El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción N? 4 de
Dos hermanas (Sevilla) ha enviado a la Unión de Criadores de Toros de Lidia
(UCTL) un escrito para que esta entidad proceda a inmovilizar todas las reses
de los hierros de Torrehandilla y Torreherberos.
Mi experiencia personal me dice que en estos casos
solo hay una víctima. Nadie resuelve. El
embargo e inmovilización de semovientes
hace recaer los cargos en unos criaturas que nada tienen que ver con el
asunto. La resultante es unas reses sin posibilidad de salida, sin medios para
la subsistencia, y el abandono que preveo consecuentemente.
La parte actora presiona; y el juzgado al impartir su
justicia, previo pago de la parte demandante, actúa. Este hierro ha podido ser
subastado (desconozco si de hecho, ya lo ha sido, y si hubo oferta). Hay una laguna importante
en la justicia sobre semovientes, al tratarse de animales en este tipo de casos; y que nuestro moderno Estado no resuelve. Supongo que de cobrar los
sueldos sus representantes, si que no se olvidan.
Por otra parte, algo
tendrán que decir los animalistas testimolistas de “pollas en vinagre”;
por cierto que no olvidaron su presencia en Tordesillas. Pero de dos ganaderías completas, lo tomarán
como simple anecdotario o índice de referencia social. ¡Es así como se dice,
no...?
No quiero decir que comulgue con el Toro de la Vega,
cuyos organizadores, seguidores y muñidores bien harían en repasarse las
motivaciones históricas del acontecimiento base en qué se funda, para poder
comprobar la diferencia brutal entre aquéllo que dignifica al hombre de la
histórica ciudad castellana y en lo que lo convertido actualmente.
Al respecto de la presencia de las reses anunciadas para este sábado en Villacarrillo, no tengo la
menor duda de que habrá solución digna. No obstante si el ganadero aún no ha
sido comunicado oficialmente en forma, estarán presentes. Los empresarios
siempre tienen recursos para resolver; y más en la actualidad, que con un golpe
de bastón en el campo te salen cuarenta ganaderos a ofrecerse.
La Justicia llega. ¡Vaya que si llega! El ganadero
debe pagar. Pero los animales... no han cometido delito alguno y lo van a pagar
demasiado caro; todo esto, si no lo están pagando ya, dependiendo de cómo estén
de llenos los graneros, los pajares y los silos.
También puede traer una Luisma Lozano de su propia
casa (Alcurrucén) una corrida de esas barateras, que no las quieren ni en las
calles, y que asustarían en Bilbao. ¡Ja, ja, ja!. Un chiste malo pero que a Fernando
Cepeda no le habrá hecho mucha gracia.
Firma Gil de O.