Con tres cuartos de entrada se ha celebrado la corrida Picassiana. Se han lidiado toros de Luis Algarra, de juego desigual.
Javier Conde, silencio tras aviso y pitos
Salvador Vega, ovación y ovación tras aviso
Jiménez Fortes, vuelta y ovación.
...He tenido el honor de que me sirviera las espadas, allá en los altos del 7, un viejo profesional, gran aficionado -yo más viejo que él- ayuda o mozo “espás” de Antonio Ordoñez, Manolo Segura y Paco Ceballos. Así que este comentario crítico va redactado en su honor, ya que en esencia las ideas aquí expresas me fueron dictadas al oído desde su sabia “conocencia”. De nombre Don Cristóbal Ortega.
“Pues no crea, Málaga nunca fue nada para Picasso -bueno sí, a partir del boom turístico- y sin embargo pervive en su recuerdo orgullosa de ser su cuna. El año pasado se le dedicó (con ésto de las picassianas) a la fase rosa; para hoy va de azul. No distingo que tiene que ver ésto con Los Toros, cuando los de Picasso son los más anacrónicos de la historia de la Pintura (los de Altamira expresaban más). Me lo quieren compara con Goya -alguien hasta lo mejora- lo cual no es posible, es sacrílego. Yo hago alguna cosita a carboncillo, vendo algo y si no me gusta lo rompo; Picasso como lo vendía todo...”
La Malagueta revestida de azul cielo (azul Picasso, no cielo), indumentaria goyesca en las cuadrillas y matadores, salvo Javier Conde -se autoproclama artista- disfrazado de un “plotex” a lo Miró, o vete a saber a lo de quién. Salvedad también en Jiménez Fortes que luce un terno verde hoja seca con bordados en espiga francamente bonito, sobrio y que rellena con su físico algo más fortalecido que a principios de temporada, en los que dentro de un grana y oro (Madrid y Valencia) le sobraba seda por todos lados; si que lucen, Salvador Vega y Jiménez Fortes, éste sin liárselo, sendos capotes de paseo decorados con motivos a lo “ruiz-picasso” donotando su buen gusto.
El pretendido lleno por la organización, desde la Fundación Picasso, Diputación y la franco-hispana Casas, Coutiño, Sará, Lloret no se consigue; más abundancia juvenil en los tendidos que otras tardes precedentes, lo que me satisfizo.
“No es Plaza de Primera, la de la Malagueta, por no tener, no tiene ni servicios en los tendidos altos”, me dice a modo de denuncia mi amigo Don Cristóbal Ortega: “Aquellas tardes de Ordoñez, él como empresa, con la Plaza a rebosar; las de las cincuenta y siete salidas a hombros de Manolo Segura, y hoy con sus cenizas incrustadas en una pared anexa a la Puerta Grande, sin un mal azulejo que lo indique. Mire, así es Málaga, no le demos más vueltas. Todos la queremos, pero cuando se pierde la identidad... ¿a quién o a quienes les diriges el reproche?”
Javier Conde, silencio tras aviso y pitos
Salvador Vega, ovación y ovación tras aviso
Jiménez Fortes, vuelta y ovación.
...He tenido el honor de que me sirviera las espadas, allá en los altos del 7, un viejo profesional, gran aficionado -yo más viejo que él- ayuda o mozo “espás” de Antonio Ordoñez, Manolo Segura y Paco Ceballos. Así que este comentario crítico va redactado en su honor, ya que en esencia las ideas aquí expresas me fueron dictadas al oído desde su sabia “conocencia”. De nombre Don Cristóbal Ortega.
“Pues no crea, Málaga nunca fue nada para Picasso -bueno sí, a partir del boom turístico- y sin embargo pervive en su recuerdo orgullosa de ser su cuna. El año pasado se le dedicó (con ésto de las picassianas) a la fase rosa; para hoy va de azul. No distingo que tiene que ver ésto con Los Toros, cuando los de Picasso son los más anacrónicos de la historia de la Pintura (los de Altamira expresaban más). Me lo quieren compara con Goya -alguien hasta lo mejora- lo cual no es posible, es sacrílego. Yo hago alguna cosita a carboncillo, vendo algo y si no me gusta lo rompo; Picasso como lo vendía todo...”
La Malagueta revestida de azul cielo (azul Picasso, no cielo), indumentaria goyesca en las cuadrillas y matadores, salvo Javier Conde -se autoproclama artista- disfrazado de un “plotex” a lo Miró, o vete a saber a lo de quién. Salvedad también en Jiménez Fortes que luce un terno verde hoja seca con bordados en espiga francamente bonito, sobrio y que rellena con su físico algo más fortalecido que a principios de temporada, en los que dentro de un grana y oro (Madrid y Valencia) le sobraba seda por todos lados; si que lucen, Salvador Vega y Jiménez Fortes, éste sin liárselo, sendos capotes de paseo decorados con motivos a lo “ruiz-picasso” donotando su buen gusto.
El pretendido lleno por la organización, desde la Fundación Picasso, Diputación y la franco-hispana Casas, Coutiño, Sará, Lloret no se consigue; más abundancia juvenil en los tendidos que otras tardes precedentes, lo que me satisfizo.
“No es Plaza de Primera, la de la Malagueta, por no tener, no tiene ni servicios en los tendidos altos”, me dice a modo de denuncia mi amigo Don Cristóbal Ortega: “Aquellas tardes de Ordoñez, él como empresa, con la Plaza a rebosar; las de las cincuenta y siete salidas a hombros de Manolo Segura, y hoy con sus cenizas incrustadas en una pared anexa a la Puerta Grande, sin un mal azulejo que lo indique. Mire, así es Málaga, no le demos más vueltas. Todos la queremos, pero cuando se pierde la identidad... ¿a quién o a quienes les diriges el reproche?”
Espectacular salida de 'PARTIDITO', malogrado por Conde
Encierro
de Luis Algarra Polera adecuado para una plaza de Segunda que no sea
demasiado exigente, impropio pues para Málaga; ¿o es que por Picassiano
todo se devalúa? Bravita la Corrida, con el único derribo por anotar en
lo que va de Feria, por el quinto de la tarde “Misterioso” de
nombre, que agarró al ligero anglohispano de Peña por los pechos sin
ser detenido por José Garcia, lo que nos permitió ver un gran quite de
Victor Nieto cuando se eternizaba el tiempo con el caballo a merced de
lo peor; se quedó “parao” en el tercio final. También disfrutó de otro
buen Toro Salvador Vega con su primero, el más fino de cabos. Al que
abrió plaza, un bello burraco, le administró una gran vara el picador
local Pepillo (hijo de), luego vil e intencionadamente mal lidiado por
Javier Conde; parado el que hizo cuarto. Tercero y Sexto, del mismo tono
en cuanto a bravura, sintiéndose podidos por Jiménez Fortes. Blanditos
en general y cumpliendo en varas.
UNO NADA MAS. Gracias pues
“No sé qué ...pinta Conde aquí esta tarde”,
me decía el fiel Don Cristóbal, al que Don Antonio Ordóñez le decía
“Rubio”. Adrede, a su primero le destrozó su fondo de bravura -se lo
comía en los medios- ofreciéndole las tablas, buscándole el abrigo que “Partidito” nunca pidio. Del segundo mejor no hablar. Bronca en ambos.
Salvador VEGA, muy en Ordoñez
Salvador
Vega, muy en Ordóñez -su espejo- en sendas faenas del mismo corte, pero
exentas de ligazón y entrega; con buena composición, a veces ligando
sobre el compás y con mucha naturalidad, admitiendo que en ella abusaba
de la distancia, lo que en los tendidos se interpretó como falta de
entrega. Saludos desde el Tercio en ambos.
Sin esconder la patita, no se puede ser figura
Jiménez
Fortes, concienzado y firme ante sus dos oponentes; quietud y entrega.
Le vimos triunfar en Valencia; y no poder en Madrid. Hoy ha podido,
confirmando sus buenas maneras y su intención de hacerse con un puesto
en lo alto. Ésta ha podido ser su temporada, ya abordada a su tramo
final, en la que solo ha hecho una declaración de intenciones.
Bajo la atenta mirada. Bella composición de Fortes
Dos
de sus quites, uno por chicuelinas y otro por gaoneras preñados de
emotividad los entresaco de mis apuntes en la mente y la Sony -uso poco
papel-; un mal sablazo que precede a una gran estocada, le impide el
acceso a las orejas, en el primero. Y en el segundo faena, aun más
intensa y diluída en cuanto a ligazón, de la que pese a estar acertado
con las espada, tampoco es suficiente para tocar pelo. En ambos toros la
petición fue suficiente; otra cosa es que la Presidencia no lo
entendiera así. Vuelta y vuelta después mayoritarias peticiones no
atendidas.
Ahí se rematan los buenos derechazos al natural
Un
apretón de manos a mi entrañable mozo-espadas de esta tarde de
disfraces, me congratula de haberla sobrellevado. Va por usted “Torero”,
mi nuevo amigo Don Cristóbal Ortega; mejor diría que de toda la vida,
nos une la afición por esta bendita locura que es El Toreo.
Texto y Fotos.- José Olid. Colaborador de la Costa de Granada para De Catafalco y Oro.
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