LA FIESTA DE LOS TOROS ES UN NEGOCIO
En la Fiesta Nacional como en cualquier otro negocio, dudo mucho que un empresario esté dispuesto a perder dinero y cualquier producto que se pone en venta, pienso hay que ponerlo con el margen comercial conveniente para de él sacar un beneficio. Lo malo de ciertos productos es que son perecederos, la Fiesta lo es, ésta caduca dos horas después de su inicio y si no ha habido comprador…… pasa como la fruta, esta no podemos venderla congelada aunque sea a menor precio; si podríamos hacer una “mermelada” que sin menospreciarla, en la mayoría de los casos y dado su cultivo artificial es más sabrosa e importante que la fruta de donde procede, y esto quien tiene que entenderlo es el público, quien verdaderamente mantiene el espectáculo.
Pienso estamos llegando a un punto que queremos comer en la Pensión de “Anica Pepa” pagando arreglo a la categoría del establecimiento pero exigiendo productos y calidades del Hotel Hilton”, señores, esto es imposible aunque nos subvencione un padrino nuestra cartera.
Bajo mi punto de vista, no dar subvenciones para festejos taurinos y consecuentemente bajar los impuestos sobre la misma daría un cambio radical a la Fiesta. Los carteles no serían quizá tan atrayentes, vamos a dejarlo ahí; pero del mismo modo estas ferias volverían a colocarse en el lugar que les corresponde, carteles más modestos, toros de encastes que están desapareciendo por muchas consecuencias que serían largo de contar y unos precios más asequibles sumado a un apoyo pero “de los de verdad” a esta quieran o no Fiesta Nacional, darían paso a unas ferias que volverían a recobrar su importancia y que no debieron cambiar su idiosincrasia.
La Feria Taurina de Baeza como otras muchas y ajustándonos a un símil taurino, hace varios años que la han sacado de tipo. Desconozco el futuro de esta Feria Taurina, lo que está claro es que el público no sé por qué motivo, le ha vuelto la espalda por completo a una feria que todavía es atractiva y que este año ha sido de unos resultados artísticos inmejorables independientemente de los gustos personales sobre toros y toreros. Por ello no es de extrañar la desolación de un empresario que para hacer frente a la misma se encuentra con una venta real de unas 3.000 entradas en los tres festejos ofertados y que aún calculándole una media, cosa que no es así, de 50 € por boleto, se encuentra con menos de veinticinco millones de pesetas para hacer frente a la cartelería anunciada. Parece ser, se comenta, se rumorea y lo asegura una fuente consultada, que el precio de contratación del torero Cayetano ha sido la equiparable a la subvención municipal aprobada para esta Feria Taurina que según el propio alcalde en la presentación de carteles era de 45.000 €, un buen pellizco que de ser ciertas las cifras y fuerre lo acordado al ser contratado no hay nada que reprocharle legalmente.
¿No queríamos torero mediático? pues toma torero mediático, a much@s le habrá parecido estupendo su inclusión en la feria, el buen aficionado……. y alguien más, no estaba muy de acuerdo, sabe de sobra que Cayetano todavía no está en figura del toreo, pero es guapo y además su apoderado lo sabe; y como la sociedad está mediatizada y en Úbeda es muy probable que no pueda actuar, pues no pasa nada, al año que viene que lo vuelvan a anunciar, al fin y al cabo ya hubo quien dijo que el dinero público no era de nadie.
Esto agoniza señores, pero por suerte la provincia de Jaén tiene a muy pocos kilómetros ferias capitalinas importantísimas donde poder elegir una gran variedad de carteles, Granada, Córdoba y Málaga en nuestra comunidad así como Albacete o Ciudad Real lindando con la misma y como feria ejemplar dignísima de mención Calasparra en Murcia son muestra de ello. Otra opción es viajar un par de veces al año a Madrid, les puedo asegurar que la experiencia vale la pena.
Resulta triste tomar estas decisiones pero visto lo visto es lo que nos quedará al aficionado si a esto no se le da un arreglo. Ahora hay muchos taurinos que se lamentan como niños lo que antes no han sabido, yo diría que no han querido, defender como hombres; pechen con las consecuencias.