No sé si fue la muleta de un maestro como
Juan Antonio Millán “Carnicerito de Úbeda” con el que tendré la oportunidad y
el privilegio de ser tu “tapia” esta temporada. Ignoro si han sido las tardes
que le he visto torear de salón estando muy pendiente de todos sus movimientos
ante el carretón. Yo creo que todo esto, aderezado con las explicaciones
técnicas de un Torero de campo como es el propio ganadero D. Iñigo Garzón, el torero
que termina de tentar la vaca y te va guiando en los terrenos y colocación que
tienes que adoptar y hablando en términos culinarios, adicionado a la
grandísima afición y sobre todo al respeto que hay que tenerles a los toreros;
el caso es que ayer en la Finca Cerropelado del ganadero D. Iñigo Garzón ante
la vaca de más cuajo y cara de la tarde, una vaca extraordinaria, noble, brava
y cuantos adjetivos superlativos se le puedan poner a esta especial raza bovina
que son las reses bravas, me pareció estar soñando, me pareció estar en otra
dimensión. Debió ser un sueño hecho realidad al presentir encontrarme solo, dejar
de percibir el trino de los pájaros que dada esta bonita estación del año andan
buscando su pareja. Solo escuchaba el respirar de la preciosa vaca, bien
armada, que me decía “llámame” y, con una suave voz embestía llegando a la
muleta con una suavidad y un recorrido con clase, despacioso, el hocico por el
suelo y al final del muletazo de este humilde aficionado, dando tiempo a la
colocación más tardía y torpe que la de un profesional, volvía a mirarme como
diciéndome…… prepárate otra vez que te voy a hacer sentir algo jamás hayas
experimentado y realmente así fue. Alrededor de ocho a diez tandas duró este
sueño para ir despertando de la placentera disciplina artística que no es otra
cosa que el Toreo. Ya más metido en el ambiente real que en el sueño, fueron
otras cuatro o cinco tandas las que este excelso animal me dio oportunidad de
realizar hasta que el Torero de Plata Francisco Javier Tornay pusiera un par de
banderillas simuladas por cada pitón y la singularísima res fue devuelta a la
dehesa, un campo bravo donde con toda seguridad vivirá felizmente esta vaca
para ofrecernos nuevos retoños nacidos de sus entrañas para bien de su Hierro y
bien de la Fiesta.
Para finalizar diré algo lo cual creo solo los
toreros entenderán, aflorar lágrimas en los ojos mientras escribo esto es algo
que te hace sentir tan feliz como el momento narrado frente a un bravo animal.
Todos tenemos nuestros problemas en la vida, yo no voy a contar la mía, pero
quien me conoce y sabe a lo que me refiero, solo decir que hay Dios, un Dios
muy grande que también te trae buenos momentos, felices lapsus de tiempo que
llenas esos otros instantes de desesperación, de vacío, a los cuales con un
gran desanimo no le ves salida.
Solo puedo decir que jamás me he enfundado un
chispeante, jamás probé ni me dedicado a esta profesión tan bonita y la más
difícil del mundo que es el torero; pero también digo que me siento Torero como
el que más, respeto al Torero como el que más y; es que el Toro es quien ha
dado de siempre sentido a mi vida, por eso, gracias a los ganaderos que me han
dado la oportunidad de poder ponerme delante de una res, D. Juan Pablo Jiménez
Pasquau, D. Antonio Torres “Los Rodeos”, D. Francisco Sorando, Hnos. Flores
Albarrán, D. Alberto y D. Joaquín Morales “Torrehandilla-Torreherberos”, D.
Juan Collado, Hnos. Martín Campos, D. Raimundo Pérez; pero por eso y otros
conceptos más personales he de destacar a D. Iñigo Garzón por ser Cerropelado
“mi casa” y sus reses mi “vida” como hemos visto en todo lo narrado. También
como no a todos los Toreros, son muchos, muchísimos, pero también quiero
destacar a toreros como Esplá y “Carnicerito de Úbeda”, por sus enseñanzas, confianza y amistad, ya no solo conmigo si no también con mi familia.
Gracias a todos y; todos tengan en cuenta algo por
una lección dada por uno de los grandes profesionales del toro, D. Manuel
Montiel, grandioso Picador de Toros; seguiré siendo “Fiel a una Afición” y en
ella buscaré de nuevo alcanzar ese sueño tan bonito que ayer tuve ante las
Núñez del Cuvillo de D. Iñigo Garzón.
LA 1ª DE LA TARDE
IBAMOS ENTRANDO EN CALOR
LA 2ª DE LA TARDE
UNA BUENA VACA TAMBIEN
LA 3ª DE LA TARDE
MAS COMPLICADA PARA UN AFICIONADO
PERO A TODO HAY QUE ENFRENTARSE
Esto es lo más parecido al torero de una capea, pero la vida me ha enseñado a ser honrado y aquí veis, en un buen número de fotos, a una de las becerras con las que no he podido. Ya he dicho, no era vaca para aficionados, al menos para mí y, no pude con ella, pero le vi la cara.
4ª DE LA TARDE
SOÑAR DESPIERTO EN CERROPELADO
¡Creer o no creer, he ahí la cuestión!
Yo si creo y anocheciendo se hizo la Luz