jueves, 6 de marzo de 2014

EL TOREO ES GRANDEZA

Rotunda afirmación y hoy adalid de anhelos, utopías y quimeras.
Acabaron los tiempos del rito trágico y fascinante, donde el divertimento quedaba en las alacenas de las casas y el espectador acudía a las plazas para asistir, sobrecogidos a esas hazañas alentadas por la mucha dificultad y donde la severa dama tenebrosa afilaba su guadaña sin reservas. Resuena en la memoria el rugir, la conmoción, la exaltación, la impresión ante aquellos hombres que se jugaban la pelleja sin mentiras ni fullerías, luchadores terrenales con alma inmortal. Hombres con corazón de Toro ante Toros con astucia de hombres.


Concluyeron épocas de sabor, olor a magia, a romero y a marismas, de duende en el arte y de arte con duende.
Tipos extravagantes, raros, bohemios, elegantes con caras surcadas por la timidez y la abulia. En algunos casos, derrotados por las dificultades e intrincados avatares de la vida.

Figuras, maestros heroicos y artistas que enseñaban tarde tras tarde, una cualidad, una aptitud, un sentimiento, una oda al VALOR, como algo innato en sus naturalezas que en mucho distaba con la temeridad o la mediocridad. Cada cual con su personalidad, su forma de entender, de trasmitir y de plasmar heroicidad, entrega, pasión y respeto a la ardua ortodoxia por el animal indómito.

 
Así forjamos nuestra afición, mirando atónitos las huellas de un pasado cautivador, escuchando maravillados aquellas hazañas casi irreales. No en vano, nadie es eterno y el acercamiento al embrujo carece de tiempos mientras contemos con testimonios vivos.


Apelo pues, al espíritu de Pepe-Hillo, Cúchares, Belmonte, Pastor el de "la blusa", cuyos huesos deben andar revolviéndose en sus urnas funerarias ante tanta imitación, uniformidad, mediocridad, rutina y ardua pesadez en los ruedos, en el toro y en quienes osan llamarse toreros, presentando sus vanidades en espectáculos rutilantes envueltos en papel cuché y ovaciones confortables.

Que ya lo decía Groucho Marx: "Es mejor estar callado y parecer tonto que hablar y despejar dudas definitivamente" y para la palabra de un Torero, nada mejor que un ruedo y un Toro.
 
Fuente.- Gloria Cantero. Colaboradora de la Región de Murcia para De Catafalco y Oro.
 

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