David Mora entrega el preciado trofeo al doctor García Padrós
CÍRCULO TAURINO AMIGOS DE LA DINASTÍA BIENVENIDA
MAGNO ACTO DE ENTREGA A DON MÁXIMO GARCÍA PADRÓS, CIRUJANO TAURINO, DEL XI PREMIO "ANTONIO BIENVENIDA" A LOS VALORES HUMANOS
Intervinieron:
D.
Fernando Claramunt, D. José Mª Álvarez del Manzano y López del Hierro,
D. Juan Mora, D. Juan I. Uceda Leal, D. Miguel Abellán, D. David Mora,
D. Javier Hurtado, y D. Juan Lamarca
Trofeo obra del escultor Santiaago de Santiago
Gabinete de Prensa del Círculo T.A.D.Bienvenida / Fotos: Muriel
Madrid, 25 de Noviembre de 2014
Un
auténtico acontecimiento ha supuesto el brillante acto celebrado en el
Aula de Tauromaquia "Ángel Luis Bienvenida" del Teatro Muñoz Seca de
Madrid, con motivo de la concesión del XI Premio "Antonio Bienvenida" a
los Valores Humanos que otorga el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía
Bienvenida.
A don Máximo, en una
sala abarrotada de aficionados y profesionales del mundo del toro, se le
tributó la ovación más cerrada que se recuerda en cuantas celebraciones
anteriores de la asociación bienvenidista, cuando el matador David Mora
le entregó el preciado galardón sobre el escenario del teatro que
gentilmente cede su propietario y gran aficionado Enrique Cornejo.
Una velada inolvidable
iniciada con los acordes del himno nacional, escuchado respetuosamente
por un público en pie, que dio paso a la presentación y moderación del
mismo por el vicepresidente 1º del Círculo Bienvenida, Juan Lamarca, que
ofreció el mismo a la memoria de dos personas recientemente fallecidas,
el matador de toros José María Manzanares, y el doctor Alcorta, miembro
del equipo de la enfermería de la Plaza de Las Ventas.
Juan Lamarca hizo el
ofrecimiento del trofeo otorgado a don Máximo, por acuerdo de la Junta
directiva del Círculo Bienvenida, resaltando los incontestables
merecimientos profesionales adornados por el ejercicio permanente dentro
y fuera de la plaza durante la temporada taurina y fuera de ella, que
le han hecho acreedor, más bien se le estima como persona digna de
veneración, del respeto y cariño de cuantas personas integran el
arriesgado mundo del toro, de los aficionados en general conocedores de
las excelsas virtudes del médico valorado por los toreros como "su ángel
de la guarda".
Así pues, los
integrantes de la mesa que rodeaban a don Máximo fueron desgranando sus
mejores opiniones y vivencias sobre la providencial presencia de don
Máximo, al frente de su excepcional equipo de profesionales de la
enfermería de la Plaza de Toros de Las Ventas.
El conocimiento y
maestría del periodista Javier Hurtado se puso nuevamente de manifiesto
en la valoración de la cirugía taurina y muy especialmente la ejercida
por el doctor García Padrós,para dar paso al espada Miguel Abellán que
mostró el enorme interés en él despertado desde que se enteró de la
celebración de este acto en honor de "su médico", el que le hizo el
quite de su vida tras los percances sufridos en la corrida de
resurgimiento en "San Isidro" pasado, y al que no podía faltar a pesar
de sus compromisos actuales con ferias ecuatorianas.
Uceda Leal, con voz
entrecortada, no pudo evitar la emoción del recuerdo del fallecimiento
de su padre, y tras el cual toreó una corrida en San Isidro, recibiendo
una grave cornada, destacando que el dolor de su orfandad era superior
al causado por sus heridas, pero que don Máximo, con su expresiva
bondad, no solo le curó de ellas sino de la pena y el sufrimiento que le
embargaba su alma.
Si existe alguna persona
que se signifique por el amor a la Fiesta y su apoyo permanente desde
lo oficial o lo privado, esa sin duda es José María Álvarez del Manzano y
López del Hierro, el alcalde perpetuo de Madrid, según dijo Juan
Lamarca, y que relatara su el antiguo origen de su amistad con don
Máximo, y que dió lugar, en su etapa juvenil, con ocasión de su propio
hermano fuera operado por el padre del doctor García Padrós, el
legendario "médico de los toreros", don Máximo García de la Torre, por
causa de una "cornada", tal como contó don José María, que le infirió
una motocicleta en accidente de tráfico. Elegante, a la vez que
entrañable y emotivo, estuvo don José María contando las altísimas
cualidades que siempre apreció en el cirujano de Las Ventas.
Lo más emocionante de la
noche llegó con la alocución de David Mora, aún convaleciente, de su
gravísima cornada sufrida en la pasada feria de Madrid, cuyas palabras
cargadas de sentimiento expresaron su gratitud, admiración y caríño por
don Máximo, con la esperanza de poder volver pronto a los ruedos, por lo
que luchará y pondrá toda su fe. La ovación de apoyo que le brindó el
público fue la de las grande tardes venteñas.
Juan Mora dominó la
palabra con idéntica poesía y sentimiento que vierte con los engaños
ante la cara del toro, De arte, como siempre, la expresión oral del
torero de Plasencia, y vecino de Las Rozas de Madrid.
No le resulto extraño al
doctor Claramunt, el aire de quirófano salvador que se alumbraba en
cada una de las intervenciones de los oradores, puesto que él ya lo
respiraba desde muy pequeño cuando le llevaba su padre, cirujano de la
plaza de Alicante, al burladero de los médicos en las ferias de San
Juan.
La puerta grande de los
corazones de todos los presentes la abrió David Mora cuando se estrechó
en un sentido abrazo con don Máximo para entregarle el merecidísimo
galardón que premia los valores humanos.
Con inocultable emoción,
contenida con el mismo temple de ánimo con que suele afrontar los
"marrajos" que ha que lidiar bisturí en mano, don Máximo García Padrós
hizo un amplio repaso de sus intervenciones de los toreros que le
acompañaban, destacando el lado humano de todos ellos, no olvidándose de
su predecesor, su querido padre y maestro, don Máximo Garcia de la
Torre, al tiempo de resaltar la abnegación y comprensión de su esposa,
presente en primera fila con sus hijos, sin lo cual no hubiera sido
posible su trayectoria ininterrumpida de cuarenta y ocho años en el
servicio médico de la plaza monumental de Las Ventas del Espíritu Santo,
de Madrid.
Con la larga ovación de
despedida en el clamoroso teatro, se finalizó el memorable acto, con el
acceso al escenario por amigos y admiradores del médico y de los
toreros que recibieron efusivas felicitaciones.
Es de mencionar algunas
de las relevantes personalidades que se personaron en el teatro para
estar con don Máximo. Muy buenos aficionados como Pepe Garrido y Vidal
Pérez herrero; el bibliófilo José María Moreno Bermejo, y el mulillero
José Antonio Tamayo, los letrados José Ramón García y César Nuño de la
Rosa o Felipe Díaz Murillo; mezclados
con gente de la cultura y del toro, como Andrés Amorós y señora, el
escultor Santiago de Santiago, los pintores César Palacio y José Moreda,
los matadores Alberto Aguilar, El Puno,Leonardo San Sebastián, o Lázaro
Carmona con su hijo el novillero Alejandro Carmona; los empresarios y
apoderados, Eduardo y Manolo Lozano con su sobrino Pablo, o Gerado Roa,
Victoriano Valencia o Miguel Flores; ganaderos como la familia Peña y
Juan Pablo Jiménez Pasquau; el banderillero Fernando Galindo, presidente
de la Asociación del gremio; veterinarios de Las Ventas como Javier
Morales, y el presidente Justo Polo.
Cartel de Gráficas MT de Baeza-Jaén-España