En la jornada de ayer pudimos volver a disfrutar de
una excelente jornada taurina en el campo bravo de las tierras de Jaén.
La ganadería de “Los Rodeos”, propiedad de D.
Antonio Torres Sancho, fue testigo de la puesta a punto del torero de Cortijos
Nuevos, Alberto Lamelas.
Grata jornada la que pude compartir con el torero y
amigo Alberto, así como con los componentes de su cuadrilla Fernando Téllez y
Juan Navazo, dos excelentes banderilleros a los que vimos auxiliar en la lidia
del toro que sirvió para que el maestro Lamelas calentara motores en esta ya
empezada temporada taurina.
En las aproximaciones a la llegada a la finca, ya
podemos atisbar los utreros y cuatreños, cada uno en sus cercados
correspondientes tras las alambradas que los separan de un maravilloso entorno
repleto de olivares.
Ya preparada la cuadrilla y el matador, este se
dispuso a torear una becerra para tomar contacto y desentumecer huesos y
músculos antes de enfrentarse a un toro cinqueño de bellas hechuras que
esperaba en chiqueros.
El maestro Lamelas pudo disfrutar ante una becerra
con mucha calidad y nobleza que embestía con una calidad excelente por ambos
pitones y que acudió al cite de largo tantas veces fue llamada al encuentro con
la muleta. Tras la faena y con permiso del señor ganadero.
Cite de largo y tanda por ambos pitones
Nuevo cite a gran distancia
El novillero de Baza, Aquilino Girón
Anotnio Torres, hijo del señor ganadero
Seguidamente el maestro Alberto Lamelas se dispuso a
torear un toro cinqueño, bonito, bajo, con trapío y unas hechuras que hizo
presagiar a los presentes lo que después durante la lidia del mismo se
cumpliera, no podía fallar este bonito ejemplar Ibarreño de Los Rodeos.
Bonito ejemplar de Los Rodeos
Lamelas tantea la res de salida
El maestro pone al toro en suerte
El picador de toros Nicolás Montiel
Alberto Lamelas comprueba como ha quedado el toro tras el puyazo
Fernando Téllez en un quite
Juan Navazo coloca a matador al de Los Rodeos
La faena de muleta estuvo llena de sabor y torería
por parte del torero que se sintió en cada muletazo, más que realizar,
interpretó en cada momento por ambos pitones.
¡Qué bonito lo que he podido presenciar en el campo!
un toro bravo de verdad y con esa nobleza que permite estar delante a un torero
con ganas, con fuerza, con ilusión. Un toro al que había que hacerle muy bien
las cosas ya que como suele decirse, pedía “el carnet de torero”, a pesar de la
bravura y nobleza mencionados, tuvo ese punto de picante o genio que hay que
tener para llegar con fuerza al tendido;
puedo decir sin miedo a equivocarme que de haber visto este toro y este
torero en una Plaza importante, hubiera sido una tarde para el recuerdo de
todos los aficionados presentes. Así y todo, en plena dehesa brava, hemos
tenido el privilegio de ver una grandiosa faena de este torero que poco a poco
va haciéndose un hueco importante dentro del escalafón.
Tras la actuación del torero se procedió a un
almuerzo ofrecido por el señor ganadero a todos los presentes, buen yantar
preparado por Patricia Torres, hija del señor ganadero, que ofreció a los
presentes unas viandas exquisitas y de calidad.
Tertulia amena durante la comida que se extendió
hasta los postres en una agradable reunión entre amigos y profesionales que
vaticinaron muy buenos augurios para el torero y como no, para el futuro de
esta Fiesta que poco a poco tiene que ir recuperando ese sitio que no debió
perder y del que es buen ejemplo de ello por todo lo demostrado en la
provincia, el empresario D. Juan Bajo, apoderado del torero de Cortijos Nuevos,
presente en el evento y que dio unas claves fundamentales para que todo ello se
cumpla pasados unos años, haciendo así una apuesta de futuro muy favorable para
la Fiesta.
Tanto se habló de la calidad de las reses lidiadas,
que el señor ganadero accedió a la petición del matador Alberto Lamelas, a
apartar nuevamente a campo abierto la becerra toreada por la mañana. Como sería
la bravura de esta becerra, que el propio torero muleta en mano no tardó apenas
nada en apartar a la becerra de entre sus hermanas de camada y disponerse a
realizarle otra faena, no sé si igual o superior a la que le había
instrumentado en la placita de tientas, pero de lo que si estoy seguro es de que
se vivió con más intensidad y que la embestida de la becerra fue completamente
distinta. Alberto le plantó cara y la becerra no achicándose en ningún momento
embistió hasta la extenuación nuevamente, estos momentos han sido inenarrables,
instantes vividos in situ que difícilmente pueden olvidarse.
El maestro apartando la becerra entre el encinar
Finalizada la jornada nos disponemos a acompañar a
los mayorales al reparto de comida de las reses y presenciar en los cercados,
tanto las reses bravas como la otra joya de esta casa que con los magníficos ejemplares
equinos que pastan en los cercados adyacentes al de los toros.
Asi de bonito empieza a estar el campo
LOS UTREROS
LOS CUATREÑOS
LA YEGUADA
Y así pasamos un día en la Ganadería de Los Rodeos.
Gracias en primer lugar al señor ganadero D. Antonio Torres por dejarme
disfrutar delante de sus reses y también como no, a Alberto Santos que nos
trata con una amabilidad exquisita; a Luis Miguel Parrado por su sabiduría
ganadera; así como también a Ernesto Cáceres y Luis Morcillo, mayorales de la
ganadería, por las atenciones tenidas tanto conmigo como con mis hijos en
cuantas visitas hemos realizado a su casa. ¡Enhorabuena y gracias a todos!