miércoles, 26 de abril de 2017

CERROPELADO. EL MAESTRO PALOMO ESTUVO PRESENTE


Esta semana estuvimos de nuevo de tentadero en la Finca Cerropelado, donde pastan los toros procedencia Núñez del Cuvillo del ganadero D. Iñigo Garzón.
Fue la tarde del lunes, ese día tan polémico y que tantas falsas noticias daban a primeras horas del día sobre el fallecimiento del torero paisano nuestro, Sebastián Palomo Linares.
Fue casi terminando el tentadero cuando uno de los presentes anunciaba que ahora si era verdad, el maestro de Linares, esa ciudad minera y torera por excelencia de la provincia de Jaén que tan solo dista unos siete kilómetros de donde nos encontrábamos, acababa de fallecer, un Descanse en Paz Maestro generalizado por todos los asistentes se hizo presente en la finca ganadera.
Perdonad que os hable hoy miércoles del tentadero del lunes pero consideré que ayer la única noticia que debía resaltar tanto en el Blog como en otras redes sociales era la del fallecimiento del maestro linarense.
El tentadero como es habitual en esta casa se celebró dentro del disfrute generalizado por los presentes, se tentaron cinco vacas, dando todas ellas un buen juego en la muleta, bien es verdad que algunas exigieron más que otras pero como siempre, el disfrute ante ellas fue eminente.
El señor ganadero se encargó de tentar una de las reses, la más complicada de la tarde, así y todo como digo, la sometió y llegó a sacarle unas tandas por ambos pitones muy notables.







El matador de toros Alberto Aguilar estuvo sobrado y muy torero toda la tarde, tentó dos vacas, buenas, bravas y nobles, realizando unas faenas muy camperas, disfrutó mucho y dijo estar muy mentalizado ante las dos tardes que le esperan en Madrid ante toros de “La Quinta” y “Rehuelga”, así como otra en tierras francesas, todo aficionado sabe las corridas de toros que este grandioso torero madrileño acostumbra a estoquear.












Por otra parte el novillero sevillano Pablo Aguado también estuvo sembrado ante bajo mi punto de vista, las dos mejores vacas tentadas; y digo mi punto de vista porque no tengo la costumbre de preguntar al seños ganadero que vaca deja para madre y que vaca desecha del examen recibido. Pablo Aguado estuvo muy torero y del mismo modo que el matador nos hizo disfrutar de un toreo exquisito, templado y muy sentido.








El picador Santiago Sánchez, picador de esta casa ganadera, como siempre estuvo sensacional, citó de lejos a las vacas con la voz y estas respondieron a la perfección cuando las pusieron a una distancia de punta a punta de la plaza, todo un espectáculo.











Tanto es así que quien les escribe pudo disfrutar de todas ellas pero en especial de la tentada en último lugar, una vaca de la casa, auténtica, la de comportamiento más Garzón, una becerra que tras ser tentada y toreada posteriormente por el tapia que acompañaba al maestro Aguilar, tuve la ocasión de salir y bajo la dirección del propio ganadero me sentí el torero más grande del mundo, una becerra noble, nobilísima, la que te permite estar a poquísimos centímetros de los pitones, bien cuadrado entre ellos, relajado totalmente y la muleta atrasada, detrás del cuerpo prácticamente y cuando la sacas a la altura de la cadera y con un simple toque y bajando mucho la mano, la becerra la tomaba hasta el final, se paraba, te volvías a colocar de la misma manera y volvía a embestir con una templanza y suavidad que hacía eterno el muletazo, sientes algo en tu cuerpo que no puede explicarse y si además eres agasajado tanto por el ganadero como por el torero presente os podéis imaginar los que os hayáis puesto delante de una becerra, las sensaciones que se sienten.









Al finalizar el tentadero, como es habitual, el señor ganadero ofrece una copa de vino español a los presentes y la tertulia taurina se abre, destacando en esta ocasión la genética en las reses bravas, un tema interesantísimo ya que expuso su punto de vista un médico que estuvo presente y que ha ejercido durante varios años de asesor taurino en plazas de 2ª categoría de la provincia.




Y hasta aquí lo que han sido los tentaderos este año en la Finca Cerropelado. Ahora como suelen hacer los grandes toreros, toca ponerse a punto finalizada mi temporada, en breve seré intervenido de tres lesiones en la rodilla, rotura de menisco interno, problemas en los ligamentos cruzados y líquido en la misma; así que hasta que pueda de nuevo andar tras la intervención quirúrgica, que será cuando haga una visita a mi casa ganadera, veremos cómo siguen los toros en el campo y os mostraré un interesante reportaje que espero os guste a todos. Que os lo paséis bien amigos y disfrutéis de una buena temporada de toros.

martes, 25 de abril de 2017

In memoriam Obituario de un grandioso torero: Sebastián “Palomo Linares”


Por Salvador Santoro


Pasado mañana, festividad de Ntra. Sra. de Monserrat, habría cumplido setenta años. Una complicada dolencia cardiaca, le llevó a ingresar el pasado viernes - para ser intervenido a corazón abierto - en el Hospital Gregorio Marañón, de Madrid; donde ayer día 24, a la simbólica hora de las cinco de la tarde, expiró el séptimo matador de alternativa, de los veinte que ha dado nuestra taurinísima ciudad: Linares
Sebastián Palomo Martínez - en los carteles “Palomo Linares” - vio la luz primera en el nº 18 de la linarense calle Zambrana, un 27 de abril de 1947. De familia humilde - Miguel su padre trabajaba en la mina - Sebastián tuvo como primer oficio el de aprendiz de zapatero en el taller que tenía Pedro, hermano del también matador de toros local Víctor Quesada, en la calle Menéndez y Pelayo, conocida popularmente como de “El Tinte”.
Palomo, se inicia como “capa” en los tentaderos de las numerosas ganaderías de la zona. En esta época de maletilla, se le conocía como “El Rata” por su espabilo y desenvoltura. A este respecto, referir el simpático origen de este apodo. Por testimonio directo, el siempre recordado novillero Juan Mendoza Alcaraz “Juanito Mendoza”, nos contaba que se lo puso el banderillero paisano, Rafael Bautista Bellido “Rafaelete”, una mañana que - como siempre “atinela” - se entrometía en el corrillo de profesionales y taurinos, que recalaban en la acera del Café Regina (en las Ocho Puertas) para “orientarse” en que finca se iba a tentar. Rafael - guasón - le espetó: “…y tu quien eres, que tienes cara de rata…”. Sebastián, no se amilanó en la respuesta y, pasado el tiempo, este importuno adolescente, de pelos hincados, se convertiría en una primerísima figura del toreo.

Sebastián “Palomo Linares”, liado en un capote de paseo de “galones”, abre cartel  en la feria de San Agustín de Linares de 1977. (Foto: Chacón)

Después - con lo puesto y cargado de ilusiones - marcha a Madrid al reclamo de la “Oportunidad”, concurso organizado para descubrir nuevos valores en la antigua plaza de Vistalegre (llamada “La chata carabanchelera”). Allí, un jovencísimo Sebastián, en novillada sin caballos retransmitida por TVE, triunfa clamorosamente. Los hermanos Lozano - mecenas del evento y siempre intuitivos - previeron sus grandes posibilidades, apoderándolo desde primera hora.
Debuta Palomo con picadores, en la localidad alicantina de Ondara, el 3 de enero de 1965, compartiendo cartel con Gregorio Tébar “El Inclusero” y el toledano Vicente Punzón. Tras meteórica etapa de novillero, al año siguiente, el 19 de mayo, toma la alternativa en Valladolid, alternando con Jaime Ostos, como padrino, y Juan García “Mondeño”, fungiendo de padrino. El toro de la ceremonia, atendía por “Feíllo”, del hierro salmantino de Salustiano Galache. Para no alargar su extensa biografía taurina, indicar dos hitos en su intachable carrera. En pleno San Isidro, el 19 de mayo de 1970, confirma alternativa en la Monumental madrileña, de manos de Curro Romero y Juan José, testificando. El toro del doctorado, “Presumido” de nombre, pertenecía a la ganadería de Antonio Pérez Angoso. A Sebastián “Palomo Linares”, le cupo el alto honor de haber cortado, al astado “Cigarrón” marcado con el pial de Atanasio Fernández, el último rabo concedido - no sin injustificada polémica - en la primera Plaza del mundo: Las Ventas de Madrid. Su hijo, Sebastián Palomo Danko, ahora retirado, también emuló a su progenitor convirtiéndose en matador de toros.
Sebastián Palomo, también sería ganadero de reses de lidia (con el antiguo encaste de Graciliano Pérez Tabernero) y un excelente pintor - de ardiente cromatismo - exponiendo en bastantes ocasiones en la desaparecida Sala Eduma, de Linares, gerenciada por su fraternal amigo, Eduardo Palomares y, también, en las más pretigiosas galerías.
Muchos serán los panegíricos que se harán, con ocasión del triste fallecimiento, del polifacético Sebastián “Palomo Linares”. En este - escrito a vuela pluma – destacaríamos su condición de “figurón” del Toreo, su indómita casta como torero, la gran técnica, su contrastado valor y pundonor, el continuo afán de superación, su vergüenza torera, la contundencia como estoqueador y su desmedida afición. Todo ello - en suma - da como corolario que Palomo fue un grandioso artista a mayor gloria de la Tauromaquia y de nuestro pueblo.
Sebastián, era hombre afable, cariñoso, agradecido y siempre dispuesto al saludo sonriente, al autógrafo solicitado y a posar - ante cualquier cámara - junto a sus innumerables amigos y admiradores. Triunfó en todo el Orbe taurómaco y, en América especialmente en Colombia, era un ídolo total.

Fotografía del matador de toros Palomo Linares, conversando con Salvador Santoro, columnista taurino, en el patio de caballos del coso de Santa Margarita. (Linares, 29 de agosto de 2014) (Foto: Tachi Troyano)

Séame permitido concluir este sentido obituario a mi paisano Sebastián, con estos improvisados versos:

In memoriam
(A Sebastián “Palomo Linares”)

De negro luto Linares,
de luto la torería,
España entera te llora,
en este aciago día.

Mi admirado Sebatián
- que eterna  Gloria tu  hayes -,
en el ruedo celestial,
no hay torero ni lo habrá
que a tu arte se le iguale.

En la  memoria perduran
faenas inenarrables,
de tu ahora extinta vida,
destilando puro arte,
valor seco y maestría
y unos andares marchosos
que rezuman torería.

Salvador Santoro
(Columnista taurino)
(Linares, 25 de abril de 2017)



sábado, 22 de abril de 2017

FERIA DE SAN JORGE EN ZARAGOZA


La Feria de San Jorge de Zaragoza se celebrará el fin de semana del 22 y 23 de abril y cuenta con dos corridas de toros, una de ellas concurso de ganaderías. Serán seis hierros diferentes con diversidad de encastes para el atractivo de todos los públicos con Rafaelillo, Alberto Álvarez y Román. Al día siguiente, tres de los toreros destacados de la Feria de Fallas como son Curro Díaz, Paco Ureña y Ginés Marín, ante toros de Luis Algarra.
El gerente de la empresa Simón Casas Production, Nacho Lloret, junto al empresario Enrique Patón, han compartido con los medios de la ciudad la confección de estos dos festejos enmarcados en la celebración del día de San Jorge, patrón de Aragón.
- Sábado, 22 de abril: Corrida concurso. Toros de Partido de Resina, Cuadri, Alcurrucén, El Ventorrillo, Flor de Jara y Ana Romero para Rafaelillo, Alberto Álvarez y Román.




- Domingo, 23 de abril: Toros de Luis Algarra para Curro Díaz, Paco Ureña y Ginés Marín.
El cartel que ilustra la feria ha sido diseñado por José Ramón Lozano, es un homenaje al torero de la tierra Florentino Ballesteros en el año que se conmemora el centenario de su fallecimiento. El diestro zaragozano toreó en la Edad de Oro del toreo y pisó plazas como Madrid, Barcelona y Valencia. Tomó la alternativa el 13 de abril de 1916 de manos de Joselito y un año después un toro acabó con su vida. Fue el 22 de abril toreando de nuevo con Joselito y con Manuel Mejías 'El Papa Negro' que se encargó de estoquear al toro 'Cocinero' de Gamero Cívico que hirió gravemente en el pecho falleciendo en la madrugada del día siguiente.