ALBERTO LAMELAS. UN TORERO QUE PIDE PASO

¡Qué raza! ¡Qué amor propio! ¡Qué forma de sentirse torero! ¡Qué persona más grande!

Sin palabras, así es como me ha dejado hace un rato mi gran amigo, el torero jienense de Cortijos Nuevos, Alberto Lamelas, una persona grande como he dicho, pero también un torero grande donde los haya. Un torero al que le está costando llegar a la meta, un torero al que no se lo están poniendo fácil, pero un torero que a buen seguro llegará a ocupar un puesto de privilegio en el escalafón.

Había dejado pasar unos días para no molestarle en su recuperación desde la grave cogida sufrida en Alés (Francia) el pasado 16 de mayo por un toro de Cura de Valverde, el cual le infirió una cornada de dos trayectorias en la pierna y otra en el cuello, siendo un verdadero milagro el que no afectara ninguna zona vital.

Alberto, al ser un torero de pundonor, a pesar de no encontrarse en óptimas condiciones, tenía por un lado que cumplir y por otro lado demostrar que quiere ser alguien en esta dura y difícil profesión, por lo que el día 25 reaparece en Vic-Fezensac nada más y nada menos que con una corrida de Dolores Aguirre. Resultó que aun sin estar totalmente restablecido, el torero de Cortijos Nuevos, en su primero alternó series por ambas manos en las que aprovechó la nobleza y movilidad del de Dolores. El sexto, un pavo impresionante de hechuras, se acostó por el lado derecho de salida, entrando tres veces al caballo, resultando muy largo el tercer puyazo. Lamelas hizo frente con valentía al astado, la espada le privó de un gran triunfo pero la sabia afición francesa le ovacionó como premio de despedida y de agradecimiento por haber estado presente tras ser herido recientemente en Alés.

Ahora se está recuperando y los próximos compromisos en Francia son el día 11 de julio en Ceret ante una de Dolores Aguirre, el 26 de julio en Orthez ante una de Valdellán y el 12 de septiembre en Dax ante una de Celestino Cuadri. Así son los toreros de Jaén, a los que al parecer les cuesta llegar, pero una vez que llegan son de lo mejor del escalafón.

Mi querido amigo Alberto, haber hablado contigo ha sido, como siempre un placer; pero hoy nuestra conversación ha traspasado fronteras, haberte escuchado hablar con esa fortaleza, esa entereza, esa forma de ver el toreo, tu profesión, tus conceptos de futuro, ha sido toda una lección que muchos aficionados al uso debieran recibir para saber cómo sois los toreros, como toreros sí, pero también como personas. Aún convaleciente, recuperándote y resentido de tu última actuación prácticamente con las heridas frescas, te agradezco infinito el haberte acordado de la enfermedad de mi esposa y que le hayas enviado todo tu cariño y apoyo. Gracias Alberto, gracias amigo, y gracias TORERO, como tal te mereces llegar a lo más alto, como persona no te deseo nada, ya Dios te ha hecho grande y buena gente, deseo que del mismo modo te premie como TORERO. Un fuerte abrazo maestro.

 Asi toreó Alberto en Vic-Fezensac aun convaleciente de la cogida en Alés

Y así estuvo en Castellar (Jaén) una plaza de 3ª categoría donde sale el toro de verdad