Estamos en pleno otoño, la Fiesta brava da un respiro
de silencio, los acordes de las Bandas de Música en las Plazas de Toros son
acallados por unos meses para escuchar esos otros acordes desgarradores de las
cuerdas de una guitarra con figura de mujer. Una guitarra que ríe y a veces
llora al compás de una letra en la voz de un artista que nos cuenta alguna
desventura amorosa.
Linares no descansa, a la espera de la llegada de la
primavera donde sus Peñas Taurinas rebosan de arte con la presencia de toreros,
picadores, poetas y toda una variedad de personajes que conforman el mundillo
taurino; sus Peñas Flamencas van poniendo color y calor semana tras semana con
estos otros artistas como son los cantaores de Linares en sus múltiples
facetas, ya sea en Canción Española, Copla o el más puro y desgarrado Cante
Flamenco.
El reloj marcaba la hora. La hora mágica, donde
aparece el hechizo de lo soñado y surge la realidad. Una realidad desde donde brotaron
en la fantástica noche en la Peña Plomo y Plata, los cantaores Miguel Angel López
y Paqui Fernández acompañados a la guitarra de Rafael Martínez en mitad del
tablao, un tablao elevado desde el suelo, para tomar forma de aparición de unos
“Dioses”.
Suave como la seda, templada y sentida como el buen
toreo; así fue la actuación de Miguel Angel López y Paqui Fernández la noche
del viernes en la Peña Flamenca linarense Plomo y Plata.
Los duendes del arte destaparon ese mágico frasco
que hizo respirar un aroma a arrayán que inundó toda una ciudad, Linares; la
cual ha sabido ganarse gracias a sus artistas esa fama de ser la más andaluza y
la que más y buenos artistas ha parido de toda la provincia de Jaén.
Fue sobre una silla con gesto amable y torero, donde
Paqui Fernández vestida con una bonita bata de cola aireada con la brisa
levantada por los aplausos de unas gentes honestas, gente llana, gente del
pueblo de Linares, minero y sufrido antaño que acudieron a esta bonita Peña
Flamenca a presenciar su arte y desde donde esta artista hizo soñar a un
público totalmente entregado y entusiasmado de lo que allí estaba ocurriendo,
de lo que Paqui Fernández iba templando con esa voz inigualable.
Noche flamenca en la Peña Plomo y Plata donde la
magia sobre el escenario y puesta en escena magnificas entre acordes, pasos y
voces se fueron desgranando los principales palos del cante flamenco; Bulerías,
Fandangos, Alegrías, fueron algunos de ellos, todo ello cosido por un hilo
conductor muy de la ciudad de Linares como son las tarantas.
Los dos artistas invitados fueron desgranando una
gran noche compuesta en dos partes donde como he mencionado, una parte fue de
canción española, la otra de cante flamenco, convirtiendo la velada en un
espectáculo sin igual donde las notas de la guitarra de Rafa Martínez fluían
como el agua más pura y cristalina que en su día manara por los caños de la
famosa Fuente del Pisar.
Todo estuvo compuesto con un sabor auténticamente
minero, Plomo y Plata ¡casi ná! como es costumbre, trasmite la auténtica pasión
por este arte reuniendo en su sede a los mejores artistas del cante flamenco
linarense. Noches inolvidables de Plomo y Plata, cante y baile con pasión, con
arte, para disfrute de los sentidos. Noche de bohemia, noche de luz, arte,
sabor y sentimiento, toda una velada llena de buen ambiente y buena gente como
siempre en esta Peña Flamenca de Linares que ya está traspasando las fronteras
con sus mágicas veladas flamencas.
Gran compenetración de estos dos artistas que
supieron fusionar sus voces con los desgarradores acordes de la guitarra de
Rafael.
Solo resta felicitar a la Peña Plomo y Plata en
general y a los actuantes de esta velada flamenca en particular, la gran noche
vivida nuevamente entre buenos amigos.