sábado, 16 de febrero de 2013

La envidia (Pecado capital)



Leo con atención un artículo de Fermín González, comentarista de Onda Cero Radio en Salamanca.

Fermín siempre genial cuando hace sangrar su pluma, ha dado en toma la yema, término taurino utilizado cuando la estocada está en todo lo alto, en su sitio.

Comenta Fermín que la envidia, es una de las modalidades más necias e inútiles que existen. Alegrarse con la desgracia del prójimo y enfermar de envidia ante sus éxitos, es realmente miserable y estúpido, porque entonces los sobresaltos y satisfacciones de tu vida dependen de cómo les vaya a todos aquellos que tú consideres. Y lo que es peor aún, cuando esto se produce desde lo que es el primer peldaño para intentar ser torero, sí, has acertado, cuando esto se produce en las Escuelas Taurinas.

Sigue diciendo Fermín que este pecado, esta generalidad tan “española”, no escapa el mundillo taurino, así pues, en todas las variantes taurinas, que ustedes consideren, esta acendrada tendencia hacia la mezquindad se manifiesta con inusitada alegría.

Las Escuelas Taurinas -sin con esto querer generalizar- cuando a mi entender no se tiene un maestro en torero, para que todos nos entendamos, suceden casos que pueden hundir a cualquier chaval lleno de ilusión cuando otros/otras ya fracasados han visto desvanecidos sus sueños de gloria. Y esto ocurre gracias a la envidia.

Difícil es llegar a ser torero, pero quien conserva la cautela, mide el tiempo, el trabajo, la afición, la constancia, y todo unido a una buena dosis de humildad, son generalmente cualidades que lo engrandece y no se deben perder de vista ni abandonarlas, con ellas, se puede triunfar, de hecho aun sin llegar a alcanzar el sueño deseado, en la vida se ha triunfado, pero estas lecciones las da un buen maestro, las da un torero.
Lo que vemos en la foto, entrenar junto a un maestro y acudir al campo de tapia como se ha hecho toda la vida, me quedo con esta forma de vivir ese maravilloso tiempo en busca de ser torero.

Hay que enseñar al que no sabe, enseñar a respetar al compañero, aunque triunfe o pueda triunfar, aunque uno mismo como he comentado haya sido a una corta edad, un fracasado en cualquier intento. Pero parece que en este país abunda lo contrario, pisotear al que tiene posibilidades. Es lo que tiene la cochina envidia.

2 comentarios:

  1. Texto no solo lleno de palabras que forman frases ,sino de verdades y realidades mundanas,penosas aveces cuando se trata de deshacer ilusiones ,esfuerzos y momentos de soñar ,porque es cierto que la envidia rompe esquemas y la mayoria de las veces esquemas de vida.Pero buena receta para el recelo o envidia hacia uno es la sonrisa y verdaderamente lo que define a la persona,la humildad de uno mismo,y esa ,la humildad es el mejor triunfo ,lo demas se pasa de largo ,lo humano va dentro cada dia y a donde vayas.
    Razon tiene Fermin Gonzales

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  2. Formidable su respuesta, y anodina que la envidia pueda crecer en personas tan jóvenes. Un saludo-

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