El buen aficionado sigue dándose cita en esta bonita
Plaza de Toros del llamado “el pueblo de la charca”, muy conocido del mismo
modo por su Festival de Cante Flamenco donde acuden los mejores artistas de
este género al igual que los toros, tan español.
Ayer con algo más de media entrada estuvimos presenciando el festejo que la
empresa Coronado-Ramos ofreció a la afición de la provincia donde se lidiaron
novillos de “Los Ronceles”, actuando el rejoneador Ferrer Martín y los
novilleros José Antonio Alcalde “El Rubio” de Córdoba, Adrián de Paula, de
Jódar y Gómez Valenzuela, de Pegalajar.
Ferrer Martín
José Antonio Alcalde "El Rubio"
Adrián de Paula
Gómez Valenzuela
En primer lugar resaltar la iniciativa de estos
jóvenes empresarios que dan oportunidad realmente a jóvenes valores que por sus
condiciones se merecen torear, pues tanto el rejoneador malagueño Ferrer Martín
como el novillero cordobés demostraron su valía en este difícil mundo taurino.
De otra parte está el haber contado con dos chavales de la tierra, Jódar y
Pegalajar se vieron las caras en el ruedo y eso para un aficionado que gusta de
ver a los chavales desde que empiezan es algo que le llena de satisfacción,
pues ya se empieza a hacer conjeturas si este sirve, a este se le ven estas u
otras maneras, en fin, que como digo, siempre está el interés del aficionado.
Vayamos al festejo. Los novillos de “Los Ronceles”
ganado también de la provincia, criado en término municipal de Vilches, resultó
muy bien presentado, con kilos, con cuajo, con hechuras, de variado pelaje,
negros y coloraos; bravos y con nobleza se dejaron torear sin apenas complicaciones,
pues su comportamiento fue en términos generales extraordinario.
El rejoneador Ferrer Martin es todo un torero
montado a caballo, dio una tarde sensacional con su efectiva doma y magistral
cuadra de caballos que posee.
He de decir que Ferrer Martín tuvo dos novillos de
diferente comportamiento, manejable y con mucho celo su primero y algo mas
bronco en sus embestidas el que lidió en segundo lugar, así y todo y ese es el
mérito de un profesional taurino es que supo estar a la altura de las
circunstancias y en ambos cuajó dos faenas extraordinarias. En su primero no
pudo cortar trofeos, al tardar en doblar el novillo ante un buen rejon de muerte y
eso enfrió a un público expectante. En su segundo ante un novillo con más
dificultades, puso al público en pie con “Farolillo”, “Gigoló” y “Arabito” en
banderillas así como con “Abalorio” en la suerte suprema. Dos orejas con fuerza
fue el premio a un actuación llena de poderío, llegando con mucha fuerza al
público en los cites de frente y quebrando en la cara de las reses, clavando
perfectamente al estribo y adornándose de forma magistral ante la cara de los
novillos. La verdad que fue todo un espectáculo ver a esta formidable cuadra de
caballos y la buena preparación tanto física como artística de este joven
rejoneador malagueño. Puerta Grande para Ferrer que a buen seguro será bien
recibido tanto en Peal de Becerro como en Jódar, dos localidades que van a
tener el privilegio de ver a un grandioso rejoneador y una estupenda cuadra de
caballos. Sí diré algo personal, el próximo día que vea actuar a este
rejoneador, “Farolillo” no se me escapa el hacerle unas fotos para deleite del
aficionado al caballo.
Al finalizar su actuación, Ferrer Martin presentó su cuadra al respetable
Los novilleros del mismo modo estuvieron
sensacionales, como siempre en novilleros, con ganas de ser toreros, con sus
fallos lógicos de principiantes, con sus buenas maneras cuando los novillos les
permiten estar en la cara con tranquilidad, con sosiego, demostrando sus
cualidades artísticas.
El cuajo de los erales de "Los Ronceles"
Los novillos lidiados a pie resultaron del mismo
modo bravos, unos exigieron más que otros como el lidiado por Adrián de Paula,
un novillo cuajado al que el torero de Jódar le corrió muy bien las manos con
el capote, cargando la suerte como hacía mucho tiempo no veía, pues para mi
entender se semejó mucho a los capotazos de recibo que daba el recordado Julio
Robles, compás muy abierto como es el toreo castellano, con sobriedad, con
largura, me gustó mucho esta tarde Adrián de capote. Estamos a principios de
temporada y es normal que todavía estos jóvenes no estén acoplados a las
embestidas de los novillos, así y todo el torero de Jódar supo darle la lidia
que le pedía el novillo, exigente, pidiendo la faena toda por abajo y rematando
con largura y profundidad para darle confianza al novillo, mató al segundo
intento y en mi opinión la presidencia se excedió en dureza con este novillero,
que si bien es verdad no mató a la primera, la segunda estocada fue sensacional
y las ganas no se las podemos quitar, pero en fin, quedan más tardes donde
Adrián de Paula puede demostrar su fuerza y garra frente a los novillos.
Al torero cordobés le vimos del mismo modo con
ganas, tuvo pasajes de la lidia muy toreros, templó a su oponente en las
embestidas, pero quizá le faltó esa fuerza innata para llegar con más rotundidad
a los tendidos, de todos modos este joven novillero tiene maneras y hay que
verle más veces para poder tener un opinión más clara de lo que puede ser
dentro del mundo del toro.
Lo que más destacaría yo de este torero son las
ganas y el sentido que tiene de lo que es la ligazón en las tandas de pases de
muleta, pues tanto por uno que el otro pitón, terminaba el pase, largo y
templado para volverse sobre el talón y quedarse colocado y ligar el siguiente
paso, motivo este que le hizo aguantar en muchas ocasiones debido a la
prontitud de volver el novillo a tomar la muleta.
Novillero interesante también este joven de Córdoba.
Mata de una buena estocada y es premiado con las dos orejas.
El novillero local Gómez Valenzuela es un
jovencísimo torero al que le vi maneras, tiene un buen sentido del temple y
gusta de colocarse en terrenos cercanos al toro.
Buenos lances de capote en los dos novillos que
lidió y unas faenas de muleta que llegaron con fuerza al público, pues esta
tarde como he comentado anteriormente, he visto a unos chavales con mucho
sentido del temple, de la colocación, pero sobre todo de querer ligar las
tandas con naturalidad, corriendo muy bien la muleta, jugando cintura y muñeca
con ese quebrar de cintura tan natural y que hace un metro más largo el
muletazo.
Muy bien este novillero de la tierra que esta tarde
ante su novillos, que tan solo hacen cinco los lidiados en su inicio de
carrera, ha demostrado ante sus paisanos que quiere ser torero. Decir que es un
torero de quietud, temple y largura en los muletazos que hemos visto. Dos
orejas y dos y rabo merecidas por sus buenas estocadas fueron el premio a sus
faenas.
Y esto fue todo desde Pegalajar, la referencia
taurina jienense donde el aficionado pide el toro de verdad, con cuajo y con
trapío, algo que aunque haya sido una novillada sin picar ha demostrado ser de
igual manera exigente en presentar un ganado de ovación.