Si, Baeza entre otras muchas cosas es una Ciudad
para soñar, por eso hoy que ha amanecido un bellísimo día de invierno, con una
espesa niebla y un cielo cárdeno como los bravos toros de un encaste muy
querido por la afición taurina; quiero soñar con Toros en Baeza, quiero soñar
con una Feria desaparecida que bien pudiera volver para rendir homenaje a todas
aquellas personas que se marcharon y también a las actuales, los cuales dejaron
y dejan el sudor de su frente en esos campos de Baeza que Machado mencionó en
una de sus delicada poesías; me refiero sin duda a la Feria de Mayo.
Feria de Mayo, mes Glorioso, mes de la flores, mes
de María; y como no, mes de un Santo Patrón tan querido en esta agrícola ciudad
que es Baeza, la conocida como Nido de Gavilanes.
En ella se podrían evocar tiempos pasados de
prosperidad y buenos años de cosecha; y tal y como se hacía antaño para celebrar
cualquier evento de importancia en la ciudad, celebrar una extraordinaria
Corrida de Toros.
Toros de casta brava, toreros de tronío como Enrique
Ponce, Cayetano Rivera y José Mª Manzanares que salieran desde su “posada” de
alojamiento montados en un sensacional coche tirado de seis enjaezados caballos
camino del Coso del Vivero para ser recibidos por esa buena afición baezana que
ha sabido conservar su más que centenaria Plaza de Toros tras el derrumbe de la
primera allá por la antigua carretera de Jaén.
Dicen que en esta bella Ciudad Renacentista suelen
hacerse realidad los sueños, por mi parte, el mío queda plasmado en este post,
por bien de toda la ciudad con la repercusión que llevaría tal evento, por bien
del aficionado a los toros y sobre todo por el bien de nuestra singular Fiesta,
Dios quiera se cumpla el sueño de un día de mayo en Baeza.