jueves, 7 de abril de 2016

4ª FERIA DE SEVILLA



SEVILLA, 6 DE ABRIL DE 2016. TOROS DE LAS RAMBLAS PARA MIGUEL ABELLÁN, EL CID Y JOSELITO ADAME.

SEIS, TOROS CHOCHONES, SEIS

       Realmente la cabaña brava tiene un gran problema. Sin toro bravo es imposible el espectáculo. Estos antitaurinos que viven y manipulan la Fiesta son los verdaderos causantes del declive de la misma. Hay que denunciarlos con nombre y apellidos. La situación no puede continuar por este camino.  Se modifican los verdaderos atributos del toro bravo por una docilidad pastueña totalmente domesticada en pos de cambiar  casta y raza por nobleza borreguil, no confundir con la nobleza de toro bravo.
       Lo de hoy en Sevilla, que ha podido presenciar cualquier aficionado a través de la televisión, es un ejemplo más que tarde tras tarde nos muestran en casi todas las plazas.
       Los toros de Las Ramblas mostraron un comportamiento que invitaba a la siesta o a la chufla con guasa sevillana. ¿Dónde dejaron la casta y la raza? ¿Cómo selecciona el ganadero? ¿Dónde estaba su fuerza y su pujanza para pelear en el caballo?
       Ese comportamiento en absoluto era de raza brava. Fueron auténticos borregos. Iban de un lado para otro con amabilidad y simpatía. Solo les faltaba saludar. De verdadera pena.
       La autoridad colaboró aprobando los cinco primeros toros sin trapío alguno, algo habitual cuando preside el Sr. Fernández Rey. Unicamente el sexto era rematado y digno de plaza de primera en cuanto a presencia. Su embestida aborregada, aun que de mas duración, igual que sus hermanos.
       Abellán parecía contagiado por la sosería de sus presuntos oponentes. Estuvo desangelado y ausente.
       Sobre el Cid llueve sobre mojado. Mostró en sus dos toros ese toreo desviado abusando del pico de la muleta y de colocación ventajista. Es muy querido y correspondido en Sevilla, que si mata bien corta oreja facilona.
       Al menos el mejicano Adame intentó y en el sexto lo consiguió, poner lo que le faltaba a los toros, vergüenza, entrega y calidad, cosa que al menos nos sacó un poco del sopor de la tarde.
       El sexto, de nombre Vidriera, colorao ojoperdiz, fue bien entendido por Joselito Adame. Tanto con la derecha como con la izquierda, muleta planchada, sin enganchones y provocando la embestida boba del toro consigue encandilar a los sufridos aficionados, que si mata bien ahora hablaríamos de algún trofeo.
       No vamos una vez más a callar la indecencia que constituye la suerte de varas. Esta tarde no es una excepción. Toros mal colocados en suerte y simulaciones en el castigo, lo habitual. Nadie pone coto a esta situación.
       Reseñar los buenos pares de Jarocho y Fernando Sánchez en el sexto y el buen dominio del caballo de Manuel Jesús Ruíz Román.

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