderas que tienen un similar concepto ganadero.
Decía Sir Wiston Churchill “Un fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere
cambiar de tema”. En la vida, en general, no creo que este término sea
aplicable a mi modo de pensar y de actuar. Pues bien, dicho esto, rompiendo lo
habitual, aunque me tachen de incoherencia, me declaro fanático de un
determinado concepto ganadero, que
no es otro que el que practica con ética, seriedad, dignidad y honestidad, con
todas las dificultades que ello conlleva, un ganadero como D. Fernando Cuadri y algunos
poquitos más entre los que por supuesto para mí se encuentran también D. Tomás Prieto de la Cal y D. Adolfo
Martín Escudero. Ganaderos que crían el toro como aficionados para los
aficionados, para quienes la economía es un medio que no un fin. Es una regla
elemental que en la vida en condiciones normales para “ganar hay que apostar,
hay que arriesgar”, en contraposición al que procura minimizar el riesgo, con
escasez de escrúpulos y de afición, fiel
con aquella máxima de “todo vale por la pasta”.
En este concepto ganadero, que
admiro como aficionado, el toro es el protagonista, el toro íntegro, con poder
para los tres tercios, la suerte de varas es la prueba fundamental de su
bravura y hay que “poderles” a través de la lidia. En este concepto ganadero
los que lo llevan a cabo se resisten como pueden a las imposiciones de los
taurinos (toreros, veedores, apoderados y empresarios). No me cabe la menor
duda que D. Fernando Cuadri es el
máximo exponente de él. Por todo
ello de manera indubitada me declaro fanático de este concepto ganadero y de quienes lo practican, con coherencia y
trabajo diario que puede tener como resultado, que de vez en cuando, ya saben
aquello de que esto no es como las matemáticas donde dos más dos son cuatro, se
puedan presenciar espectáculos emocionantes en el ruedo. Sí, amigos, por la
trayectoria que ha llevado y lleva esta familia ganadera a lo largo de su
historia de cerca de sesenta años, me declaro “cuadriadicto” al compás de
otros, este concepto ganadero Cuadri viene de antiguo, viene de reata, porque
no es otro que el que instauró y practicó D.
Celestino, continuaron sus hijos D.
Fernando, D. Luis (q.e.p.d.) y D. Juan,
aunque éste se encarga más de las cuestiones agrícolas, con la colaboración
de Tino (hijo de Fernando), Luis y Antonio Abad (hijos de Luis) y Fernando
(hijo de Juan) al compás de D. José
Escobar, el mayoral también de reata y Gaspar,
que en el tiempo, ojalá tarde mucho, será quien continúe esa ruta ganadera de
D. José, incluido su eterno puro. Y por ello debo reconocer que en esta
cuestión “no puedo cambiar de opinión y
no quiero cambiar de tema”, así de sencillo.
Ahora pasemos a presentar al actual representante ganadero
de la familia, D. Fernando Cuadri, que es
ingeniero industrial, tiene una oficina de proyectos, cría bravo en
Comeuñas y Cabecilla Pelá, en tierras huervanas de Trigueros, con el librillo
que le dejó su padre D. Celestino, que él y sus hermanos Luis y Juan,
practicaron y transmitieron al conjunto
de hijos y sobrinos, lo que llamo “encaste humano cuadri”, por otra parte también
cría manso por su cuenta y es un importante criador de canarios y gallinas enanas. ¡¡¡Quien
da más!!! Según sus palabras “por la mañana estoy en la ganadería y por la
tarde en la oficina.; por la mañana vivo, por la tarde gano
dinero” .
No quiero dejar pasar esta oportunidad para
comentarles que el conocimiento de D. Fernando Cuadri y el resto de la “reata
Cuadri”, fue al fallecimiento de su padre D. Celestino. Como representante de
“Cerro de San Albín” le remití una carta de condolencia, indicándole como
referencia que éramos amigos de D. Jaime de Pablo Romero. Días después recibo
una tarjeta de D. Fernando con su agradecimiento, indicando que si éramos
amigos de Jaime, era señal de que éramos buenos aficionados y que las puertas
de su casa estaban abiertas. Muy poco tiempo después se inició eso que yo
denomino “la ruta de la tartanilla”, que no es otra cosa que la anual visita
que un grupo, de distintas partes de la piel de toro, hacemos en fin de semana
a “Comeuñas” y a “la Ruiza”, donde pastan como Uds. saben las ganaderías de
Cuadri y de Prieto de la Cal, respectivamente. Todo un auténtico lujo.
¿Qué tal si ahora repasamos algo que ya saben? que no es otra
cosa que unos datos de la ganadería,
según lo que figura en la web de la ganadería. Los toros de la ganadería “Hijos de D. Celestino Cuadri” se encuentran en dos fincas
independientes, separadas por 10 kilómetros, llamadas “Comeuñas” y “Cabecilla Pela”,
en los términos municipales de Gibraleón y Trigueros, donde el ganado disfruta
de un clima suave en el que son escasas las heladas; son fincas de dehesa
ondulada, con una arboleda formada por encinas y alcornoques que permite un
fácil manejo del ganado y posibilita que las zonas bajas mantengan la hierba
durante mucho tiempo. La distinta naturaleza del suelo de una y otra finca hace
que los pastos también varíen en cuanto a propiedades nutritivas.
Divisa morada, amarilla y blanca, señal rabisaco en la derecha y despuntada en
la izquierda. La procedencia es de Don José María Lancha hacia el año 1928 con
vacas y sementales de Don Juan Belmonte procedentes de Gamero Cívico, quien
posteriormente agregó un lote de Don Esteban González Camino, que a su vez
tenía sangre de Pérez de la Concha, Félix Suárez, Villamarta y Francisco
Molina. En el año 1946 un joven de 33 años, de
nombre D. Celestino Cuadri,
Licenciado en Derecho, Profesor de la Universidad de Sevilla, audaz, intuitivo
y valiente, que con conocimientos de simple aficionado siempre
deseó que sus toros no fueran ni para los toreros ni para sacar dinero, sino
para disfrute de los aficionados, decidió comenzar una
aventura como ganadero de reses bravas. D. Joaquín Miranda, banderillero
de Juan Belmonte, que posteriormente fue Gobernador Civil de Huelva, fue su
principal consejero en temas ganaderos. Se decidió por lo de Esteban González,
porque le encantaba el encaste de Santa Coloma. La camada, en su mayoría,
estaba formada por las reses de Pérez de la Concha, con orígenes de Concha y
Sierra y predominio de Santa Coloma de la rama ibarreña o sea, sin Saltillos, por
tanto de pelo negro sin cárdenos. Tenía además ganado de Urcola y Félix Suárez.
Compró D. Celestino la camada sin tentar a D. Esteban González y siguió comprando
durante algunos años más hasta 1954. En estas camadas también vinieron eralas
con procedencia Pérez Concha, Félix Suárez y Urcola. Aunque su primera
intención fue quedarse exclusivamente
con lo procedente de Santa Coloma por línea ibarreña, a medida que fue tentando
las becerras se decidió a seleccionar mas por el comportamiento que por el
encaste, aprobando así vacas de todas las procedencias. Hizo caso a su
intuición y se saltó muchas reglas básicas de la genética, limitándose a dejar
para madre la becerra que le gustaba y a matar la que no se ajustaba a lo que
él pedía en el tentadero y no tuvo reparo en cruzar las diferentes sangres. Sin
embargo sí hizo caso al mayoral de D. Esteban González, de nombre Aurelio, que
le indicó que entre las reses compradas, venía una vaca preñada, aconsejándole
que si tenía un macho lo probara ya que pertenecía a una reata de gran
confianza. El becerrillo, de nombre
"Pestillero" era muy feo,
y con malas hechuras pero aun así, fue tentado, superando muy bien la prueba
por lo que se dejo para semental y puede ser considerado como el principio de
todo lo que hoy pasta en la ganadería. Inicialmente la ganadería de D.
Celestino Cuadri estaba configurada por un total de 142 hembras y 3 sementales,
un número de reses por otra parte, muy cercano a los que conforman actualmente
este hierro. Entre los sementales
más importantes además de “Pestillero”, están “Frescalillo”,
"Juguetero", "Clavellino", "Napolitano", “Lirio”
que ya no está y en reatas tenemos “jardines, trato, brujería, labores
agrícolas, adornos, oleadas, militares, zapatos, frío, barcos, Aragón, trenes,
carpintería, cocina, tienda, dolor y Europa”. Debuta la ganadería en Septiembre de 1955 en Aracena, donde a
un novillo de nombre "Marismeño"
se le premia con la vuelta al ruedo. El 8
de Abril de 1956 toma antigüedad
al lidiar en las Ventas, en la que
dos toros "Curioso" y
" Bravío" resultaron
fuertemente ovacionados en el arrastre. A pesar de la gran trayectoria de la
ganadería con cerca de 60 años de recta tradición, defendida contra viento y
marea sobre presiones y antojos, sin plegarse a modas, circunstancias ni
conveniencias, por dos generaciones, también ha conocido momentos malos, quizás
como consecuencia de lo que fue la ultima tienta de machos de la ganadería, en
la que los descendientes de "Tacholero",
lidiados en la corrida de Beneficencia
en Madrid en el año 1984 dieron
a la familia Cuadri un soberano disgusto del que no lograron sobreponerse hasta
el año 1988 en la Feria del Pilar de
Zaragoza. Unos años antes, en 1973, con visión de futuro, D. Celestino, con
tan sólo 52 años de edad, cedió la gestión de la ganadería a sus hijos
Fernando, Luis y Juan, apartándose justo en el mejor momento de la dirección de
una ganadería que había adquirido 19 años antes.
* Como curiosidad voy a leerles el artículo que Antonio
Abad Cuadri, hijo de Luis (q.e.p.d.) y
sobrino de Fernando, nos escribió para nuestra revista “Cerro de San Albín”
sobre el pelo colorao de algunos cuadris, dice como sigue “Hablar del pelo
colorao en nuestra ganadería, de la cual de forma incorrecta se dice que es
procedencia Santa Coloma, resulta contradictorio, sin embargo ahondando un poco
en los orígenes no lo es tanto. Formada en el año 46 con procedencia Santa
Coloma (vía Ibarreña) Pérez de la
Concha y Urcola, casi a partes iguales, da consigo un toro,
cuanto menos, con personalidad. Resulta ahora evidente asignar dicho pelo a la
parte de Urcola que la forma, pero bastantes preguntas me vienen y poco a poco
las intentaré sacar a relucir. Haciendo un poco de memoria, recuerdo varios
toros coloraos: “Friolero” Nº 36, lidiado en la Plaza de Zaragoza en la Feria del Pilar del 1999,
“Arenoso” Nº 5, en las Fallas del 2000, siendo lidiado por “El Califa”,
“Segador” Nº 50 lidiado en la Corrida
Concurso de Madrid del 1998 (si no recuerdo mal) por Emilio
Oliva, o “Ribete” Nº 45 lidiado en la
Feria de San Isidro. Son algunos de los toros colorados que
se me vienen a la cabeza, y tampoco son muchos más los que habremos lidiado. La
verdad, que en general, han dado bastante buen resultado. Pero, ¿Por qué desde
el 46 hasta el 95, mas o menos, no aparece este pelo con la asiduidad de
ahora?...no lo sé…Bien es cierto que a mi abuelo no le era de especial agrado
dicho pelaje, pero bueno, también tenia la idea de formar la ganadería sólo con
procedencia Santa Coloma y no lo hizo. Quiero decir con esto, que a la hora de
la selección se olvidaba de la procedencia o pelaje y dejaba lo que como
aficionado le gustaba. Entonces, ¿por qué no salían colorados?...no lo
se…Repasando los toros anteriores, compruebo que proceden todos de un tronco
común, originariamente de Urcola, así pues “Friolero”, “Arenoso” y “Segador”
eran hijos de un semental de nombre “Napolitano”, cuyo padre era “Jabatito”,
por cierto ambos negros listones. De “Napolitano” fue otro semental (también
negro listón) de nombre “Lirio”. Este toro estuvo apartado para la corrida de
Madrid del año 2003, se quedó de sobrero, y una vez en el campo lo dejamos de
semental. Es este “Lirio” (familia más que reconocible en esta ganadería, las
de las flores) quizás el toro que más esté dando colorado, así, “Ribete” era hijo
suyo, teniendo en cada camada varios toros colorados. Le sobra que “coja” una
vaca que también sea listona, o, que remanezca de su familia, es decir, del
tronco marcado por “Jabatito”, para que nuestro querido “Lirio” dé colorado.
Por lo tanto podríamos decir que tenemos controlado cuando “Lirio” dará un
colorado, quizás de forma más certera de lo esperable. Volviendo a mis
preguntas, me reitero, ¿por qué no salían antes coloraos?....no lo se…¿por qué
cuando “Jabatito” cubría vacas de su familia no daba colorado?...no lo se…¿por
qué ahora “Lirio” si que los da?...no lo se…¿podría ser que la sabia madre
naturaleza nos esté diciendo que es el momento de los coloraos?...no lo se…¿qué
quizás antes no era necesario y ahora sí que lo es?...no lo se…En confianza,
este año hemos echado a las vacas un nuevo semental, de nombre “Aviador”, Nº
38,hijo de “Lirio”,y es….coloarao!!!....En fin, preguntas y más preguntas, que
hacen de todo esto lo realmente interesante, y hacen darte cuenta de que
efectivamente, no se nada.”
*Completando esto, llega el turno de un poquito de estadística, teniendo en cuenta que
aunque en la historia de esta ganadería entre sus plazas referentes están entre
otras en España, Sevilla (toros como
“Tratante”, “Nadadero”, “Bisagra”,
“Bola”, “Cigarrero”, “Berlinés”, “Barquero”), Zaragoza (toros como “Marinero”, “Aventador”, “Jardinero”,
“Jaramago” y “Remendón”), Bilbao,
Valencia (toros como “Trillador”, “Cebollita”, “Aliño” y “Forastero”), Castellón (“Capillita”), Huelva (toros como “Sereno”, “Choquero”,
“Contador”, “Huelvano”, “Fandanguero” y “Brujito”), hay otras plazas en las que
ha obtenido buenos resultados como Alicante (“Curandero”), Burgos (“Telaraña), Guadalajara,
Sangüesa (“Cosaco”), Valverde del Camino (toros como “Tunante”, “Cosaco” y “Revisor”,
indultado), San Martín de Valdeiglesias, Zalamea la Real, Moguer (“Tacholero”),
Sanlucar de Barrameda, los anuales Festivales en Trigueros, y en Francia Dax, Vic
Fezensac (toros como “Clavelito” e “Isidro”), por ser la primera y más importante plaza del mundo me voy a referir a su
paso por la plaza de Madrid desde el año 2001 hasta la temporada actual
que recién finalizó, que les ha convertido en santo y seña de la afición
venteña y digo yo que de cualquiera que se sienta aficionado. Siguiendo la
senda de toros para la historia como “Colladero” a principios de la década
de los años 70, “Clavellino”,
en 1993 (su madre la “Clavellina” murió
con 23 años en Comeuñas), “Poleo” en
1996, “Miseria” lidiado en 1997 y “Lesnero”
en 1999, también han quedado en el recuerdo de los aficionados, en los últimos
años otros como “Fogonero”, “Aragonés”, “Frijonero”
y “Podador”, inmortalizados en azulejos en la Venta del Batán . Un repaso,
en el año 2.001 dos comparecencias,
una en Corrida Concurso del 2 de mayo con un toro que lidió Luis Francisco Esplá, en la que también
participaron toros de Guadalest, Hernández Plá, Conde de la Corte, Conde de la
Maza y Adolfo Martín, precisamente el ganadero triunfador con el toro
“Malagueño, y la otra en San Isidro, la
tarde del 7 de junio, que lidiaron El Zotoluco, Manolo Sánchez y Raúl Gracia El Tato, toros voluminosos,
hondos y serios; alguno blandeó, dentro de un conjunto bastante noble, destacó
el primero, siendo el más complicado el sexto. Después de su ausencia en el año 2002, abrieron el
día 10 de mayo la Feria de San Isidro
del año 2.003, la corrida tuvo una
extraordinaria presentación y desarrollaron un juego encastado; el mejor de
todos fue el quinto, muy bravo y el cuarto fue el más fiero y al que cerró plaza
lo machacaron en el caballo; les tocó en suerte su lidia y muerte a Carlos
Escolar “Frascuelo”, Manuel Jesús
“El Cid”, y Javier Castaño. El 31 de mayo de 2004, volvieron los toros
triguereños a San Isidro, muy
serios, grandes y hondos; acusaron cierta flojedad en general; fueron bravos el
segundo y sobre todo el tercero “Fogonero”,
que sería considerado el más bravo del ciclo, el quinto fue muy encastado con
las complicaciones que ello conlleva; el cuarto fue devuelto y reemplazado por
un sobrero de Lozano Hermanos; de los toreros cabe destacar la actuación de Curro Díaz ante “Fogonero”, los otros
matadores que completaban la terna fueron José
Pacheco “El Califa” y Eduardo Dávila
Miura . Nuevamente están en Madrid la tarde de lluvia y viento del 13 de mayo de 2.005 con una corrida de toros cuajados, muy serios y hondos,
destacando el segundo y el tercero, dentro de una corrida muy encastada y dura que superó a sus matadores, Fernando Cruz que confirmó alternativa,
Francisco Rivera Ordóñez, abroncado
en sus dos toros al inhibirse de la lidia y dejar que los masacraran en el caballo,
e Iván García que se dejó ir el buen
tercer toro. El 29 de mayo de 2.006, se lidió una corrida de desigual
presentación; lo más destacado de la corrida fue el quinto de la tarde, llamado
“Choquero”, un toro encastado, pronto,
vivo, de alegre galope; la corrida fue
lidiada por José Pacheco El Califa, Domingo
López Chaves y Javier Valverde. El 30 de
mayo de 2.007, como es costumbre
en esta ganadería, toros muy cuajados y hondos, de serio comportamiento,
destacando el segundo de nombre “Bolo”,
el tercero y el sexto; les correspondió
su lidia a Pepín Liria, Curro Díaz y Javier Valverde. Llegamos al 25
de mayo de 2.008, en el que solo
se lidiaron cuatro toros, serios, algo parados, sin humillar y complicados,
excepto el sexto, “Aragonés”, que
fue muy bravo tanto en el caballo como en la muleta, que fue declarado como el
más bravo de la Feria; se pusieron delante Carlos
Escolar “Frascuelo” que resultó herido por el segundo del festejo de la ganadería
de San Martín, por lo que el festejo quedó en un mano a mano entre Iván García e Israel Lancho, que confirmó su alternativa. En el año 2.009 no lidian en Madrid, regresando
el 24 de mayo de 2.010, con un encierro muy serio, hondo
y con cuajo, una interesante y
emocionante corrida, especialmente los lidiados en tercer lugar de nombre “Frijonero” que se llevó el trofeo al
mejor toro de la feria de San Isidro, aunque para mi el toro que más me emocionó
fue el quinto, un colorao de nombre “Ribete”;
sus lidiadores fueron Domingo López
Chaves, Salvador Cortés y David
Mora, que perdió una clara ocasión de triunfar con Frijonero. Año 2011, muy importante corrida con
los toros el extraordinario “Podador”
que se llevó los premios y el colorao “Aviador” muy encastado, ante los que se
pusieron El Fundi, Iván Fandiño y
Alberto Aguilar y en 2012, una corrida con una media más que
aceptable con un toro bravo y encastado “Muñeco”
lidiado en primer lugar que masacraron en varas, les correspondió su lidia a Rafaelillo, Javier Castaño y Luis Bolívar.
Para la próxima temporada 2013 tienen
un reto muy importante, que no dudo cumplirán con la seriedad que en ellos es
habitual, van a lidiar en Castellón,
Sevilla, Madrid, vuelven a Bilbao
después de más de 20 años y van por primera vez a esa seria plaza del norte que
es Azpeitia, supongo que además
lidiarán como es habitual desde hace unos años, desde que las cosas se
torcieron en Valverde del Camino, por motivos ajenos a ellos, en Zalamea La Real. ¡¡¡Suerte Ganaderos.!!!
*Ahora voy a leerles unas palabras de D.
Fernando, en las que nos traslada su verdad en la crianza del toro bravo,
como aficionado para los aficionados, en un artículo publicado en esa
extraordinaria web taurina que es “Campos
y Ruedos”, que dicen así : “Aquí en “Comeuñas”, delante de un folio en
blanco y con un bolígrafo, me doy cuenta de lo mucho mejor que se me da hablar.
A priori me dijeron que la cosa iba de franceses y pensé que iba a ser difícil.
Me dijeron que tenía un libro en francés para que lo viera y que tenía que
escribir algo. Cuando abrí el libro no entendí ni una palabra, pero sí que,
gracias a Dios, hablábamos el mismo idioma, y ese idioma no podía ser otro que
el de la afición. Entender ese idioma es fundamental para comprender como puede
existir una explotación agrícola y ganadera donde la economía no es un fin; ese
lenguaje por el que se entiende que existan haciendas donde los lujos están
reservados para los animales, porque el lujo para el hombre es estar en ella;
ese lenguaje que explica como en pleno siglo XXI se esté convencido de
prescindir de artilugios y máquinas modernas; ese lenguaje que permite que
todavía hoy los mayores sean escuchados, y lo que dicen sea tomado en
consideración; ese lenguaje que explica como un hombre pasa de mandar en el
campo a dejarse mandar por él. Solo ese lenguaje explica la singularidad de un
hombre que se despreocupa de su propio tiempo, de su vida de cualquier mortal
humano, de trabajar, de tener, de divertirse, de querer ser, etc. No, a José Escobar le sobra todo esto. José
es grande, y su grandeza es velar por sus dos familias. Las dos llevan su
sangre, a las dos se ha encomendado, a las dos protegerá con su saber, con su
andar, con su pureza hasta en el fumar. Él, amigos franceses, es un auténtico catedrático
en ese idioma y para ello no le han hecho falta títulos, ni papeles, ni saber
leer, ni discurso, ni prosopopeya; en ese idioma, en esa búsqueda, solo hay
algo que prevalece: la verdad. Este lenguaje atrae al campo a gentes que están
en esa búsqueda, gentes que no buscan lucro ni intereses. Gentes que sienten el
toro y el campo como algo que en realidad, como así es, les pertenece, y como
cosa suya muestran al visitante con orgullo su tesoro. Ese idioma explica la
sonrisa de trabajadores que, con un sueldo que apenas les permite mantenerse,
son algo más que trabajadores por cuenta ajena. No han vendido su conciencia a
la producción, ya que en esa explotación no solo está su conciencia, sino
también su ilusión, su esperanza, su vida. El campo es su armonía y también se
dejan someter por él, y seguramente sean, sin saberlo, los últimos vaqueros del
lejano oeste andaluz. Sí, yo lo he visto. También hay hombres de luces que
hablan este idioma, que muestran una actitud altiva frente al enriquecimiento a
toda costa y, como los hombres que hicieron grandes obras, se han formado en
normas y reglas que heredaron de los grandes maestros y a las que sumaron su
personalidad singular, pero siempre dentro de esa norma eterna que les permite
colocarse en el sitio meritorio y auténtico donde se puede sortear la fuerza
bruta de un toro y, sobre todo, colocarse en esa postura ética donde se afronta
la vida y la muerte. Algunos se hacen llamar artistas, sí..., bueno; pero creo
que ese término en mi lenguaje choca, porque a mi corto entender en arte, no
conozco a ningún artista capaz de mirar a los ojos a la muerte, de poder
vencerla, de poder morir expresando lo que lleva dentro. Esa capacidad heroica
no la tiene un artista y me parece una injusticia meterlo en el mismo registro.
Para mí ese gremio solo tiene un nombre: torero. Conozco a gente capaz de
perder dinero por asistir a ruedos a cambio de que muchas veces no pase nada;
este idioma hace a personas recorrer miles de kilómetros para conocer
ganaderías, gente que aprende mapas genéticos sin tener ganadería, gente que es
empujada al saber, al estudio de una ciencia de la que solo obtendrá el
cultivar una lengua que, como un veneno, corre por sus venas. Este lenguaje
tiene un tótem, que no es otro que un animal para nosotros lleno de poder y
simbolismo del que no aceptamos nunca que despierte pena y misericordia, y que
es solo eso: un toro. Sí, ahora algunos quieren ampliar nuestro lenguaje con
términos que procederán del deporte o de otros espectáculos modernos. Se suman
adjetivos que muchos no entendemos; a muchos, con perdón de los “artistas” y
“sensibles”, se nos hace raro ver adjetivar a ganaderías como “duras”, y muchos
nos preguntamos si existe de verdad gente que quiera tener una ganadería
“blanda”. ¿Tienen sentido la ética y la liturgia con toros que no sean duros?
¿Todo se reduce a una mera estética visual a cambio del aplauso de muchos?. Comprendo
que a muchos les parezca que hablamos una lengua antigua o muerta y que no
permitimos el progreso, pero en la libertad, esa que reclaman algunos que se
autodenominan profesionales, está el renegar de nuevos términos, sobre todo si
uno considera en su libre pensamiento que vienen acompañados de hipocresía,
falsedad y consumismo barato. Aquí en “Comeuñas” no se es indiferente,
aquí sabemos que los tiempos y la sociedad moderna arrojan corrientes de
pensamientos tendentes a destruir, llenos de desconocimiento e intolerancia.
Entienden, muchas veces de forma justificada a tenor de lo que se oferta, que
hoy no tiene sentido nada de esto, que no cabe el sufrimiento y la humillación
del animal, que es la mera expresión de una victoria del hombre sobre los
animales... Se habla de futuro y la cosa aparece negra. Ahora pienso en
Francia, donde mi idioma es escuchado en comisiones y ayuntamientos; donde la
cosa marcha y esas civilizaciones que mueren reciben oxígeno de ese país, y una
minoría del territorio es capaz de plantar cara a ese tremendo monstruo que es
Europa. Nuestro idioma, la afición, es escuchado y hablado, y no le va mal
aunque, claro está, le podría ir mejor. Y esa tauromaquia popular es el origen
de mi idioma, donde el toro es el protagonista y donde la fiesta no está
controlada por personas emprendedoras sino que pertenece al pueblo, su
destinatario, que no es mero consumidor pasivo de la industria del
entretenimiento, sino actor que vive con pasión y sin ánimo de lucro el fervor
de una expresión de su forma de ser, permaneciendo irreductible en un
territorio pionero de la abolición. Es en los que hablan este idioma donde veo
que se defiende el toro con pasión, donde se sale a pelear de frente, y a
pelear algo que se siente dentro y que no se está dispuesto a perder nunca; se
sale a pelear con vergüenza, con cojones, con verdad. Por ello cuando veo
cúpulas que quieren organizar a una industria, cuando oigo hablar de cambio de
ministerio, cuando oigo la necesidad de exponer cifras, de crear argumentos
teóricos, de hacer gestos, de hacer valer datos, de convencer políticos, de
crear lobbies, de capital, industria, derecho de empresa, juzgados, economía,
me parece que hablan otro idioma, y entonces es cuando veo a José, veo al toro,
me acuerdo de los que no están, miro mi idioma, miro a la afición... y veo que
no puede ser mas contrario a lo otro. Esto no es economía sino romanticismo, el
romanticismo más puro. Y me pregunto cómo pueden pretender explicar que no es
la victoria sobre el animal, sino sobre la muerte, la necesidad, el miedo y la
ignorancia, pensando que esto es otra cosa distinta al romanticismo puro. A
veces dudo del enemigo, a veces me atormento, pero he encontrado el remedio, y
no es otro que el campo. Ese, para muchos y para mí, es el refugio. Y aquí en
el campo veo vuestro libro, y sin entender una palabra veo en él orgullo,
honor, un saber que se manifiesta a través de poesía, literatura, pintura y
grandes fotografías; veo en el libro un impulso, una advertencia de necesidad
de cambio, una energía crítica que advierte que se pierden referencias
esenciales del pasado y, sobre todo, un grito que muchos deberían imitar, y es
que no sois borregos de matadero. Sí, habéis saltado al ruedo, os tacharán de
fanáticos, retrógrados e intransigentes, ¿será verdad? Yo no lo sé, pero habéis
saltado al ruedo con valentía, y no veo cinismo, ignorancia, publicidad,
subvenciones, injusticias o desmanes; habéis saltado al ruedo sin ventajas, con
verdad. Por ello estoy aquí, en el campo, donde creí saber algo, donde crecí,
donde recordaré, donde está mi vida, bajo el misterio que se refleja en la
mirada de un toro, y en los ruedos donde me alcé, donde fracasé, donde
comprendí, donde busco resistir...Sí, habéis acertado, entre campos y ruedos,
siempre entre campos y ruedos...”. Hasta aquí, las sabias y sencillas pero muy
clarificadoras palabras de D. Fernando
Cuadri, complementadas con estas otras del tipo de toro que busca “Uno con
interés, que tenga un equilibrio entre la casta, entendida como afán de lucha,
la bravura, como capacidad de acometer, y nobleza. La nobleza de nuestro
toro la ha de buscar el torero haciendo las cosas bien. Nuestra selección al
cabo del tiempo ha sido buscar un equilibrio real entre la casta, la bravura y
la nobleza. En esas tres pautas se asienta el toro que buscamos desde hace
décadas en casa. De las tres la esencial es la casta como fuente de emoción que
es lo que provoca la bravura que al final hace desarrollar al toro la movilidad
y una nobleza agradecida después de superar las complicaciones iniciales”.
*Estarán Uds. conmigo en que corren malos tiempos para
muchos negocios, rescates y recortes por todos lados. El criador de reses
bravas pasa por un mal momento, se han juntado muchas cosas, otras vienen de atrás. A finales de
los años 90, personas con excedente
dinerario se metieron a ganaderos, alguno quizá lo haya hecho bien, pero otros,
los más, simplemente por presumir, sin el conocimiento adecuado del sector en
el que se metían Algunos ganaderos de bravo de los de siempre han diversificado
su explotación ganadera y mas o menos se mantienen, o tienen otros negocios,
pero el que no lo ha hecho seguramente este a punto de mandar todo a paseo,
sino lo ha enviado ya.
*La periodista Paz
Domingo, que para mi escribe con capacidad, conocimiento y honestidad de lo
mejor que se puede leer siguiendo la senda de D. Joaquín Vidal y el maestro
Alfonso Navalón, entre otras cosas dice de D.
Fernando Cuadri en un artículo titulado “Ganadero de honor y respeto” que “tiene el honor de ser uno de
los últimos ganaderos románticos en la exclusiva tarea de criar toros bravos,
precisamente porque sus criterios de selección y producción están basados en el
respeto al animal, en su intocable autenticidad y en la libertad de
temperamento, circunstancias que le han llevado a ser considerado un hombre
admirable para los escasos aficionados que reclaman la integridad en el toro de
lidia, además de un personaje invisible para las figuras del toreo en la
insustancial tauromaquia que se impone. Ahora, en multitud de dehesas, ya no se
reconoce este hermoso oficio, ni la personalidad de los encastes, ni los
criterios imprescindibles para su desarrollo, ni la perdurabilidad en el
tiempo. Y entre todas las torpezas cometidas se ha dispuesto la evolución de
las líneas genéticas y la naturaleza hacia una maniobra que ha desvirtuado la
esencia única. Con todas estas administraciones viciadas, y muy lucrativas para
el beneficio empresarial; con esta aberración basada en el manoseo de las
entrañas; con esta domesticación comparable a la explotación animal corriente;
y con las mentiras supeditadas al beneficio, únicamente se ha conseguido la
ausencia de casta, el aburrimiento generalizado, la pobreza de espíritu,
hazañas toreras de ridículo, una emoción perdida y un sacrifico que han
colocado a la fiesta de los toros en el abismo. Pero el milagro para la vida es
posible. Lo demuestra Cuadri, y
algunos somos testigos de su verdad y creyentes en la parábola repleta de
animales fuertes, imponentes de trapío, con badana crecida, con cuajo, con
fuerte personalidad, con casta, con potencia para la lucha, con resistencia al
sometimiento, y que necesitan de colosos para ser dominados. Así, de la
oscuridad del mar abrupto emerge la personalidad de este ganadero que ama al
toro bravo, a su pasado glorioso y al futuro por descubrir, a su fondo y
grandeza.”
*Un enorme aficionado, el amigo Juan Antonio Hernández, natural de Lumbrales (Salamanca) y
residente en Irún, escribía hace un tiempo en la web “El Chofre”, un referente
serio para aficionados, algo muy similar a esto “Independientemente de los
éxitos de sus toros, mi admiración por el ganadero, D. Fernando Cuadri, que para mi representa un concepto ganadero de
la crianza del toro bravo, en el que incluiría a otros pocos más, como D.
Adolfo Martín Escudero y a D. Tomás Prieto de la Cal, es absoluta y mi apoyo
incondicional por estar haciendo el esfuerzo infrahumano de gastar su vida en
criar un toro que pocos quieren por el simple hecho de seleccionar en bravo y
también porque sé que la mayoría de las veces sus toros no serán bravos, ni me
importa. Un ganadero que lidie pocas corridas lo tiene muy difícil para ver su
trabajo, para corregir errores o confirmar sus aciertos. Esto no es una ciencia
exacta, que nadie quiere toros clónicos, que ves salir el primero por chiqueros
y sabes como va a ser el sexto. En una ganadería de toros bravos, no domesticados,
si sale una tarde un toro bravo, nos debemos dar con un canto en los dientes. y
emocionarnos con la bravura del toro, si es que al que le toque nos lo enseña,
porque las más de las veces el toro se va a ir al desolladero sin poder
desarrollar su bravura. Por todo esto, insisto, mi admiración y respeto a esos
ganaderos que se están jugando su vida y su dinero para que de vez en cuando un
toro les haga y nos haga salir de la plaza llorando de emoción.”
*Para seguir completando el debate, ahora traigo a
colación unas opiniones del amigo Vicente
Sánchez López, aficionado charro, sobre la situación de la fiesta, que
titula “Lo que vamos dejando por el
camino”, ahí van : “ Terminó la temporada 2012, la temporada de la crisis
ganadera. Año en el que muchas ganaderías desaparecen sin remedio de la cabaña
brava, año en el que camiones enteros de toros de ganaderías punteras van al
matadero, año en el encastes sin posibilidad de continuidad están sentenciados
a muerte por el sistema. Durante los años de “las vacas gordas” en cuanto a
número de festejos y venta de todos los animales que había en el campo todo el
mundo contento. Pero ahora que el número de corridas se reduce, las novilladas
disminuyen en un elevado porcentaje y las becerradas también merman muchos
ganaderos que tenían su mercado en festejos menores ven peligrar su futuro
porque sobra ganado por todo el campo bravo. Y como siempre los primeros que
pagan los platos rotos son los ganaderos humildes o los que tratan de mantener
un encaste que se salga “fuera de lo común”. Las ganaderías que a duras penas
lidian porque siguen su camino buscando la variedad y el romanticismo de criar
otro tipo de toro van siendo arrinconadas; y entre toreros que les hacen ascos,
veterinarios caprichosos, reglamentos y normas europeas muchos están contra las
cuerdas. Otros intentan resistir a sabiendas de que muchos desean sus tropiezos
para enseguida escribir cosas como “animales imposibles”, “toros de otra época”
o “debían de mandarla al matadero”. Cuando parte de la grandeza de la fiesta es
esa variedad que hay en el toro, y que se va perdiendo. Los aficionados hace
tiempo se comenzaron a cansar de siempre lo mismo, en las mismas ferias. Hoy,
tal y como está la situación actual y a las pruebas de las entradas en las plazas
me remito, el público también se comienza a aburrir. Hace años se comenzó a
buscar un toro que colabore tanto con el torero para realizar sólo una faena de
muleta monótona que muchos se olvidaron de la fiereza, de la fuerza, de la
casta… Algunas ganaderías mantienen la movilidad porque esa virtud esconde
otros muchos defectos, como la falta de entrega, el salir suelto del embroque
y, obviamente, si se mueve transmite más. Se ha llegado a un punto en el que
los dos primeros tercios de la lidia son un mero trámite en la gran mayoría de
plazas de España, todo lo contrario que en Francia, y lo más importante es que
la faena de muleta coste del mayor número de muletazos posibles cuando con
veinte pases “rompiendo un toro bravo” sobran para realizar una faena de
triunfo, de triunfo grande. Y mientras las nuevas generaciones no descubran que
hay otro tipo de toro, y otro toreo que a veces no será lo bonito de dar
derechazos y naturales a mansalva pero que tiene tanto mérito o más y que
consiste en ganarle la batalla a un toro encastado, con todas las dificultades
que ello conlleva, mal vamos. A una plaza de toros hay que ir a EMOCIONARSE, a sentir que lo que está
pasando en el ruedo no es cualquier cosa, que aquello no es una milonga. La
Fiesta en la que creo, el TORO que me apasiona, es el toro bravo desde que sale
hasta que muere y un torero que le gane la batalla, ese merece todos mis
respetos. Y mientras sigan saliendo toros BRAVOS a una plaza aún habrá
esperanza… aunque desgraciadamente mucho vamos perdiendo por el camino.”
*Les aseguro que
cada vez que leo cosas como estas, desde el punto de vista ganadero con este
concepto y maneras de hacer, periodístico serio y desde el del aficionado exigente, en un lenguaje
común, de una fiesta con afición, verdad, integridad, ética, honradez, emoción,
riesgo, casta, poder y cosas así me emocionan de verdad y me ponen pilas con la
que está cayendo.
Para
finalizar, por una parte como
resumen, decirles que mi fiesta de los toros, que exijo y
defiendo, es aquella en la que se
trate al toro, como protagonista indiscutible que es con el debido y merecido
respeto, en la que no salten al ruedo animales con sus defensas mutiladas y en
su caso que se castigue duramente este fraude; que se seleccione por los
ganaderos un toro encastado, que vaya con el trapío exigible en cada plaza, que
si además “sale bravo, es una bendición” como decía D. Jaime de Pablo Romero;
la que la lidia del toro en la plaza se ajuste a las normas y costumbres, y se
desarrolle con orden y concierto; la que tiene la suerte de varas, como eje de
la lidia y medida de la bravura, que se ejecute según palabras de D. Joaquín
Vidal como lo hacía el picador mexicano Sixto Vázquez, “Citar después, un tanto
terciado el caballo, que adelantaba exponiéndolo a los pechos. Cuando se
arrancaba el toro se inclinaba adelante, se dejaba caer lateral, la vara en
ristre, y adelantándola a la extensión natural del brazo, recibía la embestida
hundiendo la puya en el morrillo. Pero, al tiempo volvía el cuello del caballo
para librarlo del hachazo y con ese leve giro, mas la fuerza de su brazo,
empujaba al toro hacia fuera de la suerte y prácticamente lo dejaba en los
vuelos del capote que el matador presentaba para el quite” ; que el tercio de banderillas deje de ser un mero
trámite que da paso a la faena de muleta y permita ver las distintas y variadas
formas de ejecutar la suerte, sin correrías innecesarias, aspavientos y
solicitud ostentosa de aprobación por el respetable; que el tercio de muleta y
muerte no se alargue innecesariamente a base de dar pases y más pases carentes
de sentido y emoción; que se valore en su justa medida al diestro que carga la
suerte adelantando la pierna contraria, al que cita la embestida en la rectitud
del toro trazando esa imaginaria línea que une el medio pecho del torero con la
penca pasando por la testuz de la res, al que encadena con ligazón las series rematando
el muletazo atrás, y que se evidencie por el contrario y se recrimine el
destoreo del que cita al hilo del pitón y fuera de cacho, del que retrasa la
pierna escondiendo su valor, del que descarga la suerte, tratando de engañar al
respetable con estos trucos y ventajas, si ya se que es un poco ilusorio, ya
saben aquello de soñar no cuesta dinero y reivindicando lo más quizá al menos
se consiga algo más que bajando el listón y aceptando la lamentable situación
actual, y por otra parte como homenaje
a los hombres del campo bravo ahí les dejo un pequeño poema que escribí
hace unos años, que se titula “Amanece
en el campo bravo”, que dice así :
“Otoño. Un día cualquiera. La noche ya no existe. Amanece. El
campo bravo despierta. La encina se despereza. Los pájaros canturrean. El perro
ladra inquieto. El caballo aguarda su momento. El sol lucha con la espesa
niebla y el manto blanco de rocío que cubre la verde hierba. El aire mece
tiernamente las retamas. El toro, dueño y señor de la dehesa. El mayoral, los
vaqueros, su faena. El ganadero, sueña. La afición espera, el Toro, la casta y
la bravura.”
Nada
más amigos, espero no haberles aburrido, gracias por su amabilidad y brindo por
ganaderos como D. Fernando Cuadri.