En estas fechas se comienza a perfilar lo que se
adivina como una díficial y complicada temporada taurina 2013. Para eso todo el
mundo cuenta con la tan manida crisis económica, que no cabe duda, está ahí y
afecta a todos los sectores, y por ello ya se anuncia a troche y moche
reducciones drásticas de número de festejos en todas las combinaciones
feriales.
Esta
situación muy puntual no puede en modo
alguno suponer un argumento único para justificar la actual decadencia de la Fiesta.
Quienes así lo hacen, o son poco objetivos, o sus análisis son tan
superficiales que olvidan la actual degradación del espectáculo en sí. Con ello
participan en no resolver el problema. Se ponen del lado de quienes prefieren
continuar repartiéndose las penúltimas ganancias del previsible naufragio y
continúa haciendo el caldo gordo a
los responsables de todo el problema, que no son otros que los mismos taurinos
que lo han generado.
Es tiempo
de soluciones urgentes que revitalicen el espectáculo, Es tiempo de reivindicar
los valores propios que siempre tuvo la tauromaquia. No es admisible que en una
corrida de toros, y por desgracia ocurre en la mayoría, se eche en falta el
elemento principal que es el toro. Quienes tienen la obligación de tirar del
carro que son las presuntas máximas figuras del escalafón no pueden seguir
demandando la lidia del medio toro, porque en el pecado llevaran la penitencia
y que a nadie engatusen con “gestas” descafeinadas o corridas previsibles donde
no predomine la emoción, y el riesgo sea tan controlado que se reduce a lo
mínimo. Para estética, posturas y toreo ventajista, que organicen otro tipo de
evento y así lo anuncien.
Aquí en
Sevilla ya se vislubran en el horizonte los parametros de la Feria de Abril y
conocidas extraoficialmente los hierros a lidiar, la “gesta” de Manzanares y la
reducción de festejos, seguimos comparando la postura de la empresa con la
ingesta de lentejas “el que quiera las toma y quien no las deja”.
Este
atracón de lentejas de temporadas anteriores donde le falta a la legumbre
la vitamina de la emoción, el riesgo y
la presentación de las reses, aparte de la presidencia que toma posturas
alejadas de los aficionados, supondrá que estos sigan alejandose aún más de los
tendidos completamente decepcionados con una política empresarial que en vez de
buscar y exigir a las figuras competencia entre ellos buscando retos ante el
toro encastado, prefiere nadar y guardar la ropa y mantener en los carteles
ganado podrido que aunque en temporadas anteriores decepciona, claudica ante
las figuras y a lidiarlo en la mayoría de las tardes.
¿Es mucho
pedir que las figuras se anuncien con Cuadri, Victorino, Torrestrella o Fuente
Ymbro, o que el monoencaste Domecq solamente aparezca con quellos hierros que
aún conserven algo de casta?
¿Es
demasiado pedir que la lidia vuelva a ser completa sin varas simuladas y con
toros que se muevan para ofrecer buen toreo de capote, quites y emoción en
banderillas?
¿Es
demasiado pedir que Manzanares o cualquier otra figura demanden ese ganado
encastado que se reserva para toreros de segunda o tercera fila?
¿Es
demasiado pedir que la empresa tenga altura de miras y no solamente anuncie a
Juli o Tomás, sino que estos toreros salten al ruedo con ganado encastado?
¿Es demasiado
pedir que las figuras acepten competencias con los mal llamados toreros
emergentes que vienen pidiendo sitio en lo más alto?
¿Es
demasiado pedir que la empresa ajuste precios de forma proporcional a la
reducción de festejos y que tenga en cuenta igualmente la actual crisis
económica?
Esta
peticiones y otras muchas se escuchan todos los días en boca de los
aficionados.
Felices Fiestas y próspero año taurino
2013
Sevilla,
26 de diciembre de 2012
Diego
Martínez González. Pte. UTAA-SEVILLA