viernes, 7 de noviembre de 2014

EL FIEL ESCUDERO

Cuando se suspende un festejo taurino, el mozo de espadas es el único miembro de la cuadrilla que tiene derecho a cobrar su sueldo, pues ha realizado gran parte de su trabajo. El “mozo espás”, es la persona de confianza del matador y desarrolla una variada y compleja labor.

     En interés divulgativo, comentaremos algunas de sus muchas obligaciones. Con la suficiente antelación hace la reserva del hotel, organiza los viajes, prepara y limpia los vestidos de torear y sus complementos, paga las facturas y al personal y tramita los boletines de la Seguridad Social. Además, como relaciones públicas, consigue y reparte los pases de callejón (para apoderado y allegados) y las entradas para los compromisos; “atendiendo” también a cierta prensa - vergonzosa práctica la del “sobre” - por fortuna en vías de extinción.
      Por la mañana, meticulosamente en la habitación, “pone la silla” (colocar en orden inverso los enseres del torero) y, llegado el momento, - con la frase: “Maestro, es la hora” - procede, ceremonioso, a vestirlo.
     Ya en la plaza, dobla los capotes de brega, monta las muletas (poner el estaquillador) y afila espadas y descabellos. Durante la lidia y desde la barrera, estará solícito al  requerimiento de su jefe y presto al quite. Asimismo, ha de ser diestro con la aguja para coser los desperfectos del traje de luces, evitando el antiestético esparadrapo. Finalizada la corrida, le echa una mano a desnudarse y tiene lista la ropa de calle.
     El mozo de estoques se asiste del “ayuda”, encargado éste de lustrar las zapatillas (los subalternos acostumbran a darle propina); cepillar percales y franelas - preparando el “esportón” - y hacer el “servicio de picadores”. Tras el tercio de banderillas, el ayuda, entrega a los rehileteros el capote de “la sangre” (más viejo y deteriorado). También, antes, “hacía la baca” en los inconfundibles coches de toreros y, ahora, carga el equipaje en sofisticados furgones.
     Prestigiosos y considerados en el oficio, fueron: “Caracol” (el del bulto, le decían) - padre de Manolo, famoso cantaor flamenco - nada menos que de Joselito “El Gallo”; “Joaquinillo”, de José Fuentes; Eugenio, de Palomo Linares y Paco “Cienkilómetros” de varias figuras, por citar solo algunos.
     A continuación, nombrar a mozos de espadas linarenses, a los que tuvimos ocasión de conocer. Principiar con Miguel Martos “El Calavera”, después afincado en Barcelona y, también, con el apodado “El Grillo”, que tenía un quiosco en el Paseo de Linarejos, a la altura del cine Roselly, y muy buena mano para cocinar en los tentaderos. Además, a Luis Martínez “El Niño Güí”, bailaor que fue del espectáculo Los chavalillos de España y luego se haría fotógrafo. Igualmente, reseñar a: Antonio Bolera - gitano con labia y arte - que se “orientaba” en Madrid como anticuario; Paco Ariza y “Juanele”. Mención aparte para Gil Ochoa Cantero que, con suma eficacia, actuó a las órdenes de Paco Bautista y Enrique Ponce, entre otros, y su hijo Javier Ochoa Barrios, con David Sánchez “Saleri”. Asimismo, mencionar a Sebastián Beltrán Mora y Francisco Navarro Martínez, que lo fueron de Curro Díaz. Por último, con carné profesional desde 2006 y ubetense aunque afincado en Linares, es Guillermo Carrasco Hurtado, que hasta no ha mucho iba con Adrián de Torres. Con anterioridad, a este último matador de toros, le sirvió espadas el abogado linarense Alberto Arcos, desde su presentación de luces (vestido de corinto y oro) en la localidad jienense de Torres.
     Hicieron de “ayuda”, los paisanos, Agustín Martín Casas, que actualmente vive en Villarreal (Castellón) y, también, el que el banderillero Miguel Montoro “Montorito” motejó - con su habitual gracejo - como “El Atleta”, por su brío embistiendo con el “carretón”, cuando entrenaban toreando “de salón”.
     De Jaén y provincia, mentar a “El Poli”, natural de Santisteban del Puerto, que servía al siempre recordado Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda” y, de la capital, a: Juan “El colorao”, de la época de Paco Moreno; Francisco Higueras “Pinturas”, padre e hijo, y Nicanor Ortiz Nogueras “Niquita”, que fuera torero bufo con el conocido espectáculo cómico-taurino-musical: El Empastre.  En activo, José Muñoz Cañadas que atiende al rejoneador Álvaro Montes e, igualmente, Antonio Sutil que ejerce además de profesor de la Escuela Cultural de Tauromaquia de Jaén.
     Al mozo de espadas - fiel escudero del matador - es fácil reconocerlo por llevar el “fundón” de estoques, símbolo de esta taurinísima y distinguida profesión.

Salvador Santoro (Columnista taurino) en http://jaentaurino.com/

SE LO COMAN USTEDES CON PAPAS SEÑORES DE ANOET


¿Y ahora que?. Que a todos nos entra un acojone tremendo cuando le vemos las orejitas al lobo. Ahí los tienen, la foto no puede ser mas gráfica. Los que manejan todo este cotarro del toro, los unos al frente y los otros subidos a la chepa. Ahora resulta que los señores de ANOET (Asociación Nacional de organizadores de espectáculos taurinos), han puesto los pies en el suelo porque la gallina de los huevos de oro se les muere. Pobres, se nos quejan porque, según ellos, la fiesta esta en quiebra, que esto se pierde. Una forma muy bonita de maquillar el agujero que tienen en sus bolsillos, y es que se entiende que cuando llegan las facturas del taller para la reparación de Mercedes y Audis tiene que joder tela mientras los de la fila de atrás compran finca tras finca que pa eso se lo han ganao...y ustedes se lo han pagao (claro está). En tiempos en que la vaca estaba gorda ninguno de estos señores se paró por un rato a mirar por el futuro de la fiesta. Se han entretenido en echar de los tendidos a el aficionado, basándose en que el público que llenaba los tendidos se encendían los puros con billetes de veinte euros y los cubatas eran de Chiva o Cardhu. Ahora que la vaca ya no da mas leche y los del puro ya no van a ver a cualquiera. Ya ni las figuras llenan porque siempre van a ver los mismo, y ahora empiezan a quejarse. Que no se equivoque nadie, que el futuro de la fiesta se las trae al pairo a estos señores, que lo que les importa es que ya no les cuadran las cuentas.

A los únicos que no se les puede tocar un euro en todo este tinglado es a los ganaderos, que estos ya tienen bastante con pagar un saco de pienso, sueldos y las vacunas de los saneamientos para que luego se les pague los toros casi a precio de carne. Estos si que siguen pagando el pienso y las vacunas a precio actual y vendiendo a precios de hace diez años. Ni mirarlos siquiera. Sin embargo las figuras del toreo, esas que tienen subidas a la chepa, siguen cobrando y pidiendo como si no hubiese un mañana. No soy yo quien para ponerle precio al trabajo de nadie, y menos tratándose de una persona que sale a jugarse la vida cada tarde, pero en tiempos de crisis como las que ustedes mismos mencionan, como comprenderan no es muy lógico. Ustedes, señores de ANOET, han entrado, entran y entraran al trapo cada vez que a los otros les de la real gana. Luego a coger calculadora para tener que pagar contratos multimillonarios, gastos, la miseria a los ganaderos y personal, y que a consecuencia de eso los precios en taquilla sean inasequibles para un padre o madre de familia. ¿Que esperan señores, que un aficionado saque de su casa una tarde cuarenta o cuarenta y cinco euros, quitárselo de la boca a sus hijos tras dos o tres años de paro para dejárselo en la finca de las figuras o en las facturas del taller de sus Mercedes?. Haber cuando se dan cuenta de una puta vez, que los únicos que pagan aquí son los aficionados o el público que pasa por taquilla, que ustedes son simples intermediarios, que como buenos empresarios, su única meta es la de sacar lucro con todo esto, cosa que por otro lado, es totalmente lícita aunque no a cualquier precio. Como decía mi profesor de eeconómica "todo se vasa en la ley de la oferta y la demanda. El problema está cuando la necesidad de satisfacer la demanda es mucho menor que la oferta existente. Houston, tenemos un problema". Isidro era un crack (D.E.P.) 

Bajense los pantalones, comanse el orgullo y prueben ustedes a preguntarles a los vecinos franceses donde está la clave del éxito el porque se llenan todas las tardes los tendidos en casi todas las plazas de los pirineos para arriba. He dicho en casi todas, que en las que no llenan están las figuras de por medio. Prueben ustedes a apostar por el toro, porque vuelva la emoción al tendido. Prueben ustedes a que las figuras se vengan a vivir con nosotros los aficionados el tiempo que desgraciadamente nos ha tocado vivir. No voy a decir que vengan por los mínimos, que para eso son figuras, pero que hagan algo de una puta vez por la fiesta, que maten lo mismo que matan otros y otros que maten lo mismo que matan ellos. Empiecen por perseguir y denunciar a sus compañeros que contratan tuneleros, que no pagan los mínimos a los profesionales honrados, a los que obligan a los chavales a pagarse los gastos sin ni siquiera firmarles los boletines, a los que se van con el dinero de las taquillas y a los que dejan a los ganaderos las corridas sin pagar después de llevarse cuatro años criando toros. Prueben a hacer públicas las presiones a las que están sometidos por la figuras. Que cuando alguno se quiera negar a matar un tipo concreto de toro, el aficionado sepa lo que hay y el porque de la ausencia de las figuras. Pero lo mas importante de todo es que cuando lo consigan, todo esto repercuta en la taquilla y en al aficionado.

La razón les asiste cuando hablan de impuestos. Estos señores de su santa y gloriosa madre que están en el gobierno nos tienen a todos hasta las trancas, pero a todos. El cine, otro sector recogido en el Ministerio de Cultura (como si realmente existiera tal ministerio) y con el mismo tipo de IVA que los toros (21%), se le viene ocurriendo la gran idea de organizar al año la "Fiesta del cine" tres días en que cualquier película en cualquier sala de este bendito país costaba 2,90 euros. La media del valor normal de una entrada para cualquier día (excepto los miércoles, día del espectador) se coloca en 6,5 euros, por lo que se rebaja el precio en estos días en un 55,4 %. Pues bien, las colas en las taquillas eran impresionantes, llegándose a reunir en solo tres días 2.191.101 espectadores, e incrementándose en un 15% a la edición anterior. Bien, esto no es la panacea para salvar el sector del cine ni mucho menos, pero si queda de manifiesto que la gente acude cuando está al alcance de la mano. ¿Se imaginan por un momento ver, por ejemplo, a Juli, Morante y Manzanares en las colombinas de Huelva, con una de Miura por veinte euros (aunque fuese al sol) y no por los cuarenta que te clavan hoy en día por verlos con una de Cuvillo? (¿....?). O ir sembrando poquito a poco la afición en los tendidos con una concurso obligatoriamente por feria (con todo tipo de encastes, todos!!) donde los matadores tuviesen que lidiar y los picadores ejercer su profesión a la perfección...que coño en las concurso, en todas!!!.  Yo no me lo imagino ni de coña, pero soy capaz de jugarme las dos manos a que se ocupa mas de la mitad de plaza que se vienen registrando estos años atrás con este tipo de carteles. Si, ya lo sé, ahora mismo estarán todos con la frente roja de las ostias que se han dado al leer esto, pero es que a mi ya hace tiempo que me toman por loco (no se preocupen, que no tiene cura), y no soy yo el que me quejo de que esto se acaba porque para mi hace mucho tiempo que empezó a acabarse. Aquí lo que hace falta son mas valientes con dos cojones y menos quejicas con lloriqueras cuando ven que se les muere la gallina de los huevos de oro.

No nos vengan con milongas señores empresarios, que ustedes se lo han guisado y ustedes se lo van a comer con papas. Ustedes son los que se han encomendado a las figuras cuando la cosa estaba boyante, esperando que estos falsos mesias les fuesen a jubilar enterrados en euros como los tios gilitos del siglo XXI, pero resulta que la realidad les ha hecho ver que José Tomás solo hay uno y además va por libre, con lo que jode eso. Pues en sus manos está, y la linea marcada por los franceses está ahí para el que la quiera coger. Que se puede vivir del toro dignamente siendo mileurista, aunque ya no quede mas remedio que vender el Audi y el chalet de la Moraleja e irse a San Chinarro con las maletas en un Mondeo, como la gran inmensa mayoría del país. Hay ganaderos que van en bicicleta a cuidar de sus toros porque la cosa no da pa´mas. Otros que ya han mandado sus ganaderías al completo al matadero por no poder lidiar. Aficionados y aspirantes a ello, como es mi caso, que no podemos ir a los toros porque no nos da para llegar a fin de mes, y que incluso así, este veneno nos llevaría a hacer un esfuerzo sobrehumano para ir a los toros siempre y cuando hubiese una "fiesta del cine". Cuando consigan todo esto, entonces podrán hablar del futuro de la fiesta y dejarse de tanta milonga y tanto cuento chino. Si no, vayanse ya a sus casas y monten un funeraría o una casita de colores, que la clientela es fija y el negocio no decae.