El Círculo Taurino de Baeza inaugura su nueva sede dentro del emblemático Palacio Sánchez Valenzuela. Un edificio del Siglo XVI ubicado en la céntrica calle San Pablo de la ciudad, dando así inicio a las Tertulias Taurinas de invierno.
Como noche de VERDAD podemos catalogar la velada taurina ofrecida por el Círculo Taurino de Baeza el pasado viernes en su nueva sede. Una inauguración de lujo con la Conferencia-Coloquio a cargo de D. Javier Hurtado, Licenciado en Ciencias de la Información así como periodista taurino del programa Tendido Cero de T.V.E. y D. Juan Lamarca, Presidente que fuera de la Plaza de Toros de Las Ventas, poniendo de esta manera el cierre oficial al ciclo cultural de la temporada.
Abrió el acto su presidente D. Manuel Calvo haciendo la presentación de los invitados y dando la bienvenida al nutrido número de aficionados presentes que hicieron posible el “no hay billetes” dada la interesante disertación de la velada taurina.
Las respectivas ponencias han versado sobre las consecuencias de la acción anti-taurina que sufre la Fiesta Nacional. Aún reconociendo la realidad del movimiento anti-taurino, desde posiciones respetables de naturaleza ecologista y animalista, pasando por las carácter de hipocresía social, hasta las que se muestran más activas y corrosivas como lo son aquellas de inspiración política, ambos ponentes han resaltado lo paradójico y sorprendente que resulta lo anti-taurino precisamente en dos estamentos fundamentales sobre los que se basa la existencia y pervivencia de la Tauromaquia: El Profesional y la Administración Pública.
Javier Hurtado calificó de anti-taurinas las, no poco frecuentes, conductas de profesionales del toro que rebajan la calidad e integridad de la corrida, en detrimento del espectáculo, y del interés del público que como consecuencia se aleja de las corridas y no despierta el interés en los jóvenes como nuevos espectadores.
El peligro de la pérdida del carácter heroico que siempre tuvo el torero, va acompañado de la real aparición, y en clara competencia, de nuevos héroes de otras actividades deportivas que lo igualan o superan en la estimación popular, manifestó Javier Hurtado.
Como opinión autorizada que le avala su digna y prestigiosa trayectoria profesional de la información, no escatimó valentía y sinceridad al juzgar de nefastas las consecuencias generadas por ciertos aspectos las retransmisiones televisivas actuales que muestran complicidad con los “malos taurinos”, y mermando la credibilidad del espectáculo desde las pantallas de televisión, por lo indigno de lo que se muestra, y el canto jaleado que se ofrece.
Por su lado, Juan Lamarca, calificó de fundamental para la buena evolución y existencia la Fiesta que nos ha llegado hasta nuestros días, el hecho de haber nacido y desarrollado con el amparo de la Administración y la tutela de la Autoridad.
Es por ello, señaló, que ante los tiempos de crisis que atraviesa la Fiesta, la Administración Pública española, en todos los ámbitos de su competencia nacional o autonómica, en repetidas ocasiones y oportunidades se muestra en el ejercicio de sus potestades administrativas, más como un elemento anti-taurino, que como fieles cumplidores de los loables principios y motivos expuestos en la vigente Ley; e igualmente anti-taurino se puede estimar cuan se significa promulgando disposiciones legales contra el espectáculo. Es decir, que Juan Lamarca argumentó su dictamen sobre su apreciación de claras posiciones anti-taurinas en el seno de la Administración en general.
Una, la del reprobable incumplimiento de la normativa taurina vigente por parte de quien tiene el deber legal de cumplirla y hacerla cumplir, como son los organismos públicos competentes, y por otro lado la autoridad en la corrida; ya sea por ignorancia, desidia, o, lo que sería más grave, de forma consciente.
Otra, la que representa la multiplicidad de reglamentación con preceptiva varia y divergente en cuestiones fundamentales sobre la organización, celebración y desarrollo de espectáculos taurinos; así como la de aprobar normativas o disposiciones restrictivas o prohibitivas respecto a la asistencia de espectadores menores de edad, y la amenazante de la prohibición de la propia Fiesta en Cataluña.
Y por último, el gravoso tratamiento fiscal que asfixia al espectáculo taurino, la falta de apoyo a las Escuelas de Tauromaquia, y el desprecio al fomento de la cultura taurina, lo achacó a una patente actitud anti-taurina demostrada por la Administración Pública española.
La nutrida concurrencia, encabezada por el ilustre baezano Manolo Torres, alma y mecenas de la cultura taurina en la ciudad Patrimonio de la Humanidad, estuvo incrementada por aficionados de Úbeda y Linares, con el orgullo de contar entre nosotros con un grandioso picador de toros como lo es nuestro paisano Manolo Montiel.
Al finalizar el acto se ofreció una copa de vino español dentro del inigualable marco de su nueva sede, donde desde su salón lujosamente ornamentado con pinturas y detalles taurinos, da al visitante la grata satisfacción de poder admirar entre arcos de bellísima piedra el majestuoso patio del que dispone el histórico edificio. Todo un lujo. Enhorabuena al Círculo Taurino de Baeza.
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