miércoles, 18 de enero de 2012

Ubeda Renacentista......... y Torera




Que Ubeda es renacentista de sobra es sabido y conocido ¡pues anda que no hace siglos que Ubeda es renacentista! Con esto pasa como con el aceite de oliva, que parece que se acaba de descubrir ¿Acaso ha hecho falta que Ubeda fuera declarada Patrimonio de la Humanidad para conocerla mundialmente? ¿Es que Jaén no era sobradamente conocido del mismo modo por ser el mayor productor de aceite de oliva? En fin, que quienes tienen que ocuparse de otros menesteres más del interés popular, o no saben o no les interesa desarrollarlos. No digo que lo anteriormente mencionado no tenga o no haya que darle la importancia que tiene y merece, pero hay otros aspectos también culturales -ahora más que nunca ya que pertenece al referido ministerio- que parece da vergüenza defender a quienes en parte son por muchas razones la auténtica y verdadera vergüenza; estos otros aspectos a los que me refiero no cabe duda, son los taurinos. Quizá pueda ser no interese venderlo porque como suele decirse -me hace gracia la frase- no es políticamente correcto.
Ubeda, interese o no interese, sea o no políticamente correcto, además de Renacentista, es Torera. Como comentara un ganadero en la típica tertulia tras alguna de las tareas camperas; damos más importancia a lo de fuera que a lo que tenemos en nuestra propia casa y, en Ubeda ese concepto, no es que se aprecie porque se sea más listo que nadie, no; es que se ha demostrado palpablemente con algunos de sus ciudadanos que…. no digo….¡ maldita sea! porque aman a su pueblo de verdad, llevando su nombre con orgullo desde hace muchos años, pero fijándose en quienes verdaderamente deberían representar con orgullo ese nombre y no lo hacen a mi entender como debieran ¡Malditos sean ellos! ¡Malditos sean!
A estas alturas de la vida no me voy a asustar de comentarios, dimes y diretes y otros histrionismos típicos de los “salvadores” de su “patria chica”, Ubeda. Pero si llama mi atención que a muchos se les llene como suele decirse la boca de Ubeda cuando salen fuera y que en su propio pueblo no defiendan a sus toreros, no se les vea por tertulias taurinas, ya no digo de la propia Peña Taurina existente en la ciudad, donde entre otras cosas se le machaca con el “San Martín” de que está lejos del centro de la ciudad, ahí es donde menos falta hacen; sino en ninguna de las muchas que se celebran en la provincia; claro que estos no son aficionados a los toros, ellos mismos suelen catalogarse de “taurinos”, parece ser que es más que ser aficionado al uso. ¿Taurinos?, algunos vestidos con piel de cordero siendo lobos sin escrúpulos, que llegado el caso para beneficio propio de un dinero empresarial, “maquinan” conseguir que la plaza sea concedida a este o aquel empresario, aunque con ello se perjudique al verdadero aficionado de la ciudad ¡Como estos, no suelen pagar! Mercaderes, alabarderos e incluso gentes de medio pelo y mala casta podríamos llamarles a esta clase que siempre actúan del lado del mejor postor; pero tienen un problema, que ya todo el mundo les conoce sin llegar a mencionarlos, porque por sus actos, ellos solos se han dado a conocer. Si verdaderamente se es aficionado a los toros y se está vinculado directamente en los designios taurinos de la ciudad, hay que ser vasallo, si, vasallo, pero del auténtico y único Señor, el toreo.
Ubeda Renacentista y Torera, muy Torera ¡pero que poco se defiende a su torería! Así y todo, los toreros de Ubeda siguen en su lucha, siguen con su afición y; últimamente hay que hablar nuevamente de Juan Antonio, Millán, Herrador, por si alguno no sabe su nombre y, se hace llamar “Carnicerito de Ubeda”, sí, de Ubeda. Torero entregado a su profesión, torero que diariamente entrena junto a otro torero y amigo, Juan Luís Pizarro. “Carnicerito de Ubeda”, un torero que este año lo comienza con la misma ilusión de siempre, sin dejar su entrenamiento físico diario, acudiendo con asiduidad al campo donde es requerido a un gran número de tentaderos; lo que si tiene descuidado es el entrenamiento mental, este no le hace falta porque la mente la tiene totalmente despejada, sabe lo que es, sabe lo que siente y está sobradamente mentalizado que es torero y, eso es lo importante.
La semana pasada en “Llanomojao”, esta semana en casa de Juan Collado, en ambos sitios ha vuelto a demostrar la clase de toreo que atesora y, no lo digo yo, son voces que se escucharon tanto en Ciudad Real como en la amplia y bonita sala desde donde se dirige el tentadero en casa de los Collado, nadie se explica como un torero de la clase de Juan Antonio Millán, un torero hecho, cuajado y en el momento emocional en que se encuentra, no le abran las puertas. Esperemos que esta nueva temporada, su apoderado encuentre ese camino que ponga a este artista, de Ubeda, no se les olvide a muchos; en el sitio que por ley le corresponde.
Como vemos, los toreros de Ubeda están unidos, los toreros de Ubeda luchan juntos, entrenan juntos y, juntos o por separado, cada cual intentará llegar a lo más alto en este difícil mundo del toro, les costará, tal y como está el panorama taurino y la ayuda que de su feria reciben; pero lo que no se les puede negar a ninguno de ellos, es que son TOREROS, por eso lo único que pido y a quien lo pido lo sabe, es, RESPETO.

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