¿Por qué a los toreros se les
lanzan claveles rojos? Es la
flor tradicional de España y, como tal, debe estar ligada a la Fiesta
Nacional española. Natural es observar la lluvia de claveles en los
ruedos y esto tiene su origen en Roma.
El hecho de que a los toreros se les
regalen claveles y no cualquier otra flor, se trata de una costumbre
milenaria. Es una tradición romana, cuando a sus soldados se
les recibían con estas flores, en color rojo, después de salir victoriosos
de una batalla. También fueron muchos los claveles que Constantino obtuvo de
manos del populus al vencer al Emperador Flavio Valerio Licinio. Y Constantino
era protector del cristianismo, por eso esta costumbre llegó a la España
cristiana.
En muchos espectáculos, sobre todo en el
teatro y en los toros, se hizo habitual brindar claveles rojos en señal de
admiración y reconocimiento.
Los hombres, aunque cada vez es más
inusual, cortan esta flor y la ajustan al ojal de su chaqueta,
para dar a su vestuario ese toque taurino característico. Es normal que las
chicas lleven claveles rojos en sus manos o en la cabeza, adornando su pelo
negro en una tarde de toros. A esta costumbre hace referencia un cantar
popular: “En cada esquina un cartel y en cada cartel tres toreros para
el redondel. En cada balcón una moza y en cada ojal un clavel. El clavel sobre
tus labios y el toro entre los tres”.
Los claveles rojos están totalmente
ligados a la Tauromaquia. Solo cambian su color, al negro, para referirse al
luto por la muerte de un torero; como dice una coplilla popular dedicada a un
torero castellano-manchego: “Ya se ha ido, ya se ha ido de entre los
toreros y por eso las mocitas lucen claveles negros”.
Y eternamente los claveles rojos
seguirán inundando los cosos taurinos. Rojos como una muleta, la sangre de un toro, el color de los
burladeros de una plaza y el corazón que late por la Tauromaquia. Rojo, como el
color que representa al amor; ese amor que se siente por el toreo.
Fuente y foto: Mercedes Gentil