Amanece en Cerropelado

Ya llevaba tiempo querer ver el amanecer en el campo bravo y hoy me he dispuesto pasar la mañana en Cerropelado. Ha sido como siempre que visito esta casa, unas horas maravillosas.

 Amanece en Cerropelado

Unos kilómetros antes de tomar el desvío que lleva a la finca saludan como “torres vigías” lo más identificativo para la ciudad de Linares, los vestigios de lo que fueran unas minas de plomo. Al pasar por una de ellas, me persigno ante un ángel que ocupa su cúpula y le envío una rogativa.

 Locana de una mina surgiendo de un olivo

Agonizando la madrugada entro en el camino que lleva a la finca. Como es costumbre, las perdices entonan su canto y los conejos que empiezan a recogerse en sus madrigueras, paro el vehículo para echar unas fotografías y aprovechar para echar un “fumarro” –que dicho sea de paso, no entiendo el porqué le llaman cigarro si lo que se hace con ellos es fumar- y respirar aunque parezca una paradoja, aire puro. En el coche suena Juan Pardo que como siempre sus letras son reflejo de la vida misma y hace quedar mi mente inmersa en su letra "Yo no cambio mi rumbo ni bajo la guardia, mantengo el camino que tome para mi marcha y aunque a veces lleno de escarcha; aún beso una flor desde el diván de mi ventana y escondo el dolor en el desván entre manzanas".

Llega la hora prevista y acompaño a Luís -el mayoral de la ganadería- a una intensa tarea que se alarga hasta la hora de comer. Hay que asistir a las reses y comienza el reparto de paja y pienso en cada uno de los apartados donde se disponen toros, novillos y vacas con sus correspondientes crías. Como si de hijos se tratara y conocedor de todas y cada una de las reses con que cuenta el hierro, me va comentando: Mira esa vaca número tal es la madre de la becerra que se tentó tal o cual día. Ese becerro es de la vaca fulana, hija de la vaca mengana. Es lo que se conoce por reatas.

 Mientras ves estas fotos, puedes escuchar a Juan Pardo

 Toro a lidiar el dia 12 de agosto en Castellar. Un "tio"

 Cargando el pienso de la tolva

 Reparto del pienso

 Acudiendo al pienso

 Aquí cada uno sabe cual es su plato

 Bonito pelaje el de la vaca

 Luís el mayoral reparte la paja

 Dos hermosas vacas

 Los novillos acudiendo a comer

A mí también me acusan de estar loco. Pero he pasado una mañana espléndida, como todas las jornadas que tengo ocasión de visitar esta casa, ha valido la pena levantarse a las seis de la mañana y ver un amanecer en Cerropelado, en Paz y con el Alma en calma.