Plaza de Toros de Arles (Francia), un tercio de
entrada. Toros de Cebada Gago, bien presentados, emocionantes para el
aficionado y complicados para los toreros. El tercero de nombre “Lagarto” fue
premiado con la vuelta al ruedo. Luis Bolívar, oreja y ovación. David Mora,
ovación y oreja. Marco Leal, ovación y silencio.
Luís Bolívar.- Cuajó una
interesante faena a su primero, un serio y astifino toro, noble pero que no
permitía errores. Con mucha madurez en su oficio, el diestro colombiano templo
con el capote para en el tercio de muleta saber construir una faena que llegó
con fuerza a los tendidos, dada la técnica con que Bolívar fue desarrollando su
faena, una faena en la que supo adaptarla a los terrenos convenientes para que
el toro contribuyera al triunfo.
En su segundo, “Trianero”, bonito y bien hecho el
toro. Bolívar lo recibe con el capote
andándole para atrás, un toro que humilla en el capote. Va de corrido al
caballo y es aplaudido el picador José Miguel Leiro. Toro menos lucido en varas
pero que cumple con el caballo en los tres puyazos que se le administraron. Buen
quite de David Mora con dos chicuelinas y una media de cartel. En le tercio de
banderillas sobresale “El Jeringa”.
Comienzo de faena con la montera en la mano muy a la
antigua ya que el toro no permite que Bolívar brinde al público francés,
posteriormente y tras brindar se lleva al toro a los medios para hacerle una
faena por ambos pitones, en pases templados y con sentimiento. Bolívar al toque
de voz le echa la muleta abajo y el toro la toma aunque tiene el defecto de que
al llegar a ella levanta la gaita y es molesto para el torero, un toro que ha
medido mucho al torero pero que Bolívar ha sabido acoplarse a la embestida
hasta que se ha hecho con él. Por la izquierda el toro baja de nota pero Bolívar
a base de tesón le saca unas tandas aceptables que son muy aplaudidas. Un
aviso, pinchazo y estocada que rueda sin puntilla. Tarde muy buena de Bolívar
donde se le ha visto como un torero ya cuajado y maduro.
David Mora.- El diestro
madrileño pechó con un segundo toro complicado y muy peligroso al que ganó l
apartida en todos los tercios, se hizo con él en el capote y con una disposición fuera de toda norma, el
maestro Mora haciendo un gran esfuerzo que llegó a costarle una cogida en la
que se salvó por los pelos de dos cornadas, sacó tandas de mucho mérito y
valor; se la ha jugado como un perro ante un toro que no da opciones y queda
corto por ambos pitones buscando al torero.
En el quinto, no pudo lucirse con el percal ante un
toro que se viene cruzado y se queda parado debajo de los vuelos del capote.
Nuevamente como ha sido tónica generalizada esta tarde, buen tercio de varas,
dos puyazos y Mora pide el cambio con buen criterio. Quite artístico de Mora
por gaoneras. Sobresale “El Puchi” en el tercio de banderillas.
Con la muleta David Mora vuelve a demostrar el
momento tan bueno y de madurez que atraviesa; un toro que tiene más nobleza que
clase y que va a menos hasta quedarse parado en la muleta y mirón, a lo que
David Mora aguanta impávido las miradas del de Cebada. Faena por los dos
pitones, mejor por el derecho por el que Mora vuelve tras unas tandas por el
pitón izquierdo para estar muy seguro y templado ante la cara del toro, Mora ha
toreado muy despacio. Una oreja es el premio a su labor y la estocada, que si
no muy ortodoxa, si eficaz, rodando el toro sin puntilla.
Marco Leal.- En su primero, un toro bonito, bajo y muy bien
hecho; resaltar las cuatro entradas al caballo con las que el torero nos ha
deleitado a los aficionados. Voluntarioso tercio de banderillas de parte del
matador y una faena de muleta falta de fuerza dado lo poco rodado del torero y
tenérselas que ver ante un toro que exigía un buen mando con la muleta, no se
acopla por ninguno de los pitones.
En el sexto, Marco Leal vuelve a poner todo su empeño. Mejor tercio de
banderillas que en su primero.
En
este toro se ha visto a un Marco Leal nuevamente con ganas, el toro ha sido
mejor que su primero y se ha tragado los pases, pero nuevamente faena sin
ligazón el publico ha premiado las ganas de un toreo sin oficio, pases uno a
uno pero sin cogerle la distancia y la velocidad, como es lógico el toro
termina aprendiendo y se queda a la altura de la cadera en los últimos trances
de faena. Esfuerzo y voluntad de Leal. Dos pinchazos, estocada y varios golpes
de verduguillo que termina escupiendo el toro, aviso. Al diestro le honra sus
declaraciones diciendo que ha sido una tarde para olvidar ya que para este tipo
de corridas hay que estar más toreado y más preparado.
Y
esto ha sido todo desde Arles el Domingo de Resurrección.
Fotos.- http://www.prensataurina.com/index.php